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Los reyes de España, Felipe VI y Letizia, se han dado este martes un auténtico baño de masas en el pueblo más antiguo de España, la localidad palentina de Brañosera, a donde han acudido con motivo de su 1.200 aniversario.

Centenares de vecinos y visitantes se han agolpado en los alrededores del Ayuntamiento de la localidad desde primera hora de la mañana y han recibido con banderas de España y vítores a los monarcas. 'Vivan los reyes' y 'Viva España' han sido algunos de los gritos más escuchados.

La llegada de los monarcas a Brañosera se ha visto afectada por las inclemencias meteorológicas, que han provocado su retraso, y, tras llegar a la localidad palentina han saludado al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, al presidente de las Cortes, Carlos Pollán, y al ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, también presentes en el acto.

El pueblo más antiguo

Brañosera es una pequeña localidad de 252 habitantes ubicada en la Montaña Palentina, concretamente en la Sierra de Híjar, que cuenta con la carta puebla otorgada más antigua del país y que le fue concedida en el año 824, cuando formaba parte del Reino de Asturias que estaba iniciando la Reconquista contra la invasión musulmana.

De este modo, se creó el primer ayuntamiento de la historia de España.

Se trataba de una zona estratégica por su ubicación, al borde de la Cordillera Cantábrica, en el proceso de repoblación y expansión que había emprendido el Reino de Asturias en una Península Ibérica que se encontraba casi en su totalidad dominada por los árabes.

La carta puebla otorgada concedía determinados privilegios a aquellos que se asentasen en el municipio, tratándose, por tanto, de que la población se asentase en esas tierras.

La superpoblación de las tierras del Reino de Asturias, en las que se habían refugiado los cristianos de la península tras la invasión musulmana del año 711, comenzó a provocar graves hambrunas que obligaron a estos habitantes a trasladarse a otras zonas.

De este modo, muchos cristianos comenzaron a dirigirse a Brañosera (Brannia-Osaria, tierra de brañas y osos).

El motivo de la entrega de la carta puebla otorgada por el entonces conde de Castilla, Munio Nuñez, fue el de organizar de forma coherente esa repoblación, concediendo derechos a las personas que allí se establecían.

En concreto, les concedía el libre uso del valle, aunque estaban obligados a conceder al conde la mitad de la paga cobrada a los habitantes de villas cercanas que apacentasen a sus ganados en esos terrenos. A cambio, los habitantes del municipio se encontraban exentos de vigilancia militar.

En el año 912 Gonzalo Fernández de Burgos, nieto de Munio Núñez, confirmó el Fuero de Brañosera y lo mismo hizo Fernán González, hijo del anterior, en el año 968, y, posteriormente, Sancho García en el 998.

El documento del Fuero de Brañosera se dio a conocer por primera vez en el año 1615, por parte del obispo benedictino Prudencio de Sandoval que se topó con él en un viejo pergamino del siglo XII, que se encontraba escrito en letra visigótica.

El documento se encontró en el archivo del Monasterio de San Pedro de Arlanza, la institución monástica predilecta del conde castellano Fernán González. El año pasado tuvo lugar el 1.200 aniversario del Fuero de Brañosera, una efeméride histórica que ha traído a los reyes de España al municipio este martes.

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