N.M.J / ICAL

Más de un centenar de vecinos se unieron hoy en la plaza del pueblo de Melgar de Fernamental (Burgos) en protesta por la decisión de la Fiscalía de Valladolid de archivar las diligencias y derivar el caso sobre la muerte de la joven burgalesa de 22 años Lidia González a la de Burgos. Las diligencias se abrieron el pasado mes de octubre tras la denuncia de su madre y de la Asociación Defensor del Paciente por la falta de diagnóstico y tratamiento del tumor cerebral que acabó con su vida.

“No pienso parar porque lo que han hecho es una injusticia”, denunció la madre de la joven, en referencia a la decisión de la Fiscalía de Valladolid y la labor del Hospital Clínico de la capital vallisoletana, donde la joven fue operada de un tumor cerebral. La Fiscalía de Valladolid notificó hace unos días a la familia la decisión de archivar las diligencias y derivar el caso a la Fiscalía de Burgos. Afirman no haber advertido “mala praxis ni negligencia alguna” en la actividad del Servicio de Neurología del Hospital Clínico, y que el seguimiento de la paciente le correspondía al Hospital Universitario de Burgos (HUBU).

Los familiares de la joven denuncian que tras ser intervenida para extirpar un tumor cerebral en el Clínico de Valladolid fue dada de alta “con un paracetamol” y nunca pudo recibir un tratamiento debido a que los resultados no llegaron a Burgos. “En Valladolid deberían haber hecho justicia con ella porque fue operada allí y sus resultados nunca llegaron”, denunciaron a través de un manifiesto.

“No todo puede esconderse tras la crisis del coronavirus. Existen patologías que tienen que ser tratadas. No comprendemos, aceptamos ni justificamos la falta de compromiso profesional”, leyó una de las primas de la joven, y aprovechó para volver a reclamar una atención sanitaria presencial.

Entre lágrimas y acompañada por sus otros dos hijos, Lidia García agradeció a todos los asistentes su presencia y apoyo, asegurando que no dejará de luchar para lograr justicia por su hija. “Ahora Burgos tiene la pelota en el tejado. Pido justicia y que se mire bien, sea la Fiscalía de Valladolid, de Burgos o el Tribunal Supremo si hace falta”, añadió.

Este encuentro contó también con la asistencia de Lydia Sainz-Maza y Fátima Bayona, hermanas de Sonia Sainz-Maza y Lidia Bayona, respectivamente, que fallecieron de cáncer y no fueron atendidas de manera presencial durante los peores meses de la pandemia. “Espero que la justicia no tape los abandonos sanitarios que han sufrido nuestros familiares o se van a convertir en cómplices de esos abandonos. Queremos que reconozca que nuestros familiares no han recibido la atención médica de la sanidad pública que necesitaban”, subrayó Lydia Sainz-Maza.

Asimismo, afirmó estar convencida que en muchas consultas los médicos han comenzado a ser “más sensibles, a abrir mejor los oídos y los ojos para que no se cometan errores tan graves”, aunque añade que eso no le sirve, puesto que la atención médica “sigue siendo mayoritariamente telefónica”. Ambas quisieron mostrar su apoyo a la familia de Lidia González y aseguraron que seguirán luchando junto a ellos.