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La Sierra de la Culebra vuelve a estar en llamas tres años después del desastre de 2022. Lo poco que quedaba de este parque natural zamorano vuelve a ser pasto del fuego, esta vez, en la zona de Puercas de Aliste y Gallegos del Río.

Un fuego que parecía que había remitido gracias a las breves tormentas que ayer se dejaron caen en la provincia de Zamora, pero que al venir cargadas de rachas de viento de 100 kilómetros por hora, volvieron a desatar el desastre en la zona.

Y el caso más grave lo encontramos en Abejera de Tábara. Las ráfagas de viento, con cambios bruscos de dirección hacia el noreste, empujaron las llamas hasta el casco urbano en cuestión de minutos, justo cuando los vecinos iban a ser desalojados se vieron atrapados por las llamas.

Los Bomberos de Zamora participando en la extinción de las llamas en Abejera de Tábara Cedida

En redes sociales, algunos usuarios relatan que "el viento cambió de dirección y en cuestión de 15 minutos había llegado a Abejera. Hemos tenido que huir en desbandada",

Así, seis personas han resultado heridas; y cuatro de ellas presentan quemaduras graves y han sido trasladadas al Hospital Río Ortega de Valladolid. Las otras dos, con quemaduras leves, permanecen ingresadas en la UCI del Hospital Virgen de la Concha de Zamora.

Otras personas han sido atendidas por intoxicación de humo, y varias construcciones de la localidad han ardido. De hecho, un depósito de gasolina ha explotado en una de las naves que se hvisto afectadas por el incendio en el municipio.

"Ha sido un momento crítico, con un fuego que ha llegado muy rápido al pueblo", ha confirmado el delegado territorial de la Junta en Zamora, Fernando Prada. Las llamas obligaron a evacuar de inmediato a todos los vecinos, quienes salieron con lo puesto de su pueblo.

Abejera es una de las ocho localidades desalojadas por este incendio junto a Puercas, Ferreruela, Losacio, Valer, Ríofrío, Sarracín y Bercianos de Aliste.

Incendio en Abejera de Tábara Cedida

En total, 1.084 personas han tenido que abandonar sus casas. En Alcañices han sido realojadas 171, atendidas por Protección Civil y Cruz Roja. Otras 50 se encuentran en Tábara, repartidas entre el auditorio habilitado por el Ayuntamiento y viviendas particulares. El resto ha sido acogido en el polideportivo de Alcañices y en los locales de la estación, con 44 camas disponibles.

A las ya desalojadas, se suman las de la localidad de Sesnández de Tábara, que han sido evacuadas durante la tarde de este miércoles por el avance de las llamas. 

La magnitud del incendio ha obligado a cortar varias carreteras: la vía local Abejera-Valer, el acceso Abejera-Gallegos del Río, la ZA-P-2433 entre Puercas y Ferreruela, y la ZA-902 desde su cruce con la ZA-P-1405 hasta la ZA-V-2419.

También la línea férrea convencional permanece cortada, aunque ya estaba restringida por obras desde las 3.50 horas, sin circulación de trenes prevista, según indica la Subdelegación del Gobierno en Zamora.

La evolución del incendio mantiene en alerta a los equipos de emergencia. "Las condiciones meteorológicas siguen siendo adversas y cualquier cambio de viento puede complicar la situación", ha advertido Fernando Prada.

El viento complica la lucha el fuego

Además, según la actualización del mediodía de la Delgación Territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, las condiciones meteorológicas adversas están complicando desde primera hora de la tarde los trabajos del operativo contra los incendios Molezuelas de la Carballeda y de Puercas, cuya situación es “complicada”.

En la extinción participan efectivos de la Junta de Castilla y León, medios del MITECO, Diputación Provincial, el Ayuntamiento de Zamora, UME, Guardia Civil y Protección Civil. El dispositivo trabaja de forma intensa para sofocar ambos incendios y estabilizar el perímetro ante una previsión meteorológica desfavorable que añade dificultad a las maniobras.

Ambos fuegos conservan focos activos que, empujados por el viento, se desplazan hacia el norte de la provincia. El objetivo inmediato del operativo de extinción es contener la propagación y la reproducción en esa dirección, salvaguardando la seguridad de las personas y la protección de las poblaciones que podrían verse afectadas por cambios bruscos en la dirección e intensidad del viento.

La Junta de Castilla y León reitera su llamamiento a la colaboración ciudadana para seguir estrictamente las indicaciones de las autoridades. Permanecer en un municipio desalojado o regresar antes de que se autorice la vuelta “puede entrañar un grave peligro”, especialmente por la posibilidad de cambios repentinos en el comportamiento del fuego debido al viento.