La borrasca Celia, que afectará durante buena parte de la semana a casi toda España, ha traído consigo las tan ansiadas lluvias que nuestro país necesitaba. Sin embargo, fenómenos meteorológicos como éste nunca vienen solos. De hecho, los habitantes de la Región de Murcia han visto cómo su cielo se ha teñido este lunes de naranja, dejando una estampa atípica, más propia de las Canarias que de la región levantina. De hecho, algunos usuarios en Twitter han bromeado con la llegada del Apocalipsis.

¿Qué está ocurriendo en Murcia? ¿Por qué el cielo se ha vuelto de este color? El fenómeno meteorológico que está afectando a la "huerta de Europa" se conoce como calima y se caracteriza por la presencia de partículas en suspensión muy pequeñas, aunque lo suficientemente numerosas como para teñir el cielo de este color. "Estas partículas suelen ser de polvo y arena, aunque también pueden estar formadas de ceniza y arcilla", explican desde Eltiempo.es. "El tamaño de éstas oscila entre unidades inferiores a las micras y decenas de micras". 

Según afirman los meteorólogos, se pueden diferenciar dos tipos de calima en función del origen de las partículas. La calima tipo A o calima "natural", que se forma "a partir del transporte de arena, sales de agua (sodio) u otros elementos presentes en el ambiente". Así, si su origen es fundamentalmente del desierto (como es el caso de la calima murciana), hablaremos de polvo en suspensión.

Luego, también existe la calima tipo B, que aparece cuando ocurren eventos especiales y cuyo origen es la contaminación o que se produzca algún incendio forestal. De hecho, lo habitual es que este tipo de calima en grandes ciudades y bajo condiciones de gran estabilidad atmosférica. "La respiración de estas partículas es especialmente peligrosa para la salud", afirman desde Eltiempo.es.

Lo cierto es que el espectacular fenómeno no ha hecho más que comenzar. Los expertos prevén que el polvo en suspensión siga avanzando de sur a norte por distintos puntos de España y que alcance el máximo el miércoles al amanecer, manteniéndose hasta el jueves. 

La cosa no queda aquí. La presencia de la borrasca Celia hará que en los próximos días tenga lugar otro fenómeno: la lluvia de barro. "Las partículas de polvo en suspensión son arrastradas por las gotas de agua (o los copos de nieve) y depositadas sobre el suelo y los objetos en superficie", explican desde la web meteorológica. "En el caso de que coincidan precipitación y calima tipo B puede producirse lluvia ácida, resultando perjudicial para el medio ambiente". 

¿La inhalación de la calima procedente de África puede suponer un problema de salud? Lo cierto es que en fuertes episodios, sí puede resultar perjudicial. Los principales efectos están relacionados con problemas respiratorios e irritación de las mucosas: obstrucción nasal, picor en los ojos y tos. De la misma forma, "si la calima es persistentes y su densidad abundante, pueden aparecer pasados unos días broncoespasmos (dificultades serias para respirar), dolor torácico y asma". 

Por esta razón, los expertos recomiendan mantener las ventanas cerradas, usar mascarillas si se tiene que salir al exterior y evitar el ejercicio al aire libre. Este fenómeno meteorológico acabará desapareciendo con el cambio de las dinámicas atmosféricas. 

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