Nos tomamos el pase a la Fase 1 con alegría, esperanza y, sobre todo, con optimismo. Los datos que veníamos viendo eran buenos para pasar a la Fase 1, estábamos deseosos de que llegara el momento y ampliar la libertad de acción sin olvidar la prudencia y la responsabilidad a la que tienen que seguir atendiendo los vecinos”, nos cuenta Agapito Bravo Guerra, alcalde de la localidad vallisoletana de Tordehumos, que ha pasado este lunes a la ansiada Fase 1, al pertenecer a la zona básica de salud de Villafrechós.

Una de las medidas que comprende esta Fase 1 es la apertura de las iglesias, eso sí, al 30% de su aforo y siguiendo con las medidas de seguridad y de higiene establecidas para evitar nuevos contagios.

NoticiasCyL Valladolid charla con José Manuel Hernández Carracedo, párroco de la localidad vallisoletana desde hace 8 años. Su idea es recuperar las ceremonias religiosas el viernes 22 de mayo. Estos actos se celebran en Tordehumos los lunes, viernes y domingo en la Iglesia de Santa María, los dos primeros días por la tarde, a las 18 horas, y el último a las 13.00 horas.

Pregunta. Vuelve a abrir la Iglesia de Santa María de Tordehumos tras dos meses de confinammiento y en Estado de Alarma. ¿Cómo se lo toma? 



Con ilusión, con confianza y como una buena noticia para todos



Respuesta. Con ilusión, con confianza y como una buena noticia para todos. Para los creyentes que podemos volver a reunirnos físicamente para escuchar la palabra, celebrar la Eucaristía y encontrarnos y para todo el pueblo pues la vida “normal” vuelve a ser retomada poco a poco.

P. ¿Cómo han sido estos dos meses del estado de alarma para usted?



R.  Como para el resto de las personas. Hemos seguido unidos con las parroquias por medio de iniciativas para orar y celebrar en casa, donde los laicos han sido los protagonistas principales: ellos han bendecidos los campos el 25 de abril. Hemos orado por todos los difuntos de la pandemia, desde nuestras casas, al escuchar las campanas de nuestros templos el domingo 3 de mayo. Celebramos la Semana Santa con ceremonias caseras y sencillas: una comida especial el Jueves Santo, una ‘Vigilia Pascual” hogareña. Los sacerdotes hemos sido solo cauces. Hemos estado unidos de “otra forma” y ahora queremos, al menos, vernos los rostros en directo.

P. ¿Cómo van a volver a ser las ceremonias religiosas en el lugar desde ahora? ¿Qué novedades se van a introducir?



R. Para nuestras parroquias no muchas. Tomamos las medidas más destacadas antes del estado de alarma: vaciar las pilas de agua bendita, no realizar el signo físico de la paz, distancia en los bancos… La novedad la pondrán las personas cargadas de sentimientos y experiencias nuevas en su encuentro con Dios y físico con la comunidad.

P. ¿Qué medidas de seguridad van a llevar a cabo?



R. Las dictadas por el Ministerio de Sanidad.  Proporcionar hidrogel, separación física y aforo limitado.

P. Aforo que no puede sobrepasar el 30%...



R. Distribuiremos los bancos de forma distinta por la iglesia para hacer más cómoda la presencia de los fieles respetando esa separación marcada.

P. ¿Qué pediría a las personas que acudan a las ceremonias?



R. Que lo hagan en la medida de sus ánimos y fuerzas, el precepto dominical sigue dispensado. Pero que lo hagan con confianza y alegría; con prudencia, pero sin miedo. Habrá momentos emotivos como los funerales por paisanos fallecidos a los que no hemos podido despedir como nos hubiese gustado a todos. Celebrar, sencillamente, pero con ilusión fiestas postergadas: San José o San Isidro aunque no podamos hacer procesión.

P. ¿Volverá, poco a poco, la normalidad a Tordehumos?



En los pueblos será más fácil, nuestra vida es valiosa y sencilla, volverá



R. Sí, sin duda. Se ha mostrado una responsabilidad ejemplar en el confinamiento y seguro que también en la desescalada. En los pueblos será más fácil, nuestra vida es valiosa y sencilla, volverá. Aunque no llegaremos a ella hasta que podamos abrazarnos, paciencia.

R. Un objetivo y un deseo.



R. Que de esta experiencia sorprendente y dura aprendamos a valorar y cuidar lo esencial e importante de la vida que son las pequeñas cosas que no hemos podido hacer: reunirnos con un amigo, abrazar a un vecino, tomar una caña fresca, hacer una sencilla oración en la iglesia. Un deseo: que pase la pandemia y que se encuentre el tratamiento y la vacuna.