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Muchas personas, en algún momento de su vida, deciden marcharse de su comunidad o país. Algunos motivados por la necesidad de conocer más allá de sus fronteras y otros por el impulso de buscar un trabajo mejor.

Castilla y León sufre desde hace años la pérdida de talento. El norte de Europa, por el contrario, se ha convertido en uno de los lugares elegidos para los ciudadanos que se van en busca de nuevas oportunidades.

Es el caso de Esther Juara, enfermera vallisoletana que se marchó a Noruega hace 13 años. Realizó un Erasmus en Suecia y, cuando volvió a la ciudad del Pisuerga, se enteró de que buscaban personal sanitario en Noruega y apostó por dar un giro radical a su vida.

Primero decidió estudiar el idioma durante un año, mientras no le salía trabajo, y después pudo adentrarse en su primer empleo. La estabilidad económica y las buenas condiciones laborales son lo que más valora y lo que le ha llevado a formar su vida allí, donde ya tiene dos hijos.

"No pasas por una oposición como en España. Aquí, normalmente, tú eliges dónde trabajar. Puede ser en una residencia de ancianos o en un hospital", explica en declaraciones a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León.

En este sentido, no importa si es del ámbito privado o público puesto que puede acceder de la misma forma. No solo eso, sino que uno de los puntos clave es la estabilidad que te ofrecen: "La gente se va porque acaba el contrato o porque quiere, es muy difícil que te echen".

Otra de las grandes diferencias que Esther encuentra es la capacidad de ahorro. "El sueldo te da para más aquí y, si quieres, te haces con dinero. Aquí puedo trabajar al 200%", explica. Y es que si decidiera trabajar los fines de semana, hacer guardias, podría ganar mucho más de lo que ya cobra.

En Noruega, si te pasas del 100% de las horas, que son unas 37,5, te lo pagan el doble. Una persona que se dedique a la rama sanitaria en Noruega "nadie gana menos de unas 30.000 coronas, que son unos 3.000 euros al mes". Esther asegura que, aunque acabes de comenzar, puedes recibir este salario con tu jornada y haciendo turnicidad.

En su caso, el sueldo es más elevado dado que cuenta con 12 años de antigüedad. Ahora trabaja solo de mañana, de lunes a viernes. Un horario que sería mucho más difícil de lograr en España. Lo que hace que, por ahora, no se quiera volver a su país de origen.

Una imagen de la enfermera vallisoletana Esther

La profesional sanitaria está en contacto con compañeras y amigas que trabajan en España y valora el buen ambiente laboral que existe. "Nos ayudamos más. La gente es agradable y respetuosa. No intentan pisarte. Allí, por lo que me dicen, sí que ocurre", sostiene.

Ella trabaja en un hospital desde hace cuatro años, aunque también ha estado en residencias. Reconoce que no es realmente complicado poder conseguir un trabajo. "Aspirar a más es mucho más fácil aquí. No conozco a nadie con un contrato fijo al que le hayan echado".

Todo tiene sus pros y sus contras. Y aunque está felizmente en su vida en Noruega, también echa de menos algunas cosas como "la vida social o a la familia".

Noruega, destino elegido

Es habitual hablar en la misma frase de enfermeros y Noruega porque son muchos los que eligen este país para desarrollar su trayectoria profesional.

La principal causa, como ha explicado Esther, son los salarios más altos y las mejores condiciones laborales. En este país tienen menos ratio de pacientes por enfermero, contratos estables y un mayor reconocimiento de su rol profesional.

Esta menor carga de trabajo hace que los enfermeros puedan prestar una mejor atención a sus pacientes. Además, los técnicos de enfermería están también bien formados y colaboran muy activamente con los enfermeros. Todo ello hace que sea uno de los mejores países para emigrar.