Los sectores de las peluquerías, barberías y estéticas de Salamanca, bajo el paraguas de la Asociación Empresarios de Peluquerías Salmantinas (PESAL), de la Asociación de Empresarios de Centros de Estética de Salamanca (CESAL) y de la Confederación Empresarios de Salamanca (CES), en la que están integradas, instan al Gobierno de Pedro Sánchez a simplificar los trámites para dar luz verde a la ley que contemple la reducción del IVA al 10% en estos sectores, del que dependen cerca de 1.000 empresas en Salamanca, que generan más de 1.500 puestos de trabajo y que dan sustento a más de 2.000 familias.

La urgente petición se produce tras haberse conseguido ayer tras muchos esfuerzos por parte de CES, PESAL y CESAL que se aprobara en el Congreso la proposición no de ley, presentada por el Grupo Parlamentario Popular, para rebajar el IVA al 10% de las peluquerías, barberías y centros de estética. Ante este primer paso, CES, PESAL y CESAL exigen al Ejecutivo que ponga en marcha por iniciativa propia el proceso para la recuperación del IVA reducido del 10% y que no espere a que se le presente una proposición de ley al respecto para debatir en la Mesa del Congreso, puesto que estamos en un contexto “tremendamente difícil” por la pandemia del coronavirus, con continuas restricciones y sin ayudas directas que contribuyan a garantizar la supervivencia de estos negocios.

CES advierte que estos sectores “están al límite” y que llevan soportando un IVA desproporcionado al 21% desde 2012 “que ha provocado su retroceso y degradación durante ocho años”. Estamos hablando de que la recaudación en estos sectores se ha reducido en el cómputo global en un 35%, se han registrado pérdidas económicas de 140 millones de euros y se han destruido más de 50.000 empleos.

El presidente de CES, José Vicente Martín Galeano, señala que “estamos luchando por estos sectores porque consideramos prioritario esta bajada del IVA para su supervivencia. Hay que trabajar mucho para salir de esta situación, la más crítica que han vivido nunca”.



Desde el sector de las peluquerías, barberías y centros de estética de Salamanca lamentan que cuando el IVA ascendió al 21% ellos fueron los primeros en asumir los costes en lugar de los clientes. Ahora esperan que sin ayudas del Gobierno, al menos logren reducir el porcentaje y no se vean obligados a cerrar definitivamente.