Motauros ha despedido su edición de este año 2023 con todo un éxito y con récord de participantes. Ni más ni menos que 17.427 inscritos, o lo que es lo mismo, la cifra más alta en sus 23 años de vida que ha valorado positivamente Juan Carlos Ruiz, el presidente de la cita motera que se celebra en el Pinar de Valdegalindo, en la localidad vallisoletana de Tordesillas.

Una cita que, en esta edición, ha tenido de todo. Hasta una boda. Ha sido la primera civil y se ha celebrado este jueves, 19 de enero, en la carpa principal. El alcalde de Tordesillas, Miguel Ángel Oliveira, ha sido el encargado de oficiar este enlace que ha tenido lugar antes del concierto de Sinestesia.

Un enlace en el que Carmen, la mujer, lo ha preparado todo para que Roberto, su marido ya, se llevara la sorpresa de su vida, como así ha sido.

Dos años como pareja y una sorpresa en Motauros

Carmen Vázquez es zamorana. Roberto Calvo es salmantino. Él tiene 46 años y ella 52. Son pareja y se han casado este jueves en la cita motera que se ha celebrado, hasta este domingo, en la localidad vallisoletana de Tordesillas. Suman dos años como pareja y ya viven juntos en tierras zamoranas.

“Mira la sorpresa que me ha preparado. Estoy loco de contento”, asegura Roberto en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León. Ambos son apasionados a las motos y van a las concentraciones moteras que pueden, cuando sus trabajos se lo permiten. Él es panadero y ella trabaja en el mundo hostelero.

“El año pasado ya vinimos a Motauros. Nos gusta mucho esta concentración. Roberto me dijo que quería una cosa sencilla, por el Juzgado o en el Ayuntamiento de Fuentesaúco pero tras las concentraciones de Pingüinos o Motauros, y aprovechando que él está de vacaciones en enero, pensé en casarnos en Pingüinos”, explica Carmen.

Un día único

En noviembre, la zamorana comenzó a mover los hilos. Contactó con Montse, de la organización, y todo fue rodado, sobre dos ruedas, vaya. “Con el alcalde, Miguel Ángel Oliveira, también ha sido fantástico. Nos han facilitado mucho las cosas y es de agradecer. Estamos muy contentos”, añade Roberto.

El jueves, 19 de enero, a eso de las 18.15 y sin saber nada, apareció el novio que confiesa, en declaraciones a este periódico, que tras la ceremonia tuvo un percance con su moto para acabar en el suelo. “No movía el brazo hasta hoy”, apunta.

“No era una boda al uso. No se hicieron invitaciones. Vino el que pudo y lo que más alegría me genera es que todo el que estuvo colaboró con algo. Trayendo comida, asistiendo en la preparación… ha sido increíble”, añade la ya mujer.

Un futuro prometedor

Como Roberto no sabía nada, ambos nos cuentan que celebrarán con amigos y familiares, de nuevo, la boda. Todo tras un baño de masa tremendo en Motauros. Los asistentes les felicitaban, como no podía ser de otra manera.

“Voy a desconfiar de Carmen tras esto”, añade el marido, tras la sorpresa de su mujer. Ambos se muestran sumamente enamorados tras pasar a la historia de Motauros después de haber celebrado la primera boda civil de esta importante cita motera en la provincia de Valladolid.

Ambos ven el futuro con optimismo ya con el anillo de casados en sus respectivos dedos.

 

 

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