El Primero de Mayo es el Día Internacional de los Trabajadores. La conmemoración del movimiento obrero mundial. Una jornada que se ha utilizado, habitualmente, para realizar diversas reivindicaciones sociales y labores en favor de las clases trabajadoras.
En Castilla y León serán muchos los sectores que salgan a la calle para exigir mejoras salariales y reconocimientos varios en sus trabajos. Uno de ellos es el del sector de las auxiliares de ayuda a domicilio.
“En Castilla y León hay unas 10.500 trabajadoras estimadas dentro del sector de la ayuda a domicilio. De ellas 1.700 en Valladolid. Seguimos con los mismos problemas de siempre que crecen, en ocasiones, cada vez más. Los salarios, las condiciones laborales… A base de denuncias intentamos que la cosa cambie, pero queda mucho por hacer”, asegura Pilar Gutiérrez Sánchez.
Ella es la secretaria del Sector Sociosanitario de Castilla y León dentro del sindicato UGT, y se cita, junto a Raquel González Alonso, vallisoletana de 51 años que lleva 33 años trabajando como auxiliar, para hablar con EL ESPAÑOL de Castilla y León.
Hablamos con Raquel, que también es la secretaria del Sector Sociosanitario y Dependencia de Valladolid en UGT, para conocer su vivencia y las reivindicaciones de unas trabajadoras que luchan por reivindicar sus derechos.
Raquel González, a la derecha, con Pilar Gutiérrez a la izquierda
33 años como auxiliar de ayuda a domicilio
“Comencé con 21 años trabajando en el mundo de la ayuda a domicilio. Atendía a usuarios diversos con ilusión. Después tomé la responsabilidad en UGT con el fin de mejorar las condiciones laborales de todo nuestro sector. Ahí estamos luchando y negociando por nuestro convenio”, explica.
A sus 51 años actuales, nuestra entrevistada afirma que es una persona que “empatiza” mucho con hombres y mujeres. Quizás esto haya sido la clave para que, finalmente, decidiera apostar por este trabajo.
Estudió para ser auxiliar de enfermería en Valladolid y comenzó a ejercer en una cooperativa que “no tenía convenio” y que logró sacarlo adelante a base de fuerza y unidad con el fin de mejorar las condiciones laborales de todas.
“He trabajado, a lo largo de mi vida laboral, en muchos domicilios en Valladolid. Desde Pinar de Antequera, pasando por Fuente Berrocal hasta otros barrios. Para cada usuario hay una función a realizar que va desde el aseo personal, a proporcionarle su medicación o hacerles el desayuno o la comida. También he hecho acompañamientos y he limpiado hasta sus casas”, añade nuestra protagonista.
Ha llegado a atender a personas de 65 a 100 años, pero también a pequeños con necesidades especiales.
Condiciones de trabajo
“En nuestro sector, las condiciones de trabajo cada vez son peores. Esto se convierte más en un servicio de limpieza que en la ayuda a una persona que ha de ser la prioridad, sobre todo, en una Comunidad tan envejecida como la nuestra”, asegura nuestra protagonista.
Raquel afirma que, tanto ella, como sus compañeras, “se sienten abandonadas por las administraciones, las empresas y por la sociedad”, incluso en algo que quieren cambiar para ser recibir el reconocimiento que merecen.
“No se puede vivir de esto. Tenemos un salario muy bajo, incluso por debajo del Salario Mínimo Interprofesional. Hay parcialidad y jornadas ridículas. No estamos catalogadas ni como sociosanitarias. No aparecemos en catálogos y no tenemos ayudas ni enfermedades reconocidas”, nos explica enfadada, y no es para menos, nuestra protagonista.
Añade que, además de tener que “sufrir esas jornadas parciales” deben de “tener una disponibilidad total para la empresa”.
Pilar a la izquierda y Raquel a la derecha en la sede de UGT
Reivindicaciones para el 1 de mayo
“Queremos que se nos reconozca por la figura que somos, como auxiliares de ayuda a domicilio y que las administraciones tengan una gestión directa del servicio y un mayor control. La nuestra es una profesión indispensable porque todos, antes o después, vamos a ser mayores y a necesitar cuidados”, asegura nuestra protagonista.
Esa sería una de las reivindicaciones del sector para este Primero de Mayo, Día del Trabajador. Además, incide en que es un sector en el que se registran “muchas bajas por problemas físicos y daños psicológicos derivados de, en muchas ocasiones, las exigencias que se les imponen.
“En ocasiones nos piden en una hora de trabajo realizar varios trabajos con el usuario. Y en media, a otros, acostarlos, dar la cena, cambiar el pañal, medicarlos y demás. Muchas acciones más que resultan imposibles de completar en este corto espacio de tiempo”, añade.
Raquel y todas sus compañeras piden “profesionalización” en el sector. De hecho, ella tuvo que completar 600 horas de acreditación en dos años de formación para poder ejercer y, ahora, cada vez detecta “más intrusismo”.
“Pedimos salarios y condiciones dignas para el sector. Fomentar esa profesionalización que mejoren los derechos para que no estemos tan afectadas en lo físico y lo psicológico. Es muy duro”, finaliza.
Son las reivindicaciones de Raquel y de un sector como el de las auxiliares de ayuda a domicilio que alzan la voz en un día señalado en el calendario de todos.