Durante décadas, Pedro Piqueras ha sido sinónimo de información seria y pausada. Su voz, reconocible entre miles, ha narrado algunos de los momentos más trascendentes de la historia reciente de España desde los principales informativos del país.
Pero hay una parte de su vida que ha permanecido en un segundo plano, alejada de los focos mediáticos: su pasado como músico. Y, más concretamente, como intérprete de una canción dedicada a Salamanca.
Sí, Salamanca. Porque antes de convertirse en uno de los rostros más conocidos del periodismo televisivo, Piqueras formó parte de un grupo de folk llamado Carcoma y colaboró en una grabación con el mítico Nuevo Mester de Juglaría, referencia absoluta de la música tradicional castellana.
De esa colaboración surgió “Salamanca la Blanca”, una canción que se mantiene viva en la memoria de muchos amantes del folclore.
La pieza, que ha pasado por varias generaciones de intérpretes y arreglos, rinde homenaje a la ciudad del Tormes y a su legado cultural.
Aunque Piqueras no es salmantino, su participación en esa grabación lo conecta de lleno con la tradición musical ligada a la ciudad. "Fue una de mis primeras experiencias en un estudio, algo muy emocionante", reconoció anoche en El Hormiguero, recordando aquellos años de juventud en los que su vocación artística aún no tenía rumbo definido.