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El monte que rodea al término municipal de Lumbrales se convirtió, hace apenas unos días, en el improvisado escondite de un robo masivo de cobre.

Allí, en plena naturaleza y aún bajo la oscuridad de la madrugada, ocho hombres fueron sorprendidos por la Guardia Civil mientras dormían junto a una furgoneta repleta de cable sustraído.

El hallazgo se produjo durante una patrulla de vigilancia de la Compañía de Vitigudino, que en los últimos meses ha reforzado sus controles ante el aumento de robos en infraestructuras eléctricas y de telecomunicaciones.

Lo que parecía un vehículo abandonado entre la maleza despertó pronto las sospechas de los agentes. En su interior, más de 3.000 metros de cableado de cobre cubiertos de tierra y ramas para evitar su detección.

No estaban solos. A escasos metros, ocultos entre árboles, se encontraban los ocho implicados, varones de entre 25 y 46 años, que habían pasado la noche durmiendo junto al botín.

Algunos de ellos, según fuentes oficiales, cuentan con antecedentes por delitos similares.

La inspección posterior permitió recuperar aún más cable que había sido escondido en distintos puntos del bosque.

Vehículo intervenido por la Guardia Civil

En total, la Guardia Civil logró incautar cerca de 2.000 kilogramos de cobre, un material muy codiciado en el mercado negro por su elevado valor.

Tras su detención, los implicados fueron trasladados a dependencias oficiales y puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Vitigudino.

La autoridad judicial decretó su libertad con cargos mientras continúan las diligencias.

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