Las relaciones sexuales son una de las actividades más placenteras que pudiera tener el ser humano. A pesar de ello, pueden llegar a tener consecuencias negativas para la salud si no se toman medidas. Asimismo, también puede cambiar la vida debido a un embarazo no deseado. Son razones más que suficientes como para evitar tomar una mala decisión y por ello practicar siempre sexo seguro.

Vivir la sexualidad es algo maravilloso, pero hay que hacerlo siempre de manera responsable. Es importante recordar que una relación no siempre conlleva penetración o sexo oral. Se puede disfrutar de muchas formas diferentes para vivir la sexualidad. Se puede disfrutar con masajes, besos corporales, caricias en las zonas genitales, etc.

Las enfermedades de transmisión sexual

El sexo seguro es necesario para evitar contagiarnos de alguna enfermedad de transmisión sexual o ETS. Estas enfermedades se transmiten de una persona a otra durante la actividad sexual. No importa si se realiza sexo vaginal, anal u oral, así como contacto genital de piel a piel. En cualquier caso puede haber contagio si una de las dos personas tiene una ETS. Las enfermedades de transmisión sexual más habituales son:

  • Clamidia: se produce debido a la transmisión de una bacteria. Es habitual que la clamidia no presente síntomas y no suele presentar problemas si se trata a tiempo con antibióticos, pero si no se trata, a la larga puede traer problemas más graves.
  • Gonorrea: al igual que la clamidia es una enfermedad producida por una bacteria y no presenta síntomas, pero si no se trata a tiempo puede acarrear graves problemas de salud.
  • VIH/SIDA: es una enfermedad muy grave provocada por un virus que acaba con nuestro sistema inmunitario pudiendo llevarnos a la muerte ante cualquier infección ya que no podremos combatirla. No existe cura para el SIDA.
  • Herpes: son provocados por un virus que ocasiona llagas que pueden aparecer tanto en la boca como en los genitales. Son bastante molestos y dolorosos, pero son fáciles de curar y no son graves.
  • Hepatitis B: es una enfermedad grave provocada por un virus, que afecta a nuestro hígado. No existe cura para la Hepatitis B.
  • Verrugas genitales: son provocadas por el virus VPH o virus del papiloma humano, no son graves, aunque si molestas. Son fáciles de tratar.

Para evitar estas enfermedades es importante practicar sexo seguro. Hay muchas maneras para que el sexo sea seguro y una de las mejores formas es usando una barrera.

El uso del preservativo

Los preservativos o condones son una de las medidas que nos ayudarán a prevenir un contagio o un embarazo. Es importante que hablemos con nuestra pareja y exijamos su uso, sobre todo si no es una pareja fija. Los preservativos deben considerarse como un complemento indispensable en las relaciones sexuales.

Para saber más sobre el uso de los condones, como guardarlos con seguridad y la importancia de abrirlos sin riesgo de rotura, os damos todo lo que necesitáis saber para mantener la efectividad de este método anticonceptivo.

El uso de otros anticonceptivos

Hay que tener en cuenta que el preservativo femenino tiene un índice mayor de fallos que los anticonceptivos hormonales. Éstos regulan los ciclos de fertilidad en la mujer, con lo que se busca evitar un embarazo.

Si los anticonceptivos se toman de una manera correcta, su efectividad puede aumentar hasta en un 99%. Otras medidas anticonceptivas para tener sexo seguro pueden ser el dispositivo intrauterino y el anillo vaginal.

Evitar el sexo de alto riesgo

No importa cuántas veces nos diga una persona que está completamente sana. Las precauciones deben tomarse siempre. Nunca hay que jugársela y tener sexo de alto riesgo porque nunca se sabe con quién ha podido estar esa persona.

Se considera riesgo como tal cuando existe penetración vaginal o anal sin condón. También es de alto riesgo tener más de una pareja sexual. Si nuestra pareja o con quien frecuentemente tengamos relaciones sexuales ha participado en juegos de riesgo, debemos saberlo. Entendemos como juegos de riesgo tener sexo con más personas diferentes a nosotros, tríos, etc.

Hablar con la pareja

Una de las mejores formas de tener sexo seguro es con el sexo consensuado. La pareja debe estar de acuerdo respecto a los juegos que se realizarán. También con las medidas de precaución que se deben tomar en la relación sexual. Es muy importante la honestidad y hablar sobre las experiencias pasadas. También hay que dejarle claro nuestro deseo de tener sexo seguro.

La higiene debe estar siempre presente

Muchas enfermedades no se pueden transmitir con los besos, pero puede haber riesgo si existe alguna herida en la boca. Es importante no cepillarse los dientes después de tener sexo oral. Se recomienda evitar el contacto con heridas en la piel y lavarse las manos tras tocar los genitales, propios o los de la pareja.

Las pruebas médicas son indispensables

El hecho de hacerse pruebas médicas es una de las maneras más responsables de manejar la sexualidad de forma correcta. Hay muchas clínicas gratuitas que llevan a cabo pruebas de VIH y otras ETS, así como infecciones de diferente índole. Es importante que si tenemos una vida sexual muy activa y con diferentes personas, debemos realizarnos las pruebas periódicamente.

La apuesta por la monogamia

Aunque la única forma de tener la máxima seguridad de no tener ninguna enfermedad es no teniendo sexo, ésta no es la solución válida para la mayoría de las personas. Prácticamente a todo el mundo le gusta el sexo y no hay que buscar el celibato total y privarse de algo tan placentero.

Si llevamos tiempo con una pareja y hay confianza y fidelidad entre ambos, es algo que hay que disfrutar. La monogamia permite garantizar el sexo seguro, pero también ayuda a fortalecer la relación, que debe estar sustentada sobre unos firmes cimientos de confianza y fidelidad.