Valladolid ha presentado este jueves su candidatura para convertirse en Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, con la referencia de Cuna del Estado Moderno. Un grupo de expertos canalizará el trabajo institucional y se encargará de dar forma a la candidatura en los próximos meses.

El primer objetivo, tal y como ha desarrollado el portavoz del grupo de expertos, Antonio Hoyuela, es “tener listo a finales de 2018 un documento que sirva para entrar en la selección que realiza el Gobierno central para la lista indicativa que la UNESCO conformará en 2019”.

Si ese objetivo se cumple, se abrirá después un periodo amplio, “de entre dos y cinco años” tal y como ha puntualizado Hoyuela, “para elaborar una candidatura amplia y solvente y entrar así en la lista definitiva”. Ese escenario es el más optimista y el que requerirá dejar a las claras “el apoyo a esta candidatura, situándola como una gran prioridad tanto para las administraciones como para la sociedad, porque es algo muy valorado por la UNESCO”.

El arquitecto e integrante del grupo de expertos se ha mostrado optimista sobre las posibilidades de Valladolid, “que puede ser Patrimonio de la Humanidad porque dejó una huella importante en la historia y ahora debemos trabajar unidos y preparar bien esa candidatura”.