La vacuna para el coronavirus parece convertirse en una realidad un año después de que la pandemia comenzase en la ciudad china de Wuhan. Anuncios de las farmaceúticas, dudas preliminares, ensayos clínicos para pasar de una fase a otra... Esos pasos, todos necesarios, parecen que han llegado a buen puerto este martes.

Margaret Keenan pasará a la historia como la primera persona en occidente en ser vacunada contra la Covid-19, en concreto con la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech, que requerirá de una segunda dosis cuando transcurran 21 días.

Ha ocurrido a las 6:30 de la mañana, hora local, en el Hospital Universitario de Coventry, ante los medios de comunicación, que la han grabado, fotografiado y aplaudido. Le ha suministrado la vacuna la enfermera May Parsons, de origen filipino.

Tomás Serrano

El mismo día, la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, en inglés) confirmó la seguridad y eficacia de esa misma vacuna en un primer análisis previo a su autorización, con lo que apuntó que podría comenzarse la vacunación en el país los próximos días.

En su análisis, la FDA señaló que la vacuna, la primera considerada para distribución en EEUU, cumplía "con los criterios de éxito prescritos" en un estudio clínico.

El índice de eficacia es del 95% en general y del 94% entre mayores de 65 años (población de riesgo), y por lo tanto es muy superior al 50% que exige la FDA para aprobar candidatas a vacunas contra la Covid-19.

¿Precipitación?

Todavía habrá que esperar para ver los efectos secundarios de la vacuna durante las semanas iniciales de esta primera ola de vacunación masiva pero, ¿podría haberse precipitado Reino Unido?

El país anglosajón ha podido ser el primero en vacunar porque, tal y como explicó la bioquímica y bióloga molecular Carmen Álvarez Domínguez en The Conversationtiene su propia agencia del medicamento, la MHRA, y puede hacer uso de ella. Hasta ahora no solía hacerlo debido a la política conjunta de la Unión Europea.

Aunque España también cuenta con su propia agencia del medicamento, (la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios), en este país solamente se aprueba lo que se autoriza también en Europa. Sin embargo, el país artífice del Brexit, al estar fuera del sistema europeo a partir del 31 de diciembre de este año, puede seguir su propia regulación sin ataduras.

¿Es segura?

Las vacunas de mRNA, como la de Moderna y la de Pfizer, no han generado graves efectos adversos, hasta ahora. Mientras que las vacunas de adenovirus, como la de AstraZeneca/Oxford, sí han ido reportando varios efectos adversos.

En estas vacunas la seguridad ya está probada. Pero no hay que fijarse solamente en la seguridad, sino también en la eficacia. Es decir, hay que preguntarse: ¿Sirve para lo que la hemos preparado? ¿Va a servir solo para personas asintomáticas? ¿Y para los casos graves?.

Hay que tener en cuenta que los ensayos clínicos se hacen con gente sana, casi nunca se incluyen pacientes. De hecho, en el caso de Pfizer no se han incluido, o al menos no han revelado estos datos.

Por eso, a la hora de tomar una decisión, hay que atender a estos dos conceptos y esperar hasta el final de los ensayos clínicos. Sin embargo, las empresas tienen prioridades y probablemente en Reino Unido la decisión haya ido de la mano de una cuestión política, en la que la urgencia ha favorecido que la agencia reguladora vaya más rápido.

Podría ser nefasto

Es preocupante pensar que esta decisión pueda tener un efecto terrible. En España siempre se ha confiado en las vacunas. De hecho, los movimientos antivacunas son bajísimos. Pero noticias como esta podrían crear el efecto contrario.

Es decir, la gente que antes confiaba en la vacunación para preservar la salud global puede comenzar a tener miedo a hacerlo ahora. Podrán pensar que las cosas no se están haciendo bien.

En el caso europeo, la agencia europea ha confirmado que esperará tres semanas más para que los expertos evalúen los resultados de los ensayos clínicos. Puede ser que esto implique tener que trabajar durante las 24 horas del día, porque estamos ante una situación de emergencia. Pero hasta que no tengan todos los datos brutos en conjunto, no los evaluarán.

Esta es la decisión correcta, ¿porque? Porque si no lo hacemos así, daremos la imagen a la población de que todas las normas se pueden cambiar. Creerán que estas vacunas no son tan seguras. Con esta decisión, los movimientos antivacunas pueden crecer y provocar que la gente que no tenía miedo a vacunarse ahora sí lo tenga.

Es importante que la población sepa esta información puesto que ahora realmente la seguridad no es lo que se esta evaluando. Esto se evalúa en las primeras fases. Ahora se está estudiando la eficacia. Es decir, se pretende determinar para qué y para quién será útil.

No acaba la pandemia

Tener una vacuna no significa que acabe la pandemia. Será una cuestión global. Hasta ahora hemos generado una inmunidad de grupo muy pequeña. De hecho, en los sitios donde más inmunidad ha habido, como Madrid, no hemos tenido más de un 12 %.

Por eso es importante que los medios de comunicación, los políticos y los sanitarios hagan una buena educación e informen de que tener una vacuna no significa que el virus se haya ido. Hay que seguir manteniendo las medidas de distanciamiento, mascarillas, etc. La vacuna previene, pero no evita al 100 % ni elimina al virus, no es un fármaco antiviral.

Para que la pandemia de coronavirus termine, habrá que esperar a que todos tengamos una buena inmunidad. Con las vacunas lo lograremos más rápido. Hace falta que nos demos cuenta de que la salud no es algo individual. En el caso de la vacunación, la salud es algo colectivo.

Una decisión europea

Esta es la razón por la que en la Unión Europea no queremos tener distintas regulaciones en una cuestión sanitaria como en esta. Todos los países de la Unión Europea estamos muy cerca. En cuanto empieza una ola, rápidamente se extiende a los demás países. Al virus le da igual si estás en Madrid, en Berlín o en París.

Por eso, todas las decisiones relacionadas con la vacuna deben estar unificadas, pues estamos intentado unificar nuestro propio sistema sanitario continuamente. Si no lo hacemos así, no lo lograremos.

¿Cuándo llega a España?

A España la vacuna llegará cuando la EMA lo evalúe. Es decir, se prevé que sea dentro de tres semanas, que es cuando acaba el ensayo clínico. En ese momento tendremos todos los datos y los evaluadores los estudiarán. Lo van a hacer en tiempo récord, sí. Pero evaluarán todo en conjunto. En Reino Unido solo están evaluando cosas parciales, por no esperar tres semanas más.

La seguridad tiene que primar porque estamos provocando que la gente deje de creer que vacunarse es seguro. La decisión de Reino Unido ha sido demasiado precipitada. No les importaba esperar tres semanas más.