El colegio San Agustín de Salamanca se ha marcado un horizonte verde que no sólo influya en los escolares y sus familias, sino que extienda su influencia a la comunidad. Desde el pasado curso, este centro está trabajando para la consecución de un objetivo que les sirve como hoja de ruta: la obtención del sello ambiental 'Centro Educativo Sostenible' otorgado por la Junta de Castilla y León, lo que está originando la puesta en marcha de diferentes acciones y programas que están sentando las bases de una filosofía Savia en el colegio, dirigida a lograr una Salamanca más verde y saludable para sus ciudadanos.

Esta perspectiva medioambiental comenzó a ponerse de manifiesto, de un modo especial, el pasado curso con la puesta en marcha de una campaña para el reciclaje de teléfonos móviles. En aquella ocasión, el colegio San Agustín tomó parte de un proyecto promovido desde el Instituto Jane Goodall España, “Movilízate por la selva”, que pretende sensibilizar a la ciudadanía sobre las consecuencias que nuestra alta demanda de coltán, casiterita y otros minerales para productos electrónicos tiene en nuestro entorno y en los lugares de origen, como la República Democrática del Congo. Allí, la guerra por el control de las minas ha producido ya unos 6 millones de muertos y casi 3 millones de refugiados, deforestación, contaminación y matanzas de animales en peligro de extinción como gorilas y chimpancés.

Este fue el punto de partida para activar un proyecto con una visión interdisciplinar, donde el alumnado del centro salmantino pudo abordar la problemas medioambiental y social originada por el alto consumo del mineral coltán desde asignaturas como Geografía y Biología, o generar una campaña “publicitaria” para crear carteles y convencer a sus familias y amigos de la necesidad de reciclar los dispositivos electrónicos desde la asignatura de Arte… la respuesta fue enorme por parte de los estudiantes y sus familias, saldando la campaña con unas cifras finales de 200 móviles recogidos. Además, la acción fue iniciada conceptualmente en las fechas previas a la Navidad, buscando que los jóvenes adoptaran una posición crítica sobre su papel como consumidores y pudieran reflexionar acerca de la necesidad o no de “tener el último modelo de móvil”, para finalmente ejecutarse en marzo, durante la semana cultural del centro.

Alumnos del Colegio San Agustín de Salamanca

Esta experiencia, según relatan desde el colegio, sirvió para ver cómo “los chavales se implican a su entorno cuando entienden la problemática medioambiental y social desde la perspectiva académica, cuando comprenden el origen y las consecuencias de las crisis y los retos a los que se enfrenta nuestra sociedad, nuestro planeta, abordándolo desde distintas asignaturas, desde varios puntos de vista”. Combinar esa parte formativa con el papel de los escolares como sujetos activos de las campañas es, para este colegio, la fórmula idónea para lograr extender una filosofía medioambientalmente responsable en los más jóvenes, iniciando el cambio desde la educación, para impactar después en sus familias y, a medio plazo en su comunidad, en el barrio de San Agustín y en el conjunto de la ciudad de Salamanca.

Los escolares son los protagonistas

Desde el colegio han tomado como impulso el éxito de la mencionada campaña para promover nuevas acciones medioambiental donde, de nuevo, los escolares son los protagonistas. Durante este curso se ha iniciado una nueva fórmula para asegurar el correcto reciclaje del papel generado en el colegio: cada semana, dos alumnos del centro se hacen responsable de recorrer las distintas aulas recogiendo las papeleras de reciclaje de papel, supervisando la calidad de ese reciclaje y uniendo lo producido en las distintas clases en un contenedor común. Por otro lado, también enmarcado dentro del programa de educación ambiental “Raíces y Brotes” promovido desde el Instituto Jane Goodall, se prevé la puesta en marcha de una acción relacionada con la limpieza del patio del colegio en la que sea el propio alumnado el responsable de analizar la generación de residuos que se origina en este espacio y participe en la búsqueda de soluciones relacionadas con la reducción, la reutilización y el reciclaje como forma de cuidar su entorno más cercano.

Un futuro verde solo es posible con un cambio de perspectiva y el ámbito educativo es una de las claves principales para originar ese cambio. Visiones y acciones como las del colegio San Agustín son una poderosa herramienta para construir un futuro más sostenible y saludable para Salamanca.

Alumnos del Colegio San Agustín de Salamanca

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