Si encontrar empleo en estos últimos años era complicado, sobre todo para los jóvenes, y concretamente los titulados, todo se ha vuelto aún más difícil con la llegada de la pandemia de Covid-19. El drama del paro juvenil es que los perfiles de los universitarios españoles no encajan en la oferta actual. Solo el 34% de los empleos en España está destinado a universitarios, pero las empresas no dan con jóvenes con idiomas, experiencia y perfil digital.

El problema del paro juvenil en España no es ninguna novedad. Y desde hace varios años, las diferentes formaciones políticas que han pasado por el Gobierno no han sabido frenar la desocupación laboral de los más jóvenes. De hecho, según la OCDE el porcentaje de españoles que no tienen trabajo hasta los 34 años se eleva hasta el 42%. Según datos del Banco de España, hechos públicos a finales de 2020, el elevado desempleo juvenil que azota nuestro país puede deberse a la menor cualificación de nuestros centros universitarios. “La menor cualificación, por término medio, de los trabajos desempeñados por los jóvenes licenciados españoles sugiere que su nivel de desempleo comparativamente mayor que el de sus homólogos del área del euro podría obedecer, entre otros factores, a una menor calidad de la educación superior”, recalca. 

Ello lleva a la conclusión de que tener un título universitario en España no es, ni mucho menos, garantía de una vida resuelta. En 2018, el 27,7% de los titulados (de un total de 233.626) que finalizaron sus estudios en 2014 no tenía empleo. Así se desprende del informe Inserción laboral de los egresados universitarios presentado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. A ese dato se suma otro igualmente alarmante: España es uno de los países de la Unión Europea donde los licenciados desempeñan en mayor medida trabajos de baja cualificación, un 37,1% frente al 23,2% de media europea.

El concejal delegado de Promoción Económica, Comercio y Mercados, Juan José Sánchez./ FALCAO

Ante esta preocupante situación, el Ayuntamiento de Salamanca, desde su área de Promoción Económica, Comercio y Mercados, que coordina el concejal Juan José Sánchez, busca ofrecer nuevas habilidades laborales a los titulados universitarios en estos tiempos de pandemia Covid-19. Tal es el resultado, informan desde SEO, que con su formación a la carta, en la primera edición con la puesta en marcha de dos cursos realizados en planta industrial, de 24 jóvenes participantes, 12 quedaron trabajando en las empresas donde realizaron sus prácticas. La conclusión puesta en evidencia en estos tiempos es que la empresas buscan los perfiles que necesitan, no es suficiente la titulación universitaria, sino que debe adaptarse a los perfiles de las empresas. Y, por ahí, es por donde caminan las Unidades de Empleabilidad del Ayuntamiento y de la Universidad de Salamanca, y también con la Pontificia.

No es menos cierto que los jóvenes creen que el mercado laboral responde con su oferta laboral a la titulación universitaria realizada. Pero nada más lejos de la realidad. Las empresas demandan perfiles cuya titulación no es condicionante para optar a un puesto de trabajo. Ayuda, está claro, explican desde la Unidad de Empleabilidad, pero debe ser la titulación la que tiene que adaptarse a los perfiles de las empresas, "no al revés".  Por ello, desde el Ayuntamiento de Salamanca y la Universidad pretenden adaptar esas titulaciones a la situación actual del mercado laboral. Porque, aseguran, "a los universitarios les cuesta entender que existen empresas cuyos requisitos de empleo no se adaptan a sus titulaciones". Por ello, ahora más que nunca, con la pandemia de por medio y la modificación del mercado laboral, "los titulados universitarios deberán adaptarse a los perfiles que requieren las empresas".

Todos los entes consultados por NOTICIASCYL dejan claro que la pandemia de Covid-19 ha traído "cambios" en el mercado laboral de titulados universitarios, y requiere de "nuevas habilidades". Ya que, además, la pandemia "ha acelerado" ese proceso de digitalización y cambios de modelos de empresa y, con ello, el cambio en las ofertas de empleo. La implicación de los titulados "es buena", argumentan, pero "romper ese perfil de titulado cuesta, pero cuando se les explica y entienden el enfoque, buscan ya abrir nuevas ventanas de cara al futuro".

Desde el Ayuntamiento de Salamanca y la Universidad se tienen abiertos cuatro cursos para encontrar nuevas habilidades de cara al mercado laboral. El primero de ellos es Gestión en Laboratorios, otro Técnico Comercial y Marketing, el tercero Impresión 3D y el cuarto curso Realidad Virtual. En total son 63 alumnos los inscritos para un total de 40  becarios, a 10 en cada curso. Estas becas de formación tienen una duración de nueve meses en un espacio con tutorización dentro de la empresa correspondiente.

A ellos se suma 15 expedientes de Formación Profesional con la Fundación Ciudad de Cultura y Saberes para formación y prácticas en empresas salmantinas. Como también con la Universidad Pontificia (Upsa), con formación en Habilidades y Competencias de Emprendimiento entendido como desarrollo en habilidades creativas.

La experiencia de Miranda Bravo, titulada en Periodismo por la UPSA

Miranda Bravo, de estudiar Periodismo a Técnico Comercial y de Marketing en Establecimiento Físico

Un caso concreto de esta nueva formación para universitarios titulados es la joven Miranda Bravo, quien estudió Periodismo en la Universidad Pontificia de Salamanca, finalizando sus estudios el año pasado, concretamente en mayo de 2020, "con la situación aún desconcertante del Covid-19", señala a NOTICIASCYL.

Esta joven universitaria se inscribió en estos cursos de habilidades y formación, concretamente en 'Técnico Comercial y de Marketing en Establecimiento Físico. Miranda Bravo cree que "el simple hecho de dar la oportunidad a tantos jóvenes de seguir formándose y creciendo como profesionales es lo que mayor valor otorga a estos cursos. Aunque es cierto que no es un máster certificado, hemos dedicado tres meses de asistencia y trabajo a una formación muy concreta".



Respecto al futuro laboral no es nada optimista, ya que, añade, "lo veo complicado cuanto menos. Si antes de la emergencia sanitaria ya se presentaba un panorama inestable para los jóvenes, ahora es mucho peor. Nos piden experiencia y nos ofrecen contratos en prácticas a pesar de haber terminado nuestra formación y estar capacitados al 100% para obtener un puesto estable. Espero que todo esto cambie, y no digo que en todas las empresas o instituciones esto sea así; pero hay que dejar paso a las nuevas generaciones y apostar por ellas".



No obstante, deja claro que esta formación extra "claro que vale. En primer lugar, el simple hecho de poder seguir formándonos como profesionales y crecer como personas merece la pena. Y además, es algo que nos gusta y a lo que nos vamos a enfocar en un futuro. Creo que es vital seguir aprendiendo. Es muy importante también que desde las instituciones lancen este tipo de formaciones, es una manera de conseguir que los jóvenes nos quedemos en la ciudad y no emigremos para buscar trabajo fuera. Creo que es necesario retener el talento que se escapa a buscar oportunidades de trabajo donde las haya".

"Podemos hablar de una generación perdida", reconoce el profesor de Economía en el IE Bussines School, Rafael Pampillón, quien avisa de que el nivel de desempleo juvenil es tan algo que el mercado laboral «no va a ser capaz de absorberlo». El economista avisa, además, de que España tiene un problema "con el abandono escolar", por lo que "la mayoría de los jóvenes que se encuentran ahora mismo en el paro tienen pocos estudios".  Pero siempre queda un atisbo para la esperanza. Un elemento clave aquí serán los fondos de recuperación de la UE. "Una parte tiene que usarse para tener mejores planes de estudio y para que los jóvenes tengan más salidas" y, con ello, no dar por perdida a la generación mejor preparada de la historia.