El espacio natural protegido de la Sierra de la Culebra es una joya natural inigualable del territorio nacional. Y digo es, porque lo sigue siendo. Y es que, pese al devastador incendio que ha devorado 25.228 hectáreas de terreno, la Culebra se extiende por 70.000 hectáreas de gran valor faunístico y vegetal, que sigue vivo y merece ser visto. No todo se ha perdido y, ahora más que nunca, es el momento de descubrir y enamorarse de este imponente territorio natural, con su grandísima riqueza medioambiental aún viva y aún mágica. 

Una veintena de pueblos, con miles de vecinos que, de una manera u otra, hacían de la Sierra de la Culebra su modo de vida. Personas que luchan cada día por mantener viva la mal llamada España Vaciada, que eligieron (o no) no dejar morir los territorios pegados a la naturaleza. Ganaderos, apicultores, recolectores de setas, promotores de turismo rural, hosteleros, restauradores... Personas cuya desesperación y tristeza ha copado las portadas y televisiones del país durante los últimos días. Pero apagado el foco, al acabarse los stories de Instagram y publicaciones en Facebook de apoyo y solidaridad, ¿qué ocurre? ¿Cómo se puede ayudar?

Pues se da la casualidad de que el verano está a la vuelta de la esquina y este hecho puede ser una oportunidad de oro para aportar un granito de arena al territorio de la Sierra de la Culebra, y hacerlo, además, disfrutando. Este encantador enclave natural aún ofrece multitud de opciones de descanso y diversión estival para los próximos meses. 

Playas fluviales

Playa de los Molinos en Villardeciervos (24 junio 2022)

¡Vaya, vaya, en la Culebra sí hay playa! Y es que una de las cosas que más sorprenden a los visitantes noveles son las playas que rodean el imponente embalse de Valparaíso. En la Sierra de la Culebra destacan tres playas fluviales: Villardeciervos, con su famosa playa de los Molinos; Cional y Manzanal de Arriba, que es la más pequeña pero ofrece zona de camping. Todas ellas cuentan con una zona de restauración; y la opción de realizar actividades de agua como piragüismo, alquiler de motos de agua, kayak o windsurf. O simplemente, remojarse en un lugar tranquilo, cómodo, con espacios amplios y de gran belleza natural.

Las aguas del Tera son azuladas, limpias y apacibles; y su entorno está rodeado por frondosos árboles que, afortunadamente, el fuego ha respetado. Desde la Oficina de Villardeciervos indican que el incendio "no alcanzó" el entorno arbolado que rodea las playas del embalse. Por lo que sus playas fluviales son un lugar excelente para poder disfrutar del esplendor de la Culebra, aún intacto. 

Además, varias localidades como Riomanzanas o Villarino de Manzanas cuentan con pequeñas piscinas naturales, donde también es posible disfrutar de un agradable baño y descanso, en un entorno único.

Pueblos con encanto

Villardeciervos

Hasta 18 municipios tuvieron que ser desalojados en los momentos más duros del incendio. Afortunadamente, el fuego no llegó a afectar de gravedad a ninguno de ellos y la evacuación de sus vecinos se realizó solo como precaución. Y es que otro de los grandes atractivos de la Sierra de la Culebra es la riqueza arquitectónica de sus municipios. Este territorio esconde verdaderas joyas históricas dignas de un agradable paseo.

La primera visita obligada es, sin duda, Villardeciervos. Este municipio fue declarado conjunto histórico artístico en 1987, como un exquisito ejemplo de la arquitectura rural carballesa, típica de la zona. Esta villa cuenta con grandes casas de piedra de sillería, con origen en el contrabando y viviendas señoriales. Edificaciones con grandes portones con arcos o dinteles, enormes aleros y bellísimos balcones. 

Un pueblo en el que también se pueden visitar vestigios de pobladores prerromanos en la Peña del Castro. En su cita, a 170 metros de altura sobre el pueblo, se forma una muralla de bloques de cuarcita, que lo rodea aprovechado sus crestones de roca.

Igualmente, la Oficina de Turismo de Villardeciervos recomienda no perderse los conjuntos urbanos de las localidades vecinas de Flechas de Aliste, Santa Cruz de los Cuérragos (pueblo declarado de interés turístico en la categoría de Conjunto Etnológico por la Junta de Castilla y León), Riomanzanas de Aliste; o Rihonor de Castilla (Rio de Onor), un pueblo dividido entre España y Portugal, único en la Península Ibérica.

Alojamientos rurales

La Asociación Zamorana de Turismo Rural (Aztur) tiene una treintena de asociados que regentan casas rurales en la zona de la Sierra de la Culebra. Su presidenta, Patricia García Gómez, detalla que, aproximadamente, doce de estas se ubican en la comarca de Aliste, unas ocho en La Carballeda; y cinco en Los Valles de Benavente. Pero algunos de los asociados reconocen a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León que "somos muchos más, casi en cada pueblo hay un alojamiento rural".

Y es que la veintena de pueblos que vivieron el fuego a las puertas de sus casas, y que luchan cada día por vivir en un entorno rural y crear sus negocios en la zona. Personas que rehabilitan antiguas viviendas, o adecuan la suya propia para ofrecer alojamientos rurales con gran encanto y muy acogedores. Casas de múltiples tamaños y precios, adaptadas a todos los tipos de turismo, y que ofrecen unas vacaciones en un entorno que sigue siendo bellísimo. 

Hosteleros que ya han ido notando "el miedo" al hacerse público el voraz incendio en la Sierra de la Culebra. Ángela Cabezas regenta dos casas rurales (el Arroyo y la Abuela) en Ferreras de Arriba, una de las localidades que más sufrió el avance del fuego y que fue evacuada. La hostelera cuenta que el fin de semana que se inició el incendio "tenía una de las casas alquilada para 18 personas, me venía muy bien, porque es el único sueldo que entra en casa. Mi marido es pensionista y es la ayuda para mantenernos". Una tendencia que continúa porque las cancelaciones se han ido sucediendo para los próximos fines de semana y todo el mes de julio. Por ahora, Ángela solo ha logrado mantener las reservas de agosto, pero "no sé que pasará", se lamenta.

Vista de la Sierra de la Culebra desde una de las casas rurales de Ferreras de Arriba

Esta mujer y su familia vivieron con "una angustia tremenda" ver el fuego a las puertas de sus casas. "No nos queríamos ir", detalla. Y es que en el pueblo lo dejaban todo a su suerte: su casa, su negocio y su Sierra. Al volver, el dolor no se ha ido. Ángel explica que "nos ha cambiado el mundo". Y es que lo que antes era un despertar en uno de los entornos más privilegiados de la Península Ibérica, ahora "te levantas ya te pones triste". El paisaje que conocieron está carbonizado, "y lo vemos todo negro", no solo la Sierra, sino su futuro. 

Ante este escenario poco halagüeño, Ángela reclama a la Junta de Castilla y León y la Diputación de Zamora que "den incentivos a los turistas". Al igual que ocurriera durante la pandemia, esta hostelera cree que las Administraciones públicas podrían lanzar bonos de turismo o similares, que hagan descuento a los turistas por acudir a vacacionar a la Sierra de la Culebra. "Al igual que se les facilita pienso a los ganaderos, las casas rurales necesitamos que venga gente", pide.

También en Ferreras de Arriba está la casa rural la Lavandera, regentada por Daniel Sardá y su familia. El joven se crió en el pueblo y, aunque actualmente trabaja en Madrid, acude regularmente al municipio y es el encargado de los temas fiscales de la casa rural. Daniel estaba en Ferreras de Arriba cuando sucedió el desastre y pudo ver de cerca como el fuego cruzó la montaña y quemó toda la parte superior. Cuando tuvo que volver a Madrid por su trabajo "me fui con el corazón en un puño".

Casa rural las Lavanderas con la Sierra de la Culebra de fondo

Y eso que en el caso de Ferreras de Arriba, Sergio Sardá cuenta que "tuvimos relativa suerte". El municipio se ubica en un valle, entre las montañas de la sierra, por lo que "los bosques y los robledales más cercanos al pueblo no se quemaron". El joven cuenta que "solo se quemó la parte de arriba, donde el fuego se fue acercando mucho, pero no llegó a calcinar la parte baja". Pese a eso, vive con "mucha tristeza" lo que ha ocurrido porque "es la tierra donde nos hemos crecido, la llevamos viendo toda la vida".

Sobre el calendario de reservas, Sergio Sardá relata que el mismo fin de semana del incendio "teníamos una reserva de la casa que tuvimos que suspender". Esperaban un verano "muy bueno", gracias a la vuelta a la normalidad y sin restricciones sanitarias, pero lo cierto es que, aunque no han sufrido más cancelaciones, el teléfono ha dejado de sonar. "Tenemos parte del calendario libre de reservas, que en estas semanas se hubiera completado, pero no llama nadie", detalla. 

Senderismo

El senderismo era uno de los grandes atractivos turísticos en la Sierra de la Culebra. Poder caminar kilómetros y kilómetros por los frondosos bosques de este espectáculo natural era todo un regalo. Además, los municipios de la zona cuidaban del entorno y la Oficina de Turismo, en colaboración con la Diputación de Zamora, balizaban y publicaban en Internet todos los recorridos al detalle. 

Tras el incendio, la realidad es que algunas de esas señalizaciones han quedado inservibles y varios de esos senderos no podrán realizarse, al menos, por un tiempo. Pero no todo está perdido. Tanto Villardeciervos como Ferreras de Arriba u otros municipios cercanos aún tienen disponibles rutas cerca del entorno de los propios pueblos, que sí se han salvado de las llamas.

En el caso de Villardeciervos, aún puede realizarse la ruta Arroyo Ciervas, ya que la zona de llanura hasta el embalse está salvada. Se trata de un recorrido de 6,26 kilómetros, que sale desde las afueras del municipio y rodea un terreno boscoso durante una hora y 35 minutos aproximadamente.

Ruta Arroyo Ciervas

Y en el caso de municipios como Ferreras de Arriba, Cional, Val de Santamaría, Villanueva del Valrojo, Codesal, Sagallos, Cabañas de Aliste o Manzanal de Arriba, y aún es posible el paseo en los alrededores de los pueblos.

Avistamiento de fauna salvaje

La Sierra de La Culebra es uno de los espacios más importantes de Europa para el avistamiento y hábitat de fauna salvaje. Este territorio contaba con la mayor densidad poblacional de lobo ibérico de toda España y de Europa Occidental. Un animal indómito y especial que es el protagonista y emblema de esta agreste tierra. 

La Culebra es igualmente famosa por la habitual presencia de cérvidos, ciervos y corzos, algunos de ellos con los tamaños más grandes de ciervo en estado salvaje de toda la Península Ibérica. El águila Real, el águila culebrera, el halcón peregrino o los azores habitaban habitualmente este ecosistema, junto a nutrias, gatos monteses y jabalíes. 

A nadie se le escapa que, durante el incendio, la mayor parte de esta fauna huyó despavorida y, los que no pudieron escapar, lamentablemente, murieron calcinados. Pero al igual que pasa con los humanos, para los lobos, ciervos y demás animales la Sierra de la Culebra es su hogar, y ya se han podido ver de vuelta a algunos corzos y ejemplares de lobos en los últimos días. Algo a lo que están ayudando especialmente la Junta de Castilla y León y la Diputación Provincial, proveyendo de forraje a estos animales, para que tengan un sustento de emergencia mientras se recupera el terreno. 

Ciervos de vuelta tras el incendio de la Sierra de La Culebra JL. Leal Ical

Aún es pronto para hacer cálculos concretos, pero desde la Oficina de Turismo de Villardeciervos esperan que, de cara a finales de septiembre o principios de octubre, sea posible disfrutar del espectáculo de la naturaleza que es la berrea. Y es que la Sierra de la Culebra está considerado uno de los mejores lugares de España para disfrutar de ese sonido gutural que los machos emiten, llenando de sonido de los bosques.

Gastronomía para chuparse los dedos

Pese a todo lo ocurrido, los restaurantes y productores de las comarcas de Aliste, La Carballeda y Los Valles de Benavente están deseando agasajar a los visitantes con su buen hacer en la gastronomía. Si algo es pecado en Zamora es comer mal, sean las circunstancias que sean.

Y si hay una joya de la corona en el oeste zamorano esa es la ternera de Aliste. Una carne con marca de calidad protegida y cuyo sabor viene del delicado cuidado con el que los ganaderos tratan a las reses de las que proviene este manjar. Los pastos y el marcado carácter ácido del suelo son la seña de identidad de esta Indicación Geográfica Protegida (IGP); de defiende una producción de pequeño formato con sistemas muy artesanales y cuidados como emblema de un esperanzador proyecto de desarrollo rural en la España Vaciada. Todo un cóctel del buen hacer que da como resultado una de las mejores carnes de España.

Ternera de Aliste Hostelería en Zamora

Al igual que ocurre con la ternera, la zona de la Sierra de la Culebra se caracteriza por las pequeñas explotaciones apícolas familiares. Un negocio rural que genera una miel de altísima calidad, sin aditivos, de elaboración tradicional, pura miel de brezo cuyo sabor, textura y color deshacen los sentidos. Los apicultores de la zona indican que se han perdido un millar de colmenas y hasta 5.000 podrían tener que ser trasladadas a otras zonas por falta de alimento, tras el voraz incendio. El modo de vida de centenares de familias, arrasado por el fuego. Por ello, el apoyo directo a través de la compra de sus productos es vital para ellos. Mieles que se venden en los propios pueblos, en sus propias explotaciones, donde se puede mirar a la cara a quien ha elaborado ese producto que te vas a llevar a casa. 

Aún más desolador es el desastre micológico al que se enfrentan los vecinos de la Culebra. La recogida de setas entre los árboles de la Sierra era, en muchos casos, el modo de vida de muchas familias. Toda una industria que comenzaba a tener peso a nivel nacional y que contaba con un producto de excelente calidad, por la edad madura pero no vieja de los bosques. Un manjar muy apreciado en las cocinas locales, pero también en las internacionales, del que puede que no volvamos a ver nueva producción en unos 20 años. En la Culebra se recogía boletus, níscalo, negrillas, carboneras, oronja, chantarela, seta de pie azul y seta de cardo. Deliciosos ejemplares de los que, con suerte, se podrán encontrar en la próxima temporada envasados o congelados. 

La Sierra de la Culebra ha sufrido un desastre. Eso queda patente. Pero quiere seguir con vida y la buena voluntad y solidaridad de los demás puede ser vital para ello. Así que este verano pasa tus vacaciones en ella. Lo que para ti es un descanso, para ellos será un soplo de esperanza.

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