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El famoso artista zamorano José Luis Alonso Coomonte ha fallecido este 4 de diciembre a los 93 años. Se trata de una de las figuras esenciales del arte contemporáneo español, que en 2020 recibió el Premio de las Artes de Castilla y León, el máximo reconocimiento cultural de la Comunidad.

Nacido en Benavente en 1932, desarrolló una trayectoria marcada por la experimentación, el dominio del hierro y una dedicación constante a la docencia y al diseño. Además, durante años desarrolló su pasión artística desde el pequeño pueblo de San Marcial, donde tenía una vivienda y taller.

Coomonte creció en el taller de su padre ebanista, un entorno que definió su vínculo temprano con la madera y los materiales. A comienzos de los años cincuenta se trasladó a Madrid para formarse en la Academia de Bellas Artes de San Fernando.

José Luis Alonso Coomonte, el año que recibió el Premio Castilla y León de las Artes JL. Leal Ical

Allí coincidió con artistas como Valeriano Martín Turrión, Antonio López o Juan Antonio Palomo. Tras obtener una beca, completó estudios de escultura en París y, años después, se doctoró en Arte en la Universidad de Salamanca con una tesis centrada en su propia obra de rejería.

Su producción escultórica abarcó madera, hormigón, piedra, hierro forjado y cristal y fue pionero en la incorporación de nuevos materiales como el poliéster.

Sus inicios figurativos, muy vinculados al arte sacro, dieron paso a una evolución hacia lenguajes cubistas y abstractos. Obras como Discóbolo (1961), Equilibristas (1955) o Forma dinámica (1964) definieron esa transición. En la rejería desarrolló un estilo personal, imaginativo y reconocible.

El artista buscó unir el hombre y la naturaleza mediante la materia, el ritmo y el volumen. Integró piedra y metal en obras públicas como la Fuente del Parque de las Naciones de Madrid (1965).

Tal es el apoyo y cariño de Zamora al desaparecido escultor que existe una ruta de arte contemporáneo que recorre varias de sus esculturas y piezas de gran formato. No en vano, entre sus obras más recordadas figuran La Farola o el Miliario de la plaza de La Marina Española en Zamora y las celosías, balaustradas, puertas y rótulo monumental del Banco de España en la plaza de Cristo Rey.

Su obra ha sido estudiada en la universidad y analizada en trabajos como José Luis Alonso Coomonte y el aggiornamento del arte sacro español, de Javier Pedro Martín Denis.

Entre 1954 y 1958 realizó esculturas religiosas para iglesias y cofradías, como Nuestro Señor Flagelado o El Nazareno. En 1958 regresó a Benavente para trabajar como profesor de dibujo y abrir su taller.

Su proyección internacional llegó en 1960 al representar a España en la Bienal de Arte Sacro de Salzburgo con el Ostensorio, pieza con la que obtuvo la Medalla de Oro. La obra, exhibida en la Iglesia de San Juan del Mercado, forma parte hoy de la colección del Museo Reina Sofía.

En 1961 participó en la II Bienal de París con Escultura número 16-61 y fue seleccionado para exponer en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas. Ese mismo año presentó piezas como Homenaje a Paul Klee y Composición, realizadas en madera, hierro y cuarzo. Desde entonces recibió encargos continuos de imaginería, rejerías, mobiliario religioso y obra para Cajas de Ahorros.

En 1962 volvió a Madrid como profesor y fundó, junto a Kiko Argüello y Carlos Muñoz de Pablos, el grupo Gremio 62. Durante las décadas siguientes expuso en Madrid, La Haya, León, Ruan, Nueva York, México y París.

Sus trabajos litúrgicos de los años sesenta y setenta (sagrarios, custodias, lámparas o rejas) se conservan en templos zamoranos como Cristo Rey, Lourdes o San Lorenzo.

El alcalde, Francisco Guarido, junto al escultor José Luis Alonso Coomonte en 2016 cuando se recuperó su escultura ‘Equilibrio horizontal’ Ical

En los años setenta desarrolló piezas de pequeño formato que él mismo definió como de "pop irónico", expuestas posteriormente en Salamanca (2005) y Madrid (2011).

También participó en ediciones de Las Edades del Hombre, como Contrapunto 2.0 en Salamanca, con la obra El paraíso perdido.

En 2021 presentó la exposición Coomonte, reto y materia en el Museo Etnográfico de Castilla y León, y ese mismo año fue distinguido con el Premio Castilla y León de las Artes. En 2025 Benavente le dedicó la muestra Coomonte en Benavente, vuelta a casa, organizada por el Centro de Estudios Benaventanos Ledo del Pozo.

Su trayectoria incluyó también el diseño. Consideraba este ámbito "un mundo amable, como un dormir en un sueño bonito". Creó objetos inspirados en el romanticismo, el art nouveau y el art déco, y defendió la necesidad de "salvar el objeto, lo entrañable". Entre esas piezas destacan pequeñas esculturas como Pliegues o las series de Seseras.

El dibujo fue para él un refugio creativo y una forma de pensamiento. Según sus estudiosos, "para alguien como Coomonte es imposible renunciar a pensar y para él pensar es sinónimo de dibujar". En 2017 protagonizó en el Museo de Zamora la exposición El dibujo infatigable.

Su labor docente comenzó en Benavente y Madrid. Entre 1986 y 2002 enseñó en la Escuela de Bellas Artes y Oficios de Zamora y en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca. También colaboró con la Fundación Capa y dirigió la Bienal de Escultura Ibérica Contemporánea de Zamora, creada en 1986.

La despedida al escultor que hizo historia

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha manifestado a través de sus redes sociales que lamenta "profundamente" el fallecimiento de José Luis Alonso Coomonte.

Mañueco ha definido al zamorano como "uno de los mejores de los nuestros, creador único". Por ello, el presidente de la Junta cree que "su obra quedará para siempre en la historia del arte de nuestra tierra".

Posteriormente durante un acto en Mofarracinos, el presidente ha asegurado que Coomonte "deja un gran vacío porque desarrollaba una actividad escultórica muy importante, no solo en Zamora o en Castilla y León, sino en toda España".

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, entrega el Premio Castilla y León 2020 de las Artes a José Luis Alonso Coomonte Brágimo Ical

Mañueco ha recordado que "son muchas las obras que están repartidas a lo largo y ancho de la geografía de Castilla y León y de España", por lo que considera que "el legado de su obra y también su labor docente serán una referencia" para las generaciones futuras.

El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, también ha utilizado sus redes sociales para despedirse de Coomonte y destacar "la "dimensión humana" del escultor y su capacidad de adelantarse a su tiempo, incluso durante la dictadura.

Guarido ha manifestado su reconocimiento a Coomonte por su trayectoria, señalando que "no profundizo en su obra, que expertos habrá" para dicha tarea.

El alcalde de Zamora ha querido recordar en su despedida los encargos recientes del Ayuntamiento, como la escultura de la rotonda del Puente de los Poetas y la cruz del cementerio de San Atilano, que realizó tras derribar la anterior por peligro de derrumbe.

José Luis Alonso Coomonte y Francisco Guarido en la rotonda del Puente de los Poetas

Guarido ha explicado que, aunque ambos eran ateos, coincidían en que la cruz del cementerio no era un símbolo religioso cristiano, sino "un símbolo de religiosidad general en el imaginario colectivo".

Asimismo, el alcalde zamorano ha destacado la intensa actividad de Coomonte en la Escuela de Sabiduría Popular en los años 90, donde disfrutaba como un niño enseñando y contribuyendo al desarrollo cultural que hoy permite contar con el Campus universitario de Zamora.

La Diputación de Zamora, a través de su presidente Javier Faúndez, ha expresado su más hondo pesar por el fallecimiento de Coomonte, a quien califican como "uno de los creadores más singulares y admirados de la provincia".

La corporación provincial recuerda al benaventano como un "referente indiscutible del arte contemporáneo" y una "figura imprescindible en la vida cultural de Zamora", cuya trayectoria estuvo marcada por la innovación y un lenguaje escultórico propio, arraigado en la materia y explorando el diálogo entre forma y espacio.

La institución provincial ha destacado también su faceta docente, que dejó "huella en generaciones de artistas" a través de la Escuela de Bellas Artes y Oficios de Zamora y la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca.

La Diputación Provincial ha asegurado que sus esculturas, obras en templos, plazas y edificios públicos, forman parte "inseparable" del patrimonio cultural de la provincia.

Faúndez ha trasladado su "más sentido pésame" a familiares, amigos, discípulos y a toda la comunidad cultural que hoy llora la pérdida de un "creador irrepetible", cuyo legado permanecerá siempre entre nosotros.

Por su parte, el Ayuntamiento de Benavente ha hecho público un mensaje a través de sus redes sociales para "transmitir nuestras condolencias a familiares y amigos del artista cuyo legado permanecerá siempre con nosotros".

El Ayuntamiento de Zamora ha querido también trasladar en un comunicado su "más sentido pésame" a familiares y amigos de José Luis Alonso Coomonte.

En un comunicado, el Consistorio ha destacado que el escultor fue "una figura esencial de nuestro arte contemporáneo" y que su legado permanecerá "como referencia imprescindible para futuras generaciones de artistas y amantes de la cultura en Zamora y España".