A falta de que se pronuncie AstraZeneca -el primer prototipo de vacuna que adquirió España-, ya son dos las vacunas frente a la Covid-19 que en la última fase de los ensayos clínicos -la III, la que precede a su comercialización si no hay contratiempos- parecen haber demostrado eficacia y no sólo eso, sino haberlo hecho en grado muy elevado.

A la buena noticia de la semana pasada de que el prototipo de Pfizer tenía una eficacia del 90% frente al coronavirus, se suma este lunes que el de Moderna protege todavía más, hasta un 94,5%. Ante este aluvión de buenas noticias, cabría preguntarse cuál de las dos es mejor y si la Unión Europea hizo bien en precipitarse en firmar la de Pfizer tras su anuncio en lugar de esperar a los resultados de Moderna. 

Sin embargo, la respuesta más acertada a la pregunta de cuáles son las principales diferencias entre la vacuna de Pfizer y la de Moderna frente a la Covid-19 sería: "No sabe, no contesta". 

Y la respuesta a cuál es la principal similitud tendría que ser la siguiente: ninguno de los resultados que han validado las dos empresas con una semana de diferencia han pasado por los ojos de revisores externos ni se han publicado en revistas científicas. Son, por tanto, y a ojos de la ciencia, tan válidos como lo que pueda decir cualquiera. 

Sin embargo, si jugamos a que lo que dicen ambas empresas es verdad y tal cual se va a ver reflejado en sendas publicaciones científicas de primer nivel, sí se aprecian diferencias significativas entre los dos prototipos, y Moderna saldría ganando.

Similitudes

Tanto el prototipo de Moderna como el de Pfizer se basan en una tecnología nunca utilizada en vacunas comercializadas -sí en utilizadas en el marco de ensayos clínicos-, el ARN mensajero. Se trata de un desarrollo innovador y prometedor porque simula mejor que ninguno hasta ahora una auténtica infección para que el sistema inmunológico reaccione. 

Es, por cierto, el mismo mecanismo que utilizará Covarna, uno de los prototipos españoles de vacuna frente a la Covid más avanzados, aunque aún muy lejos de la práctica clínica. 

Tanto la vacuna de Moderna, bautizada provisionalmente como mRNA-1273, como la de Pfizer y BioNTech, que se denomina por ahora BNT162b2, requieren de dos dosis para proteger frente al coronavirus Sars CoV-2, que se administran con un mes de diferencia. Así, la producción de la que son capaces estos laboratorios habría que dividirla por dos para saber a cuántas personas pueden proteger. 

También existen similitudes en el momento en el que han decidido hacer públicos los resultados "interinos" de sus estudios en fase III. Pfizer lo hizo cuando se habían alcanzado 94 pacientes y Moderna lo ha hecho a los 95. 

No está mal recordar qué significa esta cifra y, por tanto, la eficacia. Ante la incapacidad ética de administrar el virus a voluntarios para ver si una vacuna es eficaz, la eficacia de estos prototipos se mide reclutando a un gran grupo de voluntarios que vuelven a la vida normal sin saber si les han inyectado un placebo o un candidato a la vacuna más esperada del año. 

Para saber si la vacuna es eficaz lo que se hace es esperar a que se detecte un número determinado de casos de la enfermedad entre los voluntarios. En ese momento, se desvelará si los enfermos pertenecen al grupo de intervención -los que han recibido el fármaco- o al control- a los que les han inyectado un placebo. 

La cifra para concluir el ensayo en fase III de Moderna es de 151 infectados y la de Pfizer 164. Así, ambas compañías han hecho públicos resultados internos cuando han alcanzado algo más de la mitad de los casos necesarios para concluir sus ensayos. Aunque nada parece indicar que los resultados vayan a cambiar, es importante tener este dato en cuenta. 

Lo que se ha visto en los dos ensayos es que la gran mayoría de los infectados -una vez desvelado el misterio- se ha situado en el grupo placebo. Y esa es la gran noticia, más allá de que sean el 90%, como en la vacuna de Pfizer, o el 94,5%, como en la de Moderna. 

Diferencias

Pero es innegable que existen diferencias entre las dos vacunas, algunas referidas al propio producto y otras a los datos que se han dado a conocer -más allá de la cifras de eficacia, muy similares, que se han hecho públicas-.

Pero si bien estas cifras son muy parecidas, la información que ha hecho pública Moderna da más pistas sobre la utilidad de la vacuna que la que desveló Pfizer. Mientras este último laboratorio, sólo habló de casos detectados en general, Moderna ha hablado de enfermos graves. En concreto, hubo 11 afectados con patología grave y los 11 se situaron en el grupo placebo. No es que eso no ocurriera así con la vacuna de Pfizer, sencillamente no lo sabemos.

Tampoco sabemos, porque no se ha hecho público, si el ensayo en fase III de la vacuna de Pfizer incluye a personas especialmente vulnerables frente a la Covid. Sí lo hace el de Moderna, con 7.000 voluntarios mayores de 65 años y 5.000 menores de esta edad pero con patologías previas. 

Otro dato importante se refiere a la conservación de la vacuna. Mientras que la de Pfizer ha de conservarse a una temperatura muy baja -menos 80 Cº- , que requiere de unos congeladores especiales no accesibles para todo el mundo, la de Moderna tiene la capacidad de mantenerse estable en temperaturas entre 2° y 8°C por un periodo de 30 días, aunque para su exportación y almacenamiento a largo plazo, la vacuna podrá mantenerse a una temperatura de 20 grados bajo cero por un periodo de seis meses.

La vacuna de Pfizer -siempre si se confirma todo esto- tiene más atada su llegada a Europa que la de Moderna y en mayor cantidad. En ambos casos había un preacuerdo de adquisición por parte de la Comisión Europea, pero el de Pfizer ya se ha firmado -después del anuncio- y el de Moderna no

Las cantidades también difieren: se ha firmado una precompra de 200 millones de dosis ampliables a 300 millones con Pfizer mientras que, según The Guardian, las conversaciones "avanzadas" de Europa con Moderna hablan de entre 80 y 160 millones de dosis.

Otra diferencia que atañe especialmente a nuestro país es que la vacuna de Moderna va a terminar de fabricarse para toda Europa en España. En concreto, en las instalaciones de los laboratorios Rovi, en Pozuelo de Alarcón. Allí se hará lo que se denomina el "llenado", la inspección visual automática y el etiquetado de la vacuna, la fase final previa a su utilización.

La de Pfizer llevará a cabo todo este proceso en un pueblo de Michigan, desde donde se enviarán las dosis a Bélgica y se distribuirá al resto de Europa. 

Pero si esta es la cruz para la vacuna de Pfizer, la de Moderna puede ser su precio. Pendiente de la negociación con los organismos reguladores, The Guardian afirma que en principio costaría entre 42 y 50 euros las dos dosis, mientras que la de Pfizer tendría un precio para el Gobierno de EEUU de algo más de 33 euros. 

Sea como sea, el nuevo anuncio de Moderna sólo puede ser visto como una buenísima noticia más. La pandemia de Covid sigue arransando al mundo y ninguna vacuna podrá hacerse cargo de todas las inmunizaciones necesarias. En este caso, y sin ninguna duda, más es mejor