Valdestillas es una localidad que se encuentra a unos 20 kilómetros de Valladolid. Está rodeada por pinares y dentro del Valle del Adaja. Su edificio más reconocido es la Iglesia de Nuestra Señora del Milagro, del siglo XVIII y con restos, incluso, del XVI en su ábside de planta poligonal.

El municipio pucelano cuenta en la actualidad, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), con 1.599 habitantes y con todos los servicios necesarios para establecer un proyecto de vida en el pueblo. Con la característica de su cercanía con Valladolid capital a escasos 20 minutos si nos desplazamos en cualquier tipo de vehículo.

Allí vive desde que nació José García Pajares. Hace más de 80 años sus padres abrieron la ‘Panadería Jose’. Él cogió las riendas hace 44 primaveras. Ahora, a sus 65 años, echará el cierre de un negocio familiar con mucha historia en Valdestillas. Lo hará el próximo 30 de junio.

Un negocio con más de 80 años de vida

“Me considero una persona trabajadora. Llevo toda mi vida como panadero. Mis padres abrieron el negocio hace más de 80 años y yo tuve que coger las riendas a instancias de mi madre que quería que me ocupara yo de la panadería para no tener que cerrar”, confiesa el protagonista de esta historia en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.

Toda la vida en Valdestillas y toda la vida como panadero. En la Panadería Jose que se ubica en la calle Real número 50 en un local que dispone de despacho y horno. De dimensiones perfectas para elaborar el mejor pan posible con los ingredientes de siempre, y también unas magdalenas que quitan el sentido.

José junto a su horno

“No hay secretos a la hora de hacer el pan. Los ingredientes son los de siempre: harina, agua, sal y el mejorante. Luego están las manos y el cariño que le ponga cada uno”, nos confiesa nuestro entrevistado”. Por lo visto las de Jose han sido muy buenas por la satisfacción de sus vecinos a la hora de comprar el pan.

Cierre del negocio familiar el próximo 30 de junio

Pan blanco, barras, fabiolas, rústicas, integrales, las anteriormente citadas magdalenas… Jose cerrará las puertas de su negocio el próximo 30 de junio. Dejará de levantarse a las 4.00 horas de la madrugada para hacer sus elaboraciones y abrir su negocio a las 8.00 con el fin de dar el mejor servicio. Toca jubilarse, pero otra panadería continuará con vida en Valdestillas para que el pan artesano continúe degustándose en el lugar.

“Antes, los negocios pasaban de padres a hijos, como en mi caso. Ahora, las cosas han cambiado mucho. Cuesta encontrar el relevo”, añade nuestro entrevistado que afirma que ahora, cada vez más, la gente “prefiere ir al supermercado para comprar el pan”.

Imagen del horno de la panadería

Y eso que, desde su panadería, en estos años, se han encargado de hacer estos panes y de marchar, puerta por puerta, para que los vecinos disfruten de él.

Tiempo de disfrutar

Ahora, con la jubilación, espero tener tiempo para disfrutar del tiempo libre y de las cosas que me gustan. Descansaré y me iré de vacaciones que nunca lo he hecho”, confiesa el conocido panadero del pueblo pucelano. Merecido lo tiene después de 44 años de duro trabajo.

Otro negocio en la provincia vallisoletana, con mucha historia, que tendrá que echar el cierre tras más de 80 años de actividad.

 

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