En el año 2015, Jorge Triviño, un joven ingeniero en telecomunicaciones segoviano se hizo cargo de la quesería familiar en la pequeña población segoviana de Espirdo. Ese mismo año sufrió el robo de 2.000kg de queso que dio al traste con la campaña navideña.

Este joven empresario rural, lejos de darse por vencido, utilizó sus conocimientos en telecomunicaciones para diseñar su propio e innovador sistema antirrobo: algunos quesos almacenados en sus cámaras son un cebo “anti cacos”, pues llevan en su interior un localizador GPS que permitiría su seguimiento en caso de robo. Estos quesos “cebo” nunca salen al mercado, aclara Triviño, y sólo los empleados de la quesería son capaces de identificarlos.

En el año 2015, Queso de Rosca Castilla y León confió en este joven emprendedor rural y en su quesería para producir este tradicional producto en la provincia de Segovia y el éxito fue rotundo desde el primer momento, colocando al Queso de Rosca segoviano como uno de los productos más demandados por los turistas que visitan la provincia.

Hace un año en plena pandemia, la quesería estrenó un nuevo y atractivo formato de presentación del Queso de Rosca segoviano que junto a una acertada estrategia comercial y de venta online ha supuesto un nuevo aumento de ventas que ya ronda el 35%.