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El director técnico de extinción, Antonio Rodríguez, ha confirmado este miércoles que el incendio de Molezuelas de la Carballeda sigue activo y con un comportamiento "muy complicado". Sin embargo, y ante una situación que se preveía que fuese a complicarse durante la tarde, las llamas han dado una tregua.

Informaban de que podría empeorar por la llegada de tormentas secas, fuerte aparato eléctrico y vientos erráticos, condiciones que, según ha advertido, "pueden reactivar el fuego en varios puntos y dificultar gravemente el trabajo de los equipos". Lo cierto es que, al final, han logrado rebajar la intensidad de un fuego que ha calcinado una superficie estimada de 7.000 hectáreas.

Antonio Rodríguez subrayaba que "la prioridad absoluta es la seguridad de las personas" y que se sigue trabajando "sin descanso" para estabilizar el perímetro. Lo que obligaba a desalojar a unas 1.000 personas de nueve localidades que, finalmente, han podido volver a sus viviendas a última hora de la tarde.

Concretamente, se trata de los vecinos de Cubo de Benavente, Uña de Quintana, Morezuelas de la Carballeda, Congosta, Alcubilla de Nogales, Villajeriz, Fuente Encalada, Carracelo de Vidriales y San Pedro de la Viña. Además del confinamiento de Ayóo de Vidriales.

Además, han levantado la orden de cortes de carretera en la zona y desde Unión Fenosa han comunicado que todas las instalaciones de baja tensión están conectadas y con energía, por lo que se han solicitado a los vecinos que no las toquen y avisen en caso de "cualquier incidencia". 

Asimismo, Prada ha agradecido el "magnífico comportamiento" de los ciudadanos y el "excepcional trabajo" del operativo deextinción de incendios, bomberos de la Diputación, que seguirán en la zona para reducir el índice de gravedad potencial 2, que se mantiene a estas horas.

Un fuego que, según explicaba Rodríguez, ha tenido una propagación inusualmente rápida. "Ha corrido muchísimo". Y es que, las llamas comenzaron en la comarca de La Carballeda, en Zamora y ya alcanzan La Bañeza, lo cual cree que se ha producido por el "factor agrícola", con "mucha tierra cosechada de paja y rastrojo".

Además, ha añadido que se trata de "un fuego muy rápido", en el cual se enfrentan a focos secundarios "que surgen a gran distancia del perímetro principal".

Por ello, el técnico de extinción de incendios ha subrayado que "la prioridad absoluta es la seguridad de las personas" y que se sigue trabajando "sin descanso" para estabilizar el gran perímetro afectado.

Cabe recordar que el programa Copernicus ya tiene una estimación de 22.843 hectáreas arrasadas, según los datos actualizados esta mañana por sus satélites.

Desde la Subdelegación del Gobierno en Léon han informado, a las 17.30 horas, que la Guardia Civil ha procedido al desalojo de Valle de la Valduerna (82 personas), Castrotierra de la Valduerna (186 personas), Palacios de la Valduerna (353 personas) y Fresno de la Valduerna (683 personas), que irán a los albergues que Cruz Roja mantiene en La Bañeza.

El fuego mantiene el nivel 2 de peligrosidad y ha provocado cortes en varias carreteras de la zona: la ZA-P-2454 entre Congosta y la ZA-110; la ZA-110 entre la ZA-P-2554 y el límite con León; la ZA-P-1511 de Fuente Encalada a Alcubilla de Nogales; y la ZA-111 de Cubo a la provincia de León, cortada por la Diputación entre los puntos kilométricos 15 y 18.

Sin embargo, a las 20:39 horas, aseguraban que todos los vecinos evacuados iban a ser realojados y podrían pasar la noche en sus casas. Además, han informado de que las carreteras han sido abiertas al tráfico.

Según los datos de la Guardia Civil de esta mañana, un total de 382 personas han sido evacuadas de Congosta, Villageriz, Alcubilla de Nogales, Fuente Encalada, Carracedo y San Pedro de la Viña. Ayoó de Vidriales permanece en confinamiento domiciliario por la cercanía del humo y las llamas.

Los realojos se concentran en la residencia Las Nieves, en Camarzana de Tera, que acoge a 93 personas, entre ellas dos con movilidad reducida y una embarazada trasladada en ambulancia.

Además, en Nogarejas (Castrocontrigo, León), un voluntario de 35 años, Abel Ramos, falleció ayer mientras trataba de defender su pueblo del fuego. Otro hombre, de 37 años, que lo acompañaba, continúa ingresado en la UCI en estado crítico con quemaduras en el 85% de su cuerpo.