Colombiana de Bogotá, Sandra Gamboa llegó a Valladolid hace 25 años para hacer un doctorado y aquí se quedó. Nieta e hija de ganaderos de bravo, estudió Bellas Artes y Museología.

Su currículum es impresionante como gestora cultural con reconocimientos nacionales e internacionales. Ha trabajado en el Museo Nacional de Escultura y en la Casa Cervantes de Valladolid.

Pero el dibujo y la pintura es su pasión desde que era niña. Sobre sus trazos con el toro nos dice: “Yo creo que se debe partir de una base. Tener un conocimiento, una experiencia y sobre todo tener pasión, en mi caso por el toro bravo para expresar emociones”.

En esta exposición, Gamboa nos muestra la belleza del toro bravo en su hábitat, en su territorio. En las paredes límpidas e iluminadas de la sala de exposiciones del Teatro Zorrilla podemos observar la majestuosidad del toro en todo su esplendor: ora bramando cuando busca pelea, ora pastando en grupo, ora tumbado en la paz de la dehesa.

La técnica que utiliza Gamboa en esta exposición es mixta (lápices de grafito y carboncillo) con coloreado, a veces, simulando los contraluces del sol en el lomo del animal. Casi sesenta obras se exponen en esta colección, donde no falta la sensibilidad maternal de la vaca tras parir a su becerro.

Gamboa nos dice sobre su pintura: “Siempre con sentimiento, con emociones. Me gusta que transmita y cuente historias”. Y destaca: “la necesidad que tengo de sensibilizar a las personas con  determinados temas de la vida y crear una reflexión”.

Admiradora de Morante y de su paisano César Rincón. Sobre plazas de toros elige a Las Ventas y a la Santa María de Bogotá. Y sobre su otro paisano, el pintor Botero, nos comenta:” gran artista, gran comunicador y gran representante de Colombia, que ha sabido transmitir la realidad de su país con un sello inconfundible.

Gamboa nos habla de sus exposiciones, ya que su obra forma parte de colecciones privadas en Estados Unidos, Argentina, Colombia, Chile, Venezuela, Cuba, México, España, Francia, Italia, Alemania, Filipinas y Taiwán.

Ha participado en innumerables exposiciones, tanto individuales como colectivas, y su obra ha sido reconocida con premios y distinciones a lo largo de su trayectoria artística.

“No sabría decir el número, llevo exponiendo y ganando premios nacionales de arte desde que estaba en la Universidad. No llevo una estadística porque incluso mis trabajos salen de las salas de exposiciones a formatos como el desarrollo de campañas de comunicación”.

A los amantes del toro bravo, -sin este bello animal la fiesta de los toros no existiría- a los aficionados en general al mundo de los toros y al arte en particular, les aconsejamos que visiten la sala de exposiciones del Teatro Zorrilla. La muestra estará expuesta hasta el 18 de junio. Las visitas son de martes a domingo en horario de 12 a 14 y de 19 a 21 horas.

Nos quedamos con esta reflexión de la artista colombiana: “el toro bravo en el campo representa a todas las personas valientes que se esfuerzan día a día por mantener la existencia de un noble animal, mantener un entorno natural maravilloso y un trabajo que muchas veces es difícil de entender”.

¡Enhorabuena, Sandra!

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