Arturo Carrera es profesor desde hace tres años de Educación Física en el IES Valverde de Lucerna, en Puebla de Sanabria y hasta el 9 de junio, usuario diario del AVE Zamora-Sanabria AV. Pero ya no.
Funcionario interino, podía haberse quedado en Zamora capital el pasado curso, pero decidió quedarse en la bella comarca sanabresa en una apuesta real por la España Vaciada.
Aunque la supresión de las frecuencias matutinas de la línea de Alta Velocidad Madrid-Vigo está haciendo cambiar sus planes contra su voluntad.
Este bilbaíno, que llegó a Zamora con 32 años, era de aquellos funcionarios abocados a acudir a Puebla de Sanabria en coche para acudir a su centro escolar.
Al principio, iba a diario en coche con otros tres compañeros y "nos íbamos rotando cada día cada uno", para pasar mejor el trago de un viaje diario hora y media.
Un trayecto de 250 kilómetros diarios, que tiene un peligro por todos sus usuarios bien conocido: la fauna salvaje. "Era raro el día que no nos encontráramos con ciervos, jabalíes o zorros, toda la fauna que pueda haber por la comarca se nos ha cruzado en algún momento", explica.
Así que la puesta en funcionamiento de la estación de Otero fue un alivio. "Decidimos optar por el tren porque era una alternativa muy buena", explica.
Dejaban un coche allí, viajaban en AVE desde Zamora unos 27 minutos y luego recorrían los 7 minutos restantes en vehículo hasta el centro educativo. Calcula que ganaban unas dos horas diarias entre la ida y la vuelta.
Y no solo era una cuestión de tiempo. Arturo destaca "la tranquilidad que supone venir en el AVE, que te puedes traer tu portátil, hacer alguna cosa, leer, relajarte, echarte una cabezada, lo que quieras".
También había un descanso físico y mental y una mejora en la calidad de vida "Madrugas menos, llegas antes a casa", detalla.
Pero eso ahora ha cambiado y la vuelta a los turnos para conducir se está haciendo muy dura tras dos años yendo en AVE. "Estoy terminando de comer a las cuatro y media, cinco. Cuando de la otra manera a las tres y media ya habías terminado de comer", añade.
La supresión de las tres frecuencias matinales ha supuesto un retroceso que él describe como "una faena" y que no solo afecta a docentes o trabajadores, sino también a "la gente de Sanabria, para ir a Zamora a servicios básicos, gente que esté con tratamientos oncológicos, gente que tiene que ir a hacer compras y tal".
"Te quitan de comer jamón para darte chóped"
La vuelta al coche les ha roto la rutina a él y a "otros compañeros de otros ámbitos, gente del centro médico, farmacéuticos o funcionarios".
Y confiesa que se hace aún más cuesta arriba que antes: "Ya habías cogido una rutina y esto es como si te quitan de comer jamón para darte chóped".
Aunque Arturo lo que peor lleva son los madrugones, ya que a las seis y media tiene que salir "a que le toca al coche, para empezar la rutina de recoger a tus compañeros".
Arturo siente que esta decisión se ha tomado de forma arbitraria por parte de Renfe y el ministro de Transportes, Óscar Puente.
"Todos, aunque nos digan lo contrario, pensamos que ha sido porque el señor alcalde de Vigo ha dicho que quería quitar esta parada. Y encima, cada vez que tiene la oportunidad, sale vanagloriándose de lo que ha conseguido", explica muy enfadado.
Por eso cree que la preocupación de Renfe debería ser que el servicio era mejorable, ya que "raro era el día que llegaba puntual".
Así que defiende que, en lugar de suprimir servicios, la empresa ferroviaria debería centrarse en mejorar los tiempos reales. "Lo que tienes que preocupar es que tus trenes salgan puntuales y lleguen puntuales", recalca.
"Me estoy planteando renunciar"
A pesar de estar muy satisfecho en su destino, Arturo reconoce que la situación le hace dudar. "Por mi puntuación el año pasado, yo podía haber estado en Zamora, pero decidí por decisión propia estar en Puebla".
Pero ahora, con este retroceso, "me estoy planteando renunciar" y pedir destino en un centro de Zamora capital.
Arturo recalca con evidente pena que está "súper a gusto" en el IES Valverde de Lucerna, porque "se trabaja muy bien".
Elena, nuestra directora, es una tía que lleva el instituto de lujo y encima es una peleona también", dice con cariño. Y es que confiesa que "cuando empiezas a sentir algo de arraigo en un sitio, el dejarlo, te da pena".
En su grupo, "yo y otro compañero sí nos lo hemos planteado". Los demás no pueden, porque tienen plaza definitiva o más dificultades para cambiar de destino, pero esta opción está muy en la mente de muchos funcionarios de la comarca.
"En campaña electoral todos somos iguales, pero en el día a día no"
Para Arturo, lo que está ocurriendo es el ejemplo práctico del abandono de la España vaciada. "En campaña electoral todos somos iguales, todos merecemos los mismos servicios, pero te das cuenta de que cuando están metidos en el día a día, los intereses que tengan les determina y les marca" asegura.
Y no se muerde la lengua al asegurar que "da igual el color político, todos miran por sus propios intereses".
Eso sí, tiene buenas palabras para el alcalde de Puebla de Sanabria, José Fernández; y para el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Zamora, David Gago. Para Arturo, ambos socialistas "son los únicos que les he visto yo un poquito de interés".
A otros, como el secretario provincial del PSOE de Zamora, Antidio Fagúndez, le reprocha su silencio y cree que podría hacer más.
"Está callado, porque si ladra, igual su jefe se enfada y se queda sin los 7.000 euros que cobra todos los meses", asegura.
Apostar por la España Vaciada
Uno de los argumentos de Renfe para suprimir el servicio es que era deficitario en la zona. Su presidente, Álvaro Fernández Heredia, llegó a asegurar que "solo ocho personas al día" utilizaban la parada de Otero de Sanabria.
Este profesor no solo niega el dato, sino que, además, asegura que "da igual", apelando a que se trata de un servicio público. Por ello pone como ejemplo a la Junta de Castilla y León, que "está manteniendo colegios abiertos con tres niños". Lo cual, asegura que eso sí es apostar por la España vaciada".
También se indigna con el contraste entre los servicios públicos que se eliminan en la provincia y los beneficios que se financian con los impuestos de todos.
"A mí me quitan este derecho, pero yo de mis impuestos tengo que pagar un abono gratuito de un tío de Madrid para que se monte en el Metro. Pues no me parece bien", recalca enfadado.
Finalmente, Arturo anima a los zamoranos a "reivindicar más". Considera que la manifestación de las pasadas semanas en la estación de tren de Zamora, "debía haber sido de 15.000 personas y no de 4.000".
Este vasco de pura cepa compara las movilizaciones en Euskadi con las de esta provincia y las ve insuficientes. "Allí se pelea con todo, no se conforman y luchan", detalla.
Pero tiene la sensación de que en la provincia de Zamora "nos conformamos", pese a la gran pérdida natural que tuvo que sufrir la comarca de Sanabria para la construcción del AVE.