Ocho horas de trabajo respetadas, posibilidad de ampliar conocimientos prácticos, sector en alza, estabilidad laboral y 1.600 euros líquidos de sueldo. En principio, parecen unas condiciones muy interesantes para cualquier joven (y no tan joven) trabajador en busca de empleo. Pues es lo que se ofrece de media en el sector de los electricistas de Zamora y no parece estar dando resultados.
El presidente de la Asociación Empresarial de Instalaciones Eléctricas y Telecomunicaciones (AEZA), Javier Hernández, confiesa a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León que tienen un "problema muy grande y real" por falta de jóvenes aspirantes, pese a que hay trabajo, sueldos dignos y futuro, pero falta implicación.
Así que el sector vive un momento contradictorio. Abundan los encargos, se acumulan las reformas, los ascensores esperan meses y las empresas rechazan trabajos porque no alcanzan a cubrirlos.
Pero, al mismo tiempo, faltan jóvenes que quieran aprender el oficio. "Los pocos que hay formados no tienen ganas de trabajar", lamenta Hernández. "Quieren estar allí, quieren cobrar, pero hacer lo mínimo", recalca.
"Estamos criando comodones"
Para el presidente de AEZA, el problema no está tanto en los chavales, sino en la educación y en las familias. "Estamos criando comodones", sentencia.
Y apunta directamente a los padres que, probablemente con buena intención, están ejerciendo una "sobreprotección" sobre sus hijos que acaba derivando en una falta total de interés por desenvolverse en el mercado laboral y por esforzarse por su futuro como adultos.
Como decíamos, no se trata de falta de oportunidades. El sector ofrece sueldos dignos y estabilidad, incluso en una provincia tan sumamente castigada por la despoblación y la falta de inversiones potentes. Un empleado medio cobra entre 1.200 y 1.600 euros netos al mes y que sube a los 1.885 euros de media en España.
Una cifra nada deseñable teniendo en cuenta que el sueldo medio en Zamora está situado en los 1.375 euros mensuales y en España en los 1.920 euros, según los datos de 2024.
"Y si el chico te funciona, se lo pagas con gusto, porque no quieres que se te vaya. El problema es que no hay de donde coger en el mercado laboral. No encuentras gente", recalca el presidente de AEZA.
El oficio, además, tiene recorrido económico y un desarrollo profesional muy interesante. Un trabajador asalariado puede ganar un buen sueldo, pero quien da el valiente salto al autoempleo puede llegar mucho más lejos. "Un autónomo que trabaja bien puede sacar 2.500 euros al mes limpios", explica Hernández.
Eso sí, ser autónomo requiere de un esfuerzo y pasión al que hay que estar muy dispuesto. Ser autónomo significa hacerlo todo: "Eres el que mete los cables, el que compra, el que factura, el que lleva al contable, el que va al cliente, el que genera impuestos y boletines. No es físico, pero es una carga brutal".
A la jornada laboral del autoempleo se suma "una segunda jornada burocrática" impuesta por distribuidoras, industria y administraciones. "Te copa muchísimas horas", advierte el presidente de AEZA.
"Hemos pasado de enseñar a pescar a dar el pez"
Y aún con estos atractivos números, Javier Hernández insiste en que no todo es cuestión de dinero, sino también la oportunidad de enriquecerse como profesional de un oficio en el que se hayan formado y que, supuestamente, es su vocación.
El presidente de AEZA insiste en que entrar a este mercado laboral significa tener una formación constante y "si pones interés, tener una muy buena forma de ganarte la vida".
Pero teme que la cultura del esfuerzo esté desapareciendo entre las nuevas generaciones. Algo por lo que vuelve a señalar a las familias, de las que cree que "estamos ayudando mucho. No estamos enseñando a pescar, estamos enseñando a ir a por el pez".
Es una "juventud sobreprotegida y con cero cultura del esfuerzo", como él mismo la define, pero no solo los apunta a ellos. El presidente de AEZA cree que se ha producido un cambio de paradigma donde, en lugar de pensar activamente en buscar un empleo o emprender "son más los que cobran que los que pagan". Algo que considera insostenible para el sistema económico y social del país en el medio plazo.
Oficios sin relevo
Un reloj en contra totalmente imparable, en el que la edad de estos profesionales corre muy en contra. Javier Hernández explica que la media de edad de su sector ronda los 55 años. Por lo que cree que "en diez años, esto va a ser un problema muy grande y real", ya que los profesionales escasean cada vez más y no tienen a quién dejarles sus conocimientos e, incluso, su cartera de clientes.
Javier Hernández tiene muy claro que "si un joven se forma y pone ganas, tiene un futuro brillante. No hablamos de un relevo miserable, sino de un relevo muy bueno". Y es que estos profesionales ya asentados están deseosos de tener quienes tomen el relevo de sus empresas y clientes. "Ojalá el día de mañana, cuando me jubile, pueda tener a alguien a quien ceder mis clientes y mis conocimientos", recalca.
Un problema que se extiende a todos los gremios. "Encontrar un fontanero, un mecánico, un yesero, es complicadísimo. Lo que pensamos que es una burbuja de trabajo, en realidad es una falta de profesionales. El trabajo que debería recaer sobre muchos, recae sobre los pocos que quedamos", explica.
La esperanza en la FP
Castilla y León cuenta con uno de los sistemas de formación profesional más completos de España, que ya ha regularizado la formación online y semipresencial. Una FP que ofrece formación en estos ámbitos profesionales cuya demanda laboral está totalmente disparada.
Dos centros educativos zamoranos (el IES Río Duero de Zamora y el IES Los Sauces de Benavente) ofrecen el 'Título Profesional Básico en Electricidad y Electrónica'. Estos centros forman a estos futuros profesionales en un campo muy amplio, en el que se incluye la electrónica, las energías renovables o programación de autómatas, que necesita con urgencia nuevos trabajadores y que no consigue encontrar.
Pero los alumnos son pocos. "Debería haber más", lamenta Javier Hernández. Por eso, desde AEZA quieren impulsar visitas a los institutos y colegios "con una buena presentación" para despertar la vocación en los jóvenes zamoranos. "La electricidad gusta. A todos los críos les llama mogollón la electricidad. Pero no la hacemos atractiva", señala.
Aunque la asociación está en el buen camino, organizando eventos tan importantes como la fase provincial del Concurso Nacional de Jóvenes Instaladores, que da alas a los nuevos profesionales para darse a conocer en el sector incluso antes de terminar su formación.
