Para todo aquel que conozca las ferias y fiestas de Valladolid ya sabe que “comer en las casetas de arriba” significa hacerlo en la Feria de Folklore y Gastronomía y lleva este nombre porque están ‘arriba’ en Parquesol, en el aparcamiento del estadio de fútbol. Así se diferencian de las casetas de abajo, las de la Feria de Día. Es un clásico visitarla y así poder hacer un recorrido gastronómico por toda España.

Son más de 6.400 metros cuadrados y se ha convertido en una de las actividades favoritas en Ferias. Aunque de momento no se sabe dónde estarán el año que viene, en esta ocasión vienen con una gran novedad, es todo a la sombra gracias a una carpa que cubre las 17 casetas. Eso sí, algunos representantes de las casetas aseguran que el ruido es bastante molesto, ya que hace efecto amplificador de discoteca.

Estas son las 17 casetas y lo que puedes comer en ellas. Ahora solo queda recorrer las que podamos, se puede hacer en más de un día, y de brindar en todas ellas con familia y amigos. Una vuelta gastronómica a España.

Nueva carpa que cubre el recinto

Andalucía

Es la más conocida y una de las más visitadas, aunque es cierto que tienes que hartarte de paciencia con las colas que se hacen. Estar aquí es hacerlo en una caseta de feria andaluza. NO puede faltar el cazón, las puntillitas, las gambas o los langostinos. Y por supuesto, todo regado con un buen cachi de rebujito. Las berenjenas con miel de caña es el plato sorpresa que te va a dejar sin palabras.

Casa de Andalucía

Asturias

Otra de las más exitosas. Y es que con la gracia de echar unos culines de sidra, van cayendo los platos de patatas al cabrales, chorizo a la sidra, fabada, la empanada, el bollo preñao o los callos completan la oferta gastronómica. Y sí, unas cuantas botellas de sidra.

Un joven escanciando sidra Ayto. Valladolid

Ávila

Muy cerca se encuentra Ávila y por supuesto su plato más típico: las patatas revolconas, por supuesto con sus torreznos por encima o incluso con el picadillo de matanza. Un manjar que no sabemos si la mismísima Santa Teresa podría dejar pasar. Y claro, no pueden faltar las yemas de la santa.

Casa de Baleares

La Casa balear regresa a la feria después de varios años de ausencia y lo hace con su mejor embajador, Rafa Nadal. Por eso vas a poder probar la miniburguer ‘Rafa Nadal’, que lleva fuagrás, queso, escalibada y un toque de miel mostaza. Si eres más clásico apuesta por la sobrasada, montadito de ternera, salmorejo de cereza o los chipirones ibicencos fritos.

Canarias

Hablar de canarias es hacerlo de papas y mojo picón. Otro de los clásicos de ferias. Y si queremos ser solidarios con la gente de La Palma, que tan mal lo pasó con el volcán, tenemos que comernos una ración de plátano guanche. Y siempre recomiendan beber su ron canario, que no tiene nada que ver con el clásico de los bares y viene con sorpresa.

Cantabria

No hace falta que venga el presidente Revilla para decirnos las delicatesen que tienen en tierras cántabras. Aquí lo sabemos muy bien. Las sardinas, las anchoas, la marmita de bonito de primer plato. Y de postre, quesada o corbatas de Unquera.

Cataluña

Cataluña no es solo butifarra y pan con tomate, es mucho más. Es escalivada, es pulpo con alioli y también es de postre crema catalana.

Butifarra en Casa Catalula

Melilla

El pincho moruno es otro de los platos obligatorios en las casetas de arriba. No sabemos qué especias tiene pero está delicioso. También se puede tomar en formato croquetas. Y como no todo es pincho, hay que probar también el abisinio melillense, la gamba cocida o los langostinos.

Pincho de Melilla

Galicia

Si hay una casa que se nos viene a la cabeza siempre es la de Galicia. Un clásico de Valladolid y también de las ferias. Aquí ya se sabe que se come bien, muy bien y dentro de una amplia oferta. De aperitivo no pueden faltar unos mejillones, de primer plato un pulpo con patatas, de segundo lacón con pimientos, de esos que unos pican y otros no, y de postre, tarta de Santiago. El menú ya está completo ahora solo falta regarlo con los típicos vinos gallegos.

Pimientos de Padrón

Centro Leonés

No se entenderían las casetas regionales sin el Centro Leonés. Allí se puede degustar platos con mucho éxito. Por ejemplo, la famosa morcilla. Pero también cecina, chorizo o un plato que entra mejor con menos grados, el cocido montañés. Y no dejes la oportunidad de tomarte un buen café de puchero, no tiene nada que ver con el que tomas en las cafeterías.

Casa Charra

Hornazo y charro son dos palabras que deberían ir juntas en el diccionario. Súmale un poco de farinato y ya tendrán los dos platos más típicos de esta siempre concurrida caseta.

Casa Charra

Murcia

En la Casa de Murcia puedes comer una ensaladilla típica de su tierra que te va a sorprender, y también las sardinas a la brasa. Aprovecha para disfrutar de verduras, que para eso es la huerta de España.

Casa Navarra

No puede faltar ese bocadillo de chistorra para hacer masa. Aunque se puede tomar con verduras o con en forma de migas. Vas a disfrutar de lo lindo.

La Rioja

En La Rioja se come bien, muy bien. Y para ello tienes que pedir sus típicas patatas a la riojana. Y no te olvides de pedir champiñones y espárragos. Y todo esto se acompaña con el zurracapote, la bebida más típica de esta tierra.

Patatas a la riojana AYTO. Valladolid

Segovia

Segovia es un museo de la gastronomía. Y como si fuéramos un camarero, el menú lo sabemos de memoria: el cochinillo, judiones de la Granja, pincho o croquetas de lechazo, chorizo de Cantimpalos. Y de postre, no hay duda, ponche segoviano.

Valencia

No somos originales si decimos que en la casa valenciana tendrá que comer arroz. Por supuesto en formato paella, la auténtica nada de arroz con cosas, y arroz negro. Menos conocidas son las migas alicantinas o la tosta de esgarret. Si eres un clásico, pídete la horchata.

Zamora

Terminamos en Zamora por orden alfabético, pero está claro que es una de las primeras casas en visitar. Y es que si no, el arroz se puede quedar frío. Es su plato estrella aunque haya que esperar colas y colas.

Casa de Zamora

Y sí, lo has notado, se siguén echando de menos otras como la Casa de Burgos (para su morcilla y su vino) y la Casa de Castilla La Mancha para los famosos 'miguelitos'. Ojalá regresen. Y ahora toca una buena siesta.

 

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