El pasado jueves, 22 de septiembre, la Gerencia Regional de Salud anunciaba que las matronas tendrán contratos temporales de sustitución con la máxima duración permitida legalmente. Se lo comunicaba a ASCALEMA (Asociación de Matronas de Castilla y León). El objetivo era equiparar la situación prevista en el programa de fidelización de residentes con las de estas enfermeras especialistas, con el fin de garantizar el acceso al empleo sanitario público en igualdad de condiciones.

El anuncio llegaba a eso de las 16.00 horas del jueves. A las 9.30 del viernes, ASCALEMA había convocado una manifestación en Valladolid, frente a la Consejería de Sanidad, para denunciar “su profunda indignación ante el programa de fidelización en el que se iban a ofertar contratos de tres años de duración a los residentes que finalizan su formación en septiembre de 2022”. Lo veían como un “agravio comparativo”. Tres años de contrato para las recién salidas cuando ellas sumaban primaveras encadenando contratos temporales, un día aquí y otro allí.

A primera hora de la mañana del viernes, Sanidad rectificaba. La Gerencia Regional de Salud decidía posponer la asignación de plazas de las residentes especialistas matronas, prevista para ese 23 de septiembre, con el fin de homogeneizar condiciones y tiempos para todas las categorías. Para 2023.

“A la manifestación acudimos unas 50 personas. Desgraciadamente somos pocas matronas en Castilla y León. A las 9.45, personas del sindicato nos adelantaban que se habían paralizado los contratos de fidelización. A las 10.30, bajó una persona de la Gerencia a confirmárnoslo. Nos dijo que querían unificar criterios y que querían fidelizar a todas las matronas con esos contratos de 18 meses, lo que yo, particularmente, veo imposible”, cuenta, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Noelia Trigueros, tesorera de ASCALEMA desde hace dos años.

Imagen de la concentración de las matronas de Castilla y León.

Escepticismo

“Para adquirir 18 meses de tiempo trabajado para la bolsa de empleo de Sacyl, una matrona de Castilla y León tardaba entre tres o cuatro años. A las que acababan ahora, con esos contratos de fidelización, se lo iban a dar nada más finalizar. Si te contrataban en Atención Primaria, tenías contrato de lunes a viernes, el sábado y el domingo no”, confiesa la de ASCALEMA.

Las profesionales de la Comunidad están formando una plataforma de afectados. “Nos queda un poco todavía, pero está ahí. Se va a llamar ‘Matronas Unidas de Castilla y León’”, asegura nuestra entrevistada que afirma que el pasado miércoles, 21 de septiembre, “recibieron una llamada de la Junta para que no hicieran la manifestación”.

“Nos dijeron que el consejero de Sanidad estaba comprometido y que iba a hacer contratos de larga duración a las sustitutas pero esto no arregla el problema. No solo las sustitutas tienen inestabilidad. Las interinas también. Creemos, además, que es imposible cumplir con lo que han dicho y hacer contratos de 18 meses a todas las matronas sustitutas”, añade Noelia Trigueros.

Desde ASCALEMA se muestran escépticas. Aseguran que iban a tener esta semana una reunión que no se ha producido y “de la que no tienen ningún tipo de noticias”. “Estamos esperando para reunirnos y ver cómo se va a hacer lo que tienen pensado”. “Pretendemos y lucharemos porque se cumpla lo que dice el Bocyl”, finaliza.

Todo comenzó el 5 de septiembre

La Consejería de Sanidad ofertaba a principios del mes de septiembre 114 contratos de fidelización a residentes de especialidades de Enfermería que concluyen este 2022 su formación EIR (Enfermero Interno Residente). El Boletín Oficial autonómico recogía el lunes, 5 de septiembre, la orden mediante la que se aprobaba ese programa de fidelización de residentes EIR mediante contratos que iban a tener una extensión de hasta tres años.

En concreto, en la comunidad castellano y leonesa se ofertaban 46 plazas para Especialidades Hospitalarias de Matrona (14), Salud Mental (14), Trabajo (5), Pediatría (12), Geriatría (2). La mayor parte tenían como destino Valladolid (14), León (9) y Burgos (6).

Un programa que consistía, como informaba el BOCYL, en la valoración y puntuación de los residentes por parte de un Comité de Evaluación y que tenía en cuenta aspectos como su grado de implicación, su trayectoria profesional y el mérito y capacidad demostrados durante los años de residencia.

Como establecía el Bocyl, la valoración de los residentes que optaran a estos contratos de fidelización se realizó antes del 19 de septiembre. Y el viernes 23 se iba a proceder al llamamiento de los candidatos “en un acto único, centralizado y telemático”, que no se llegó a producir tras el anuncio del retraso, para el año próximo, de estos contratos de fidelización.

Una matrona con un bebé recién nacido.

Rechazo de las matronas

Las matronas que se encuentran trabajando en la actualidad en Castilla y León, afectadas, emitieron un comunicado pocos días después en nombre de un “amplio grupo de compañeras matronas pertenecientes al SACYL con el fin de expresar su “profunda indignación ante el programa de fidelización en el que se iban a ofertar contratos de tres años de duración a los residentes que finalizan su formación en septiembre de 2022”.

“Esta medida, que tiene como objetivo la fidelización de residentes supone una grave discriminación a todas esas matronas que acabaron su formación hace años y que están situadas muy por delante a la hora de la contratación. Sin embargo, continúan con contratos eventuales y precarios de corta y media duración. Para nosotras es impensable e inalcanzable acceder a un contrato de tres años de duración, el cual, además, destinará una parte de la jornada laboral a investigación. Un privilegio que solo se nos otorga en determinadas ocasiones, generalmente declinado por falta de personal de sustitución”, aseguraba el comunicado de las matronas afectadas al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL de Castilla y León.

Añadían en su escrito, además, que “jamás se les ha ofrecido a ellas una oportunidad semejante” sino “muy al contrario”. “Llevamos años por debajo del número mínimo de contratación requerido para atender a las mujeres y a sus bebés de una manera segura y cumpliendo unos estándares”, apuntaban. 

“Tantos años de precarización y maltrato a nuestra profesión, con una falta absoluta de predicción, planificación y reconocimiento por parte de la Dirección y Supervisión, para que una vez más se vulneren nuestros derechos y se salten a cientos de matronas con años de trabajo y formación en beneficio de los recién acabados residentes. Si esta propuesta se hace efectiva, muchas matronas afectadas se verán obligadas a cambiar de Comunidad Autónoma en busca de mejores condiciones laborales”, amenazaban las afectadas en el escrito, antes de que se aplazara, hasta el próximo año, la entrada en vigor de estos contratos de fidelización.

Añadían que “no iban a parar hasta que esta medida se paralizase de inmediato” y se preguntaban “qué motivación había llevado a la Consejería a tomar tal decisión de manera unilateral y sin consenso ninguno con el colectivo de matronas”. “Tal es nuestra indignación que si esta medida no se frena de inmediato, comenzaremos una huelga de formación de carácter indefinido a todos los residentes de matrona que se formen en Sacyl, a sabiendas de que pagarán por ello los únicos que no son los responsables de esta situación de indignación”, finalizaban.

La medida se mantenía para las matronas

Representantes del Sindicato SATSE en Castilla y León y responsables de la Gerencia Regional de Salud acordaban el 13 de septiembre que el programa de fidelización de residentes en la categoría profesional de Enfermería, convocado por la Consejería de Sanidad y publicado en el BOCyL ese 5 de septiembre, quedara en suspenso hasta principios del próximo año 2023.

La razón que se argumentaba era que de esa forma coincidan en el tiempo dicha convocatoria para las enfermeras que han finalizado este año su formación sanitaria especialidad en centros, servicios y establecimientos de Sacyl con la puesta en marcha de las distintas bolsas de empleo en las diferentes especialidades de Enfermería para la Gerencia Regional de Salud.

La medida que se acordaba ese 13 de septiembre se refería a las especialidades de Enfermería Familiar y Comunitaria, pediátrica, de geriátrica, salud mental y del trabajo y se mantenía la convocatoria en el caso de las enfermeras especialistas en obstétrica y ginecología (matronas), con bolsa de empleo vigentes. “De esta forma, ambos procesos comenzarán a la vez, con lo que tanto los profesionales recién salidos como aquellos que finalizaron en años anteriores tendrán la oportunidad de incorporarse a Sacyl en condición de enfermeras especialistas”, apuntaban desde la Junta de Castilla y León a través de un comunicado.

Todo seguía igual para las matronas, aumentando su enfado y llegando hasta la concentración de este viernes.

El vendaje del piecito de Aimar tras la prueba del talón. Medir las bilirrubina del neonato, las pruebas metabólicas, y la evaluación puerperal completa de la madre entre las funciones de la matrona que se desplaza a los domicilios. Victoria Iglesias

“Agravio comparativo”

“No sabemos exactamente la duración ni la remuneración, pero sí sabemos que serán contratos de hasta tres años en hospitales de capitales de provincia. Con una parte de la jornada dedicada a la investigación y la formación, con un acceso a un máster gratuito. Nuestra formación es en nuestro tiempo libre y pagada por nosotros”, aseguraba a este periódico una de las matronas afectadas, antes de la manifestación del pasado viernes.

Añadía, además, que las profesionales que ahora consigan esos contratos de tres años “cuando acaben, entrarán en la bolsa de empleo con más puntos que las que llevan años” al “contar con puntos de la experiencia por tiempo trabajado, por el máster y por los diferentes artículos publicados”.

“Nos quejamos del agravio comparativo de que nosotras no tenemos acceso a un contrato de tres años y ellas, nada más finalizar, sí. Con la ventaja de seguir formándose e investigar en su tiempo de trabajo. Nosotros tenemos que pagarlo de nuestro bolsillo”, aseguraba y añadía que “están seguras de que les van a quitar trabajo y van a salir menos contratos para cubrir”.

Afirmaba que son muchos los compañeros de su promoción que “van encadenando contratos”. “Mis compañeros han cubierto una reducción de jornada aquí, un mes de vacaciones de Navidad en otro hospital, días sueltos en un centro de salud… con condiciones complicadas y muchas horas de trabajo”, denunciaba.

Las matronas de Castilla y León han conseguido parar los contratos de fidelización este año, pero continúan en pie de guerra y en la lucha por sus derechos.

 

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