Que para reducir el riesgo de contraer el Covid-19 hay que mantener la distancia social y, si no podemos garantizarlo, utilizar mascarilla, es un mantra -necesario- que todos tenemos grabado.

Pero la evidencia científica lleva su tiempo y han tenido que pasar más de cinco meses desde que se notificó el primer caso de la enfermedad para que un metaanálisis (el summun de la fiabilidad) explique, de una vez por todas, qué hay de demostrado sobre la eficacia de las distintas medidas de prevención de la infección por el Sars CoV-2, el (ya no tan) nuevo coronavirus

Y lo que está claro es que, por el momento, este tipo de intervenciones no farmacológicas son la única arma de la que disponemos para protegernos de los tan temidos repuntes y la aún peor segunda oleada que esperan los expertos. 

La guía definitiva para saber cómo protegerse del Covid-19 hasta que surja una vacuna, se ha publicado en The Lancet, una de las revistas médicas más importantes. Pero tiene un enorme pero y es que sus propios autores reconocen que la evidencia obtenida de todos los estudios llevados a cabo es "moderada". Pero es lo mejor de lo que se dispone, aclaraba una de la autoras, la investigadora de la McMaster University Karla Soho. 

Los científicos han analizado los estudios publicados sobre eficacia de mascarillas, protectores visuales y distancia social, dando lugar a resultados interesantes. 

¿Dos metros?

Las recomendaciones de los distintos organismos sanitarios hablan de dejar un mínimo de metro y medio -mejor ampliarlo a dos- entre persona y persona para evitar el riesgo de transmisión del virus. 

Los estudios analizados ponen cifras a esas distancias y llevan a la conclusión de que estar a un metro de distancia o más ya protege muchísimo de la transmisión del virus; en concreto, un 82%. Sin embargo, cada metro adicional duplica esa protección relativa, habiéndose estudiado hasta los tres metros. 

En un comentario que acompaña a la publicación del estudio, los autores resaltan el interés de esta demostración ya que la regla de estar entre uno y dos metros de distancia para protegerse viene de hallazgos de la década de 1940, que están desactualizados

Estas nuevas conclusiones, continúan los autores del comentario, pueden ayudar a que se levanten ciertas restricciones y, sobre todo, a que asumamos nuevas formas de reunirnos de forma segura en la comunidad

Mascarillas

El estudio también habla de las mascarillas y podría cambiar la práctica clínica. Hasta ahora, el uso de la mascarilla FFP2 o KN95 -según donde haya obtenido el certificado- se recomendaba a los médicos que trataban directamente a los pacientes de Covid-19, pero no a otro tipo de personal sanitario. 

Las cifras del nuevo trabajo, que se han obtenido de revisar 172 estudios, demuestran que la diferencia de protección entre las mascarillas FFP2 y quirúrgicas es de más de 20 puntos, de un 67% a un 96%. Por esta razón, están indicadas para todo trabajador sanitario, pero también para otros trabajadores esenciales, como los que ejercen en mataderos, afirma la investigación. 

La autoras del comentario que se publica sobre el estudio en la misma revista, advierten también contra ciertos tipos de mascarillas caseras o de diseño, especialmente las que tiene solo una capa. "Las bien diseñadas tienen que ser resistentes al agua, tener múltiples capas y ajustarse bien a la cara". 

El estudio más importantes de los citados en el metaanálisis apoya el uso universal de mascarillas bien hechas; en la población general, higiénicas o quirúrgicas y en la sanitaria y otras profesiones esenciales, FFP2 o parte de un equipo de protección individual (EPI). 

Proteger los ojos

Lo que no queda claro tras revisar la evidencia científica, lo que han hecho los autores, es si sirve de algo protegerse los ojos. Lo hace en el contexto hospitalario, siempre acompañando esas gafas del EPI del resto de elementos, pero no se ha estudiado lo suficiente en la comunidad. 

No obstante, todo parece indicar que ninguna de las intervenciones analizadas son suficientes por si solas para protegerse del nuevo coronavirus. Usando alguna o todas ellas, se necesitará seguir con una intensa y continua higiene de manos. En otras palabras, nunca bajar la guardia

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