El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, conseguía el pasado viernes, en el Consejo de Administración de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, dos logros. Por un lado, que el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, aterrice este viernes, 23 de febrero, en Valladolid para hablar de un soterramiento que se antoja utópico. Por otro, lograba bloquear el presupuesto de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad con la polémica por ese abono de los 11 millones de euros que el consistorio quiere aplazar dentro de las nuevas cuentas.   

Esos serán los dos temas principales sobre los que versará una nueva reunión en la que Carnero y Puente se verán las cartas después de que el primer edil vallisoletano haya estado enviando, desde el pasado 31 de enero, cartas al ministro. Todos los lunes la misiva del alcalde pucelano llegaba a las manos del ministro, sin contestación. Un encuentro que tendrá lugar, desde las 10.00 horas, en la Delegación del Gobierno de Castilla y León y no en la Estación de Trenes, como la de hace una semana.

La Delegación del Gobierno, a través de una convocatoria de prensa para este viernes, 23 de febrero, ha anunciado que el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible presidirá el acto de presentación de las distintas opciones de integración del ferrocarril en la ciudad a eso de las 11.30, en la sede de la delegación del Gobierno de Castilla y León, tras ese consejo de administración de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad y tras verse las caras con Carnero.

“No vamos a denunciar el convenio de integración. Queremos la modificación del mismo. Buscamos avanzar desde la integración al soterramiento. Después se podrá hablar de longitudes, de plazos o de financiación, pero, lo principal, es el que el ministro Puente nos reciba y nos escuche”, aseguraba Carnero a finales de enero.

Eso lo ha conseguido. Sin embargo, parece complicado que el que ostenta el bastón de mando en el Ayuntamiento de Valladolid logre su propósito de hacer cambiar de idea a Óscar Puente. Más, tras las palabras, el pasado viernes 16 de febrero, del secretario de Estado de Transportes Jose Antonio Santano, que volvía a ensalzar el convenio de 2017 centrado en la integración de superficie.

Este viernes Adif, Renfe, Ayuntamiento de Valladolid y Junta de Castilla y León, se volverán a ver las caras. También con la aprobación del presupuesto de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad en el aire. Podría volver a ser bloqueado con el voto en contra de consistorio y Junta en caso de que Puente no decida aplazar el pago de los 11 millones que el ayuntamiento vallisoletano desea.

El proyecto estrella de Jesús Julio Carnero

Fue el proyecto estrella del programa electoral que Jesús Julio Carnero presentaba antes de las elecciones municipales que se celebraron el pasado 28 de mayo. Quizás fue una de las principales razones que llevaron al sillón de la Alcaldía de Valladolid al “popular”, tras la victoria, por votos, de los socialistas, con Puente a la cabeza, pero con la imposibilidad de formar gobierno con Toma La Palabra. Al final PP y Vox llegaron a un acuerdo para, con sus 14 ediles, gobernar en el consistorio pucelano.

“Llevamos desde mayo en el gobierno municipal. Hemos demandado sentarnos con la anterior ministra de Transportes y con el actual y no hemos conseguido nada. También aplazar los 11 millones de aportación a la Sociedad Valladolid Alta Velocidad y solo hemos conseguido una callada por respuesta”, afirmaba el pasado jueves, 15 de febrero, Carnero, antes del consejo de administración del viernes.

Tras las elecciones y después de que Jesús Julio Carnero tomara el bastón del mando el pasado 17 de junio, el primer edil se puso manos a la obra en busca de cumplir con su programa electoral. Entre las promesas: eliminar los atascos en Valladolid y el proyecto estrella: el soterramiento.

Para avanzar en el mismo creó la mesa de la automoción, con el fin de dar pasos. El siguiente es esa reunión con Puente de este viernes. Veremos si el ministro da su brazo a torcer o no.

El Ministerio de Transportes sigue apostando por la integración en superficie

Parece complicado que esto ocurra.  Más cuando el secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano era claro a la salida de la reunión. “El objetivo que tenemos pasa por seguir avanzando en el convenio que firmó el ministro De la Serna con el que era, por aquel entonces, alcalde de Valladolid: Óscar Puente. Si el alcalde actual quiere plantear otras iniciativas, puede hacerlo”, afirmaba.

Con ello, la postura del Ministerio de Transportes se antoja dura y fuerte. No hay lugar a dudas. Se apuesta por la integración en superficie. De hecho, el pasado viernes, también dentro del orden del día del consejo de administración de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, se aprobaban los modificados para los proyectos en Padre Claret y en Labradores, obras fijadas dentro de ese convenio firmado en el 2017.

“Reafirmamos el compromiso del Ministerio con Valladolid. Es importante que todo el mundo sepa que el proyecto de integración, que está en marcha, supone 1.400 millones de euros para Valladolid. 1.200 ya están en marcha. Es un gran ejemplo de integración de la ciudad y del ferrocarril”, aseguraba Santano.

El secretario de Estado de Transportes valoraba positivamente y ensalzaba un proyecto en el que también se engloba “la variante” que “está prácticamente terminada” y que “supondrá que las mercancías van a desaparecer del centro de Valladolid”, además de acciones como “el complejo ferroviario y el soterramiento del Pinar de Antequera”.

Un conjunto de actuaciones que se “acordaron” entre el Ayuntamiento de Valladolid (en ese caso de gobernado por el PSOE y Valladolid Toma la Palabra) además de la Junta de Castilla y León (del PP) y Adif y Renfe con la firma de ese convenio del año 2017 que, desde el consistorio actual quieren que se modifique en favor del soterramiento.

Además, Santano informaba que “no se había aprobado el presupuesto de la Sociedad” al necesitar de una “mayoría cualificada”. El voto en contra de Junta y Ayuntamiento que buscaban bloquear esta cuestión con el fin de solicitar al ministro Puente el aplazamiento de la aportación de los 11 millones para esta anualidad.

“El consejo de administración  no ha aceptado este aplazamiento porque entiende que hay que un convenio en marcha que se tiene que cumplir siendo necesaria esta aportación para evitar lo que ocurrió en el año 2002. El objetivo es seguir avanzando en el convenio de 2017”, finalizaba el secretario de Estado.

La postura del Ministerio de Transportes es clara: continuar con el convenio de 2017 y apostar por la integración en superficie, cuando Jesús Julio Carnero quiere el soterramiento, y no aplazar estos 11 millones de aportación cuando el consistorio así lo ha pedido. Dos posturas enfrentadas y opuestas. Parece difícil que este 23 de febrero se llegue a un acuerdo.

Un sueño que parece una utopía y los porcentajes de la nueva Ley de Movilidad

“Valladolid no se puede conformar con la mal llamada integración. Quiere soterrar las vías del tren. Esa es la voluntad mayoritaria de la ciudad. Pedimos al Gobierno que modifique el convenio del año 2017”, apuntaba Carnero, que, en las últimas fechas ha enviado la patata caliente a Puente asegurando, cosa que parece utópica, que con un ministro de Valladolid al frente, es “la oportunidad perfecta” para acometer un proyecto. Quizás con cualquiera que fuera de la ciudad menos que se tratara del exalcalde de Valladolid.

El consistorio vallisoletano miraba de reojo el nuevo proyecto de la Ley de Movilidad Sostenible que el pasado martes, 13 de febrero, el Gobierno enviaba a las Cortes para su aprobación antes de final de año. Un escrito en el que se recogía que las administraciones ferroviarias, tanto Renfe como Adif, es decir, el Gobierno, aportaría un porcentaje máximo del 30% para el presupuesto de las obras del soterramiento. Para las destinadas a la integración en superficie, que es la que la ciudad del Pisuerga está acometiendo, el porcentaje llegaría hasta el 50%.

En la actualidad, el porcentaje de aportación de la administración central estaría en el 50% del montante total, mientras que Junta de Castilla y León y Ayuntamiento de Valladolid aportarían cada una, el 25% del dinero.

El proyecto de Ley, como aseguraba el jueves, 15 de febrero, Jesús Julio Carnero, recogía la posibilidad de que el Consejo de Ministros aporte otros porcentajes distintos a los que recoge este apartado y estaría en las manos del Ejecutivo central el ampliar la participación de las administraciones ferroviarias. Ante todas estas hipótesis, el primer edil vallisoletano pedía a Puente que estos porcentajes fueran modificados en el caso de Valladolid como “a buen seguro” ocurrirá en Cataluña. Con todo y con esto, y ante un hipotético soterramiento de 600 millones en la ciudad pucelana, el Gobierno aportaría ese 30%, es decir: 180 millones, mientras que Ayuntamiento y Junta tendrían que abonar el 70% restante, unos 420 millones. 

Pero todo esto son hipótesis. En la ciudad del Pisuerga el proyecto del soterramiento está aún lejano. Hay que derogar, o al menos modifica, ese convenio de 2017 en vigor para afrontar después el proyecto estrella de Carnero.

Precisamente, este martes 20 de febrero, confiaba en que en el Consejo de Administración de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad de este viernes, 23 del mismo mes, se abra la negociación de un convenio para acometer “la mal llamada integración actual” apostando por una modificación del convenio del año 2017 para “abordar la verdadera integración" que "es el soterramiento de la vía del tren" para que las “las personas caminen por arriba y no por debajo”. 

Carnero abogaba por “iniciar” una fase de diálogo “muy importante”. Ha asegurado que “cuando uno arranca, no puede empezar dando un carpetazo”, hablando sobre la actitud que puede presentar el ministro Óscar Puente. El viernes veremos si viene a dialogar o a enterrar el proyecto del soterramiento.