El Movimiento en Defensa de la Sanidad Pública ha enviado un duro comunicado a la consejera de Sanidad de la Junta deCastilla y León, Verónica Casado, tras vivir hace unos días como la también médico de familia, rompía en llanto al recordar en las Cortes a los compañeros sanitarios fallecidos durante la crisis del coronavirus. 

Muchas han sido las muestras de apoyo para Casado tras su reacción, que traspasaba los medios nacionales. Pero en este caso, el Movimiento en Defensa de la Sanidad Pública ha recordado a la consejera sus gestiones anteriores al frente de la Sanidad de la Comunidad, antes de la llegada del coronavirus a nuestras vidas.

Reproducimos íntegramente, dicho comunidado:



El Movimiento en Defensa de la Sanidad Pública ha sido muy respetuoso con las medidas y el trabajo de los profesionales ante el COVID 19, en los duros momentos que todos hemos pasado decidimos mantenernos en silencio, no era el momento de hablar sino el de hacer y nuestros profesionales lo han hecho muy bien. 



Esta pandemia nos ha situado ante la certeza de saber la sanidad que realmente necesitamos y no la sanidad adulterada que algunos creían que necesitábamos. Ante las voces que nos demandan explicaciones consideramos que ya es hora de exponerlas, para nosotros nada es sorprendente, después de tantos años de denuncias públicas, máxime, ahora, cuando hasta la consejera no ha podido contener las lagrimas ante la perdida de vidas que esta suponiendo.



No somos quienes, para juzgar los sentimientos de otra persona, lo realmente importante es analizar los hechos que pudieron provocarlos:



1.-En julio hará un año que Verónica Casado se hizo cargo de la Consejería de Sanidad. Tras los recortes indiscriminados del PP se encontró con una deuda según sus palabras de 800 millones de euros. La Atención Primaria estaba en pie de guerra por la falta de médicos de familia y las enormes dificultades para atender adecuadamente los consultorios, suprimiendo días y horas de consulta y suprimiendo módulos de guardias, dejando a la población del medio rural sin la asistencia sanitaria digna y de calidad que precisaban. Las sustituciones del personal eran mínimas, los profesionales aún enfermos en muchos casos tenían que ir a trabajar por una gripe o catarro, no te daban la baja laboral, y mientras tanto se seguían externalizando pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas a clínicas privadas, incrementando con ello, cada vez más el déficit de la Consejería.

 

El panorama al que se enfrentaba la consejera requería, mucho trabajo, ideas y estrategia ya que no disponía de recursos económicos (llevábamos dos años con el presupuesto prorrogado, este es el tercero).



2. El equipo de trabajo que tiene en la Consejería en buena medida es el mismo que tenía el anterior consejero del PP, por lo tanto, no cambia la estrategia, sigue, aunque con más visibilidad pública con las mismas políticas de recortes, sobre todo en Atención Primaria (Plan de Aliste) y dando largas al resto de problemas sin ofrecer soluciones reales. En enero ya cifraba ella el desfase del gasto de la Consejería en 1200 millones de euros. En febrero de 2020 y con la COVID- 19 en ciernes todavía, se siguieron produciendo derivaciones a clínicas privadas, concretamente desde el Complejo Asistencial de Zamora a Recoletas por valor de más de 700.000 euros.



3. Tras las primeras noticias de los casos de COVID-19, a través de los Servicios de Prevención de Riesgos y Salud Laboral se informa del protocolo de actuación y de la previsión de equipos de protección. Dicha previsión debía de ser mínima, dado que a los Centros de salud se enviaron dos equipos individuales y en una medida un poco superior a los servicios de Urgencias.



La consejera no previó el desastre que se avecinaba, como tampoco ninguno de nosotros pudimos imaginarnos lo que iba a suceder a partir del mes de marzo. Pero lo cierto es que en su debe quedará el no haber realizado la previsión de compra de equipos, como si hizo el anterior consejero con la gripe A o el Ébola, entonces se gastaron 100 millones de euros en la compra de material de protección. Y es que, habiéndose pasado en el gasto en 1200 millones de euros por encima del presupuesto, tiene que ser muy difícil exigir a la Consejería de Hacienda que te habilite un crédito extraordinario para comprar equipos, por si por un casual los casos de China llegan aquí.



4.Los intentos de compra de equipos de protección y test a última hora, no llegan cuando se necesitan, ni los de la Junta ni los del Gobierno, el mercado no tiene stock y se fabrican bajo pedido y no siempre con las mejores garantías de seguridad.



Dieciocho sistemas de salud en este país, con capacidad individual de gestión, nuestros políticos deberían de repensar la idea de crear un órgano único de gestión sanitaria que diera cobertura permanente a todo el país, ante situaciones similares a esta y que en el futuro pudieran afectarnos.



En las semanas en las que los equipos escasean o no existen y todo se desborda con una cantidad enorme de casos, los profesionales sanitarios de nuestra Comunidad siguen trabajando, curan y cuidan y lo hacen a corazón abierto, dando lo mejor de sí, pero sin las medidas de protección adecuadas y sin conocer si han sido o no infectados. Se implementan protocolos de actuación, se habilitan canales diferenciados de entrada en urgencias, se concentra a los profesionales de Atención Primaria en los Centros de Salud y se habilita como medida el control de casos vía telefónica y las visitas domiciliarias a pacientes con patología grave. 



La atención ordinaria de casos se ve enormemente reducida y los Hospitales funcionan en base a criterios COVID-19 tanto de casos positivos, posibles, o negativos, habilitando plantas y espacios específicos, con las UCI al máximo de su capacidad e incorporando otros espacios donde existían aparatos de ventilación mecánica para aumentar el número de camas. Se contratan  nuevos profesionales y  todos, también los trabajadores de siempre, han de adaptarse a toda prisa a la nueva situación, mediante modificación de sus turnos, interiorización de los nuevos protocolos y sobre todo aprender a reducir la ansiedad tras el enfrentamiento a una enfermedad sumamente contagiosa y de alta letalidad,  pues su vida y su familia ahora más que nunca están presentes en sus pensamientos, ellos  trabajan sin las protecciones adecuadas y  el sistema sanitario es incapaz de realizarles test para identificar los posibles casos de contagio, aislarlos y poner en cuarentena a los compañeros o pacientes con los que han interactuado.



5. Los profesionales infectados aparecen, la primera muerte también llega y después de ella, otras más que se suman a las de tantas personas anónimas que está pandemia se ha llevado por delante.

Pero para la consejera los profesionales tienen nombres y apellidos, centro de trabajo, categoría profesional, son sus compañeros y nada va a remediar su pérdida, llore por ellos y también por todos los ciudadanos que han fallecido, llórelos junto a nosotros, a todos nos duelen.



Su llanto riega a toda la población, a todos los ciudadanos que nos han dejado, porque al margen del confinamiento que todos hemos sufrido y la tremenda responsabilidad que ha demostrado la población, lo que ha fallado son los recursos y por lo tanto la capacidad de respuesta, sin equipos de protección, sin test, solo nos quedaba encerrarnos en casa.  Nuestro sistema sanitario descentralizado, el mejor del mundo, se ha demostrado que no lo era, nos dormimos en los laureles, pensaron que disminuyendo sus presupuestos conseguiríamos excelentes resultados,  (recuerden el mantra del anterior Presidente de la Junta y de nuestro Exdelegado Territorial : “Nosotros vamos a hacer más con menos”), si no colapsó fue porque a los positivos por COVID-19 se les mantuvo en sus domicilios y porque se trató a las residencias de mayores como entidades sanitarias cuando ahora no lo son y cuando para hacer un traslado al Hospital desde estos Centros se necesitaba un milagro.



Y no se ha aprendido nada, dice la señora consejera que no se dan las condiciones para iniciar el desconfinamiento, pero por la puerta de atrás para no pagar el mes de mayo rescinde las 500 contrataciones de profesionales realizadas para dar soporte a las necesidades de la pandemia, una vez más los convierte en profesionales de usar y tirar.



El llanto y la impotencia son el triste epitafio del desastre que han generado las aberrantes políticas llevadas a cabo en materia sanitaria en nuestra Comunidad Autónoma en estos últimos años, señora consejera.