Una operación del Equipo Fiscal y Fronteras de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, en colaboración con la Dirección General de Ordenación e Inspección Sanitaria de la Comunidad de Madrid, han retirado del mercado 41.692 productos de cosmética y cuidado personal que incumplían con la ley de garantías y uso racional de medicamentos y productos sanitarios de España.

Según explica el Instituto Armado en un comunicado, la detección se produjo en el marco de las inspecciones habituales en materia fiscal que realizan sus agentes. Localizaron en el madrileño barrio de Usera varios productos a la venta en tiendas que incumplían la normativa vigente, por lo que retiraron los productos y pusieron en marcha un dispositivo destinado a localizar los almacenes que realizaban la distribución de los mismos.

La investigación permitió a los agentes localizar dos almacenes situados en el polígono industrial Cobo Calleja, Fuenlabrada, donde se almacenaban y distribuían los productos de cosmética y de cuidado personal incumpliendo la normativa vigente. Los titulares de los negocios han sido propuestos para correspondiente sanción administrativa, quedando los productos a disposición de la Autoridad competente.

Imágenes de los cosméticos incautados por la Guardia Civil.

Las inspecciones han sido realizadas junto a inspectores de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Los productos cosméticos han de ser seguros en las condiciones de utilización normales, recuerdan, respetando las normas de composición y etiquetado previstas, mostrando las funciones del producto, el modo de empleo, las precauciones durante su empleo, el número de lote, fecha de caducidad, listado de ingredientes, etc.

Quién vigila los cosméticos

La vigilancia de los productos de consumo implica a varios organismos reguladores tanto estatales como autonómicos, además de a las Fuerzas de Seguridad. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), como agencia estatal adscrita al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, es la principal responsable de garantizar las labores de cosmetovigilancia

La cosmetovigilancia es la "actividad destinada a la recogida, evaluación y seguimiento de la información sobre los efectos no deseados observados como consecuencia del uso normal o razonablemente previsible de los productos cosméticos". Mediante este sistema, se "recepciona, registra, evalúa y se hace un seguimiento de todos los casos de efectos no deseados relacionados con productos cosméticos que le son comunicados".

"El Sistema Español de Cosmetovigilancia contemplado en el artículo 16 del Real Decreto 85/2018 es una estructura que coordina la AEMPS y que integra las actividades realizadas por la propia AEMPS, por las autoridades sanitarias de las comunidades autónomas y por los profesionales sanitarios en la notificación, recogida, evaluación y seguimiento de los efectos no deseados producidos por productos cosméticos, así como en la adopción de medidas y la difusión de información relacionadas con dichos efectos", precisa.

También participan en este sistema "los consumidores y los profesionales que utilizan o aplican productos cosméticos notificando efectos no deseados". En ese sentido, la Agencia afirma haber detectado, "tras el análisis de los casos de los últimos años", que "cierto número de casos son debidos a un uso inadecuado de los productos cosméticos por parte de los consumidores". Aunque estos casos son una minoría, aclara, "pueden evitarse siguiendo unas pautas generales de buen uso" que vienen recogidas en su decálogo de buenas prácticas.

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