La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha exigido al Ayuntamiento de Valladolid que realice una evaluación integral del servicio de ayuda a domicilio para personas mayores y una "mejora inmediata" de las "penosas e intolerables" condiciones laborales de las más de 900 trabajadoras.

De esta manera, piden la evaluación del servicio que está adjudicado a la concesionaria Clece-Utesad y cuya plantilla puede aumentar "en un tercio durante los periodos vacacionales". "Solo 148 de ellas disponen de una jornada semanal fija; y más del 80 % vive pendiente de lo que decida la empresa semana a semana, sin saber cuántas horas trabajarán, ni en qué horarios, ni en qué días", aseguran.

Contra esta "inestabilidad crónica", CSIF apunta que la oferta de este "servicio de calidad" no puede "seguir sostenido por una plantilla extenuada, mal pagada y ninguneada por un modelo que la exprime en lugar de protegerlas".

Del mismo modo, desde el sindicato recalcan que el Ayuntamiento "debe asumir su responsabilidad", dado que "no basta con prestar un servicio esencial, hay que garantizar que quienes lo hacen posible puedan trabajar con dignidad".

"Es el momento de dejar atrás un modelo laboral que deshumaniza a quienes más humanamente trabajan y que esconde una realidad marcada por la precariedad estructural y una flexibilidad extrema", han añadido, denunciando que la situación "imposibilita cualquier conciliación personal, familiar o social".

En este sentido, aseguran que con este contexto "no es posible cuidar de hijos o mayores, ni organizar el tiempo, ni formarse, cuando el horario laboral se convierte en una incógnita constante". CSIF ha apuntado también que sobre el papel la jornada completa es de 36 horas, "la mayoría de estas empleadas apenas alcanza una media de 25 horas semanales".

"Esto, unido a los bajos salarios, deja a muchas trabajadoras cerca del umbral de la pobreza", han asegurado. Así, manifiestan que el impacto de todo ello es "económico y emocional" con el consecuente "desgaste psicológico", según ha revelado "una reciente valoración psicosocial de la plantilla, que evidencia el agotamiento mental de estas profesionales".

Otro de los datos "preocupantes" para CSIF es que el 78% de la plantilla supera los 40 años, lo que indica que los jóvenes, ya sean hombres o mujeres, "no encuentran en este sector una alternativa laboral viable".