El dolor lumbar es una de las patología más antiguas y frecuentes de la humanidad, de forma que el 80% de la población lo padece en algún momento de su vida. Pero, ¿qué es la lumbalgia exactamente? Y lo más importante, ¿cómo eliminar las molestias tan dolorosas del lumbago?

En otro artículo ya hablamos de cómo aliviar los síntomas de la gota. Ahora hablaremos de qué es el lumbago, los síntomas y los tratamientos contra este tipo de enfermedad reumática.

Qué es el lumbago

La lumbalgia es un dolor que se localiza en la parte inferior o baja de la espalda. Su origen tiene que ver con la estructura músculo-esquelética de la columna vertebral. Esta patología afecta tanto a personas jóvenes, como adultas y mayores y aparece tanto en trabajos sedentarios, como en aquellos que implican un gran esfuerzo físico.

En cuanto a la frecuencia de aparición, podemos afirmar que la espondilitis anquilosante aparece con mayor frecuencia en los varones jóvenes. Por otro lado, las infecciones serán más frecuentes en mayores de 50 años. Por último, los cuadros crónicos y degenerativos se darán más entre los 45 y 65 años y afectará más a mujeres que a hombres en este caso.

Causas de la lumbalgia

Desde hace mucho tiempo se ha creído que el dolor de lumbago aparecía cuando había alguna alteración de la estructura de la columna vertebral, como escoliosis o una hernia discal. No obstante, se ha demostrado que no es así. No queremos decir con ello que las personas que padecen escoliosis o hernia discal no tendrán lumbalgias, ya que puede ocurrirle a cualquiera. Además, por regla general, las causas de la lumbalgia son identificables en la mayoría de los casos.

El origen del dolor de una lumbalgia aparece debido a un mecanismo neurológico que supone la activación de los nervios encargados de transmitir el dolor. A su vez, también provoca el desencadenamiento de la contractura muscular y la inflamación. A veces, incluso puede comprimir la raíz nerviosa y ocasionar un pinzamiento del nervio.

Las causas más frecuentes en la aparición de las lumbalgias suelen ser de origen mecánico y son las siguientes:

  • Alteración de la estática vertebral, como la escoliosis.
  • Contracturas musculares por sobrecarga mecánica o tensional.
  • Problemas degenerativos de algún disco intervertebral o de las articulaciones vertebrales posteriores.
  • Traumatismos violentos.
  • Osteoporosis u otras enfermedades degenerativas.
  • En menor frecuencia, podemos citar algunas enfermedades inflamatorias de las estructuras vertebrales como la espondilitis anquilosante, algunas infecciones o ciertos tumores.

Cómo curar el lumbago

Puedes tratar los problemas de lumbalgia con ejercicios físicos muy variados. De hecho, para evitar los dolores de espalda, es recomendable realizar ejercicio de manera regular. Evita el sedentarismo y cumple las normas de higiene postural. Los síntomas de la lumbalgia suelen ser dolor local o irradiado, presencia de contracturas musculares e inflamación.

Además, puedes sufrir sus consecuencias en otras partes del cuerpo. Por ello, y a modo preventivo, realiza ejercicios físicos que desarrollen una musculatura compensada para poder disminuir los efectos adversos. Algunas de las recomendaciones para evitar esta afección son:

  1. Evitar la recuperación en cama a no ser que sea necesario. Si no le das movimiento a la espalda, la recuperación será más lenta.
  2. Mantente tan activo como te sea posible, así conseguirás que los músculos se vayan soltando poco a poco. Pero no realices movimientos bruscos ni hagas ejercicios muy enérgicos.
  3. Evita la sobrecarga en esa zona y cuida tu postura. Las normas de higiene postural nos enseñan cómo realizar los movimientos y esfuerzos de manera que la espalda soporte la menor carga posible.
  4. Aplica frío y calor en la zona dolorida. El frío se aplica después de una lesión para desinflamar la zona y el calor se utiliza para la reagudización de las dolencias crónicas.

Tratamientos para la lumbalgia

La lumbalgia puede ser tratada de varias formas. Para empezar, el médico te recetará analgésicos para mitigar el dolor. Si esto no mitiga el dolor es probable que opte por recetarte antiinflamatorios no esteroideos. Si en esta ocasión tampoco consigue calmarte el dolor, el especialista quizás valore añadir algún relajante muscular durante unos días

Por otro lado existen algunos remedios naturales que puedes añadir a tu medicación:

  • Infusión de corteza de sauce blanco: es uno de los mejores analgésicos naturales.
  • Harpagofito: es una especie de planta herbácea de la familia de las pedaliáceas natural del sur de África. Te servirá como antiinflamatorio, antiespasmódico y analgésico.
  • Jengibre por sus efectos relajantes, analgésicos y antiinflamatorios.
  • El enebro: además de analgésico, es desintoxicante.

En cuanto a los ejercicios para la lumbalgia te recomendamos actividades suaves como andar o nadar para evitar que la musculatura se debilite. También puedes realizar ejercicios específicos para la espalda que, junto con la higiene postural, disminuirá el riesgo de que aparezca una crisis. La visita a un fisioterapeuta, la acupuntura o un masaje terapéutico podrían aliviar tus molestias.

Esperamos haberte ayudado con este post y que puedas reducir los síntomas del lumbago de forma rápida y lo más natural posible. Y recuerda, el mejor remedio es la prevención.