Faltaba de conocer su versión de los hechos, y como suele ser habitual, el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, ha apelado a la “discreción” que las administraciones deben tener ante la llegada de nuevos proyectos a la Comunidad. Unas declaraciones realizadas en alusión a la llegada de la empresa de baterías eléctricas a Valladolid que ayer se convirtió en tema de polémica.

El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, anunció la futura llegada de una empresa que creará 4.000 empleos. La presidenta del Grupo Municipal Popular, Pilar del Olmo, desveló que la Junta de Castilla y León llevaba trabajando en este proyecto desde hace nueve meses. Sin embargo, el consejero de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones, rompió los esquemas al asegurar que desconocía el proyecto y que nadie se había puesto en contacto con ellos.

Pues bien, Carriedo, fiel a su estilo, ha abogado por la “discreción” y ha recordado que  “cuando se atraen empresas, siempre hay que actuar por dos vías: por un lado, el trabajo serio, con tiempo, con intensidad, meses de trabajo y esfuerzo; y en segundo lugar la discreción". El portavoz no ha querido ofrecer más datos, aunque todo hace indicar que las conversaciones se han llevado desde su consejería.

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