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    Grasas que hay que tomar

    Los frutos secos son uno de los alimentos favoritos en España para picar entre horas, pero más de una vez los hemos evitado para no engordar. Aunque es cierto que son una comida muy rica en kilocalorías y en grasas, son muy saludables e, incluso, pueden ayudar a adelgazar. Eso sí, para ello debemos elegir frutos secos al natural o poco procesados y evitar los que llevan azúcares, exceso de sal o, también, miel.

    Si por algo son famosos los frutos secos es por sus efectos beneficiosos sobre la salud cardiovascular. Esto se debe a que son una fuente de ácidos grasos insaturados que son capaces de reducir el colesterol LDL, conocido popularmente como malo, y también reducir la tensión arterial. Los últimos estudios científicos revelan que el consumo de frutos secos se relaciona con un menor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico.

    Por eso, más que preocuparnos por tomar demasiadas grasas procedentes de los frutos secos, deberíamos incorporarlas a nuestra dieta habitual. De todas formas, si bien estos alimentos son saludables, no debemos abusar de ellos porque tienen un elevado valor energético. Los frutos secos con menos grasa son, igualmente, buenas fuentes de estas sustancias y, además, aportan menos calorías.

    A continuación, los cuatro frutos secos con menos grasa.

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    Los pistachos

    Aunque los pistachos tienen menos grasa que, por ejemplo, las almendras, se trata de un fruto seco algo más calórico. En concreto, los pistachos aportan 611 kilocalorías por cada 100 gramos que consumimos, frente a las 604 que supone la misma cantidad de almendras. Ahora bien, este popular aperitivo es un alimento muy saludable.

    La grasa forma, en concreto, el 51,6% de la composición de los pistachos. Al igual que las avellanas y las almendras, en el perfil de grasas de este alimento destacan los ácidos grasos monoinsaturados que se consideran cardiosaludables porque reducen los niveles de colesterol malo en la sangre.

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    Los cacahuetes

    Todos nos referimos a los cacahuetes como frutos secos, pero estamos equivocados: son una legumbre, desde el punto de vista botánico. Ahora bien, su perfil de nutrientes si que es más parecido al de los frutos secos. Como ellos, tiene un alto valor energético —600 kilocalorías por cada 100 gramos— que se debe a su gran aporte de grasas.

    La proporción que ocupa la grasa en la composición de los cacahuetes alcanza, nada menos, que el 49%. Los ácidos grasos monoinsaturados son los que tienen un mayor protagonismo en este fruto seco, pero también tienen un buen aporte de poliinsaturados. También destaca por su aporte de fibra y de minerales.

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    Los anacardos

    A pesar de ser uno de los frutos secos con menos calorías, los anacardos son un bocado muy energético: contienen unas 584 kilocalorías por cada 100 gramos. Este aperitivo es muy popular por formar parte de muchos mix de frutos secos, por su forma de riñón y su sabor. Se trata de una opción muy saludable, cómo no, por su perfil de grasas.

    El 45% de los anacardos está formado por grasas y, entre ellas, destacan los ácidos grasos monoinsaturados que cuidan de nuestro corazón reduciendo los niveles de colesterol malo en la sangre. Sus beneficios para la salud cardiovascular se ven potenciados por los antioxidantes que contiene.

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    Las castañas

    Por último, este alimento típico del otoño y del invierno supone un caso extraño entre los frutos secos. Su valor energético es mucho menor al del resto de este tipo de alimentos: por cada 100 gramos, sólo supone 209 kilocalorías. Y, mientras que las calorías del resto de frutos secos proceden de las grasas, las de la castaña provienen de los carbohidratos.

    De hecho, el porcentaje de grasas que encontramos en las castañas apenas supera el 2% de la composición de este alimento. Las castañas, en este sentido, se parecen más a los cereales porque contienen un 40% de hidratos de carbono y casi un 50% de agua. También destaca por su buen contenido de fibra y de minerales como el potasio y el fósforo.