José Luis Vázquez García, estudiante de la Universidad de León (ULE) en el doble grado en Derecho y Administración y Dirección de Empresas, fue uno de los jóvenes cuyo proyecto, titulado ‘Digitalización Rural’ fue seleccionado por las Becas RALBAR. Se trataba de una iniciativa para dinamizar en los meses de julio y agosto el entorno municipal de Hospital de Órbigo, aprovechando todos sus recursos potenciales, y a través de la comunicación y la acción comercial y el trato personal con las distintas empresas y público en general.

El balance que realiza de la actividad desarrollada en muy positivo ya que, tal y como declara, “se facilitó la digitalización de las empresas y empresarios que así lo demandaron, se ayudó a personas a optimizar sus perfiles de trabajo, se introdujeron nuevos canales y medios digitales, se dieron a conocer las inmensas posibilidades del marketing digital, se logró involucrar a las personas que quisieron tomar parte en el proyecto, se respetó la conservación del espacio y los recursos naturales y se aprovecharon las sinergias generadas entre todos los elementos y partes del proyecto”.



La principal ventaja y aportación de esta beca RALBAR al entorno es indudable para José Luis, y se concreta en “el conjunto de relaciones forjadas entre las personas que participaron en el proyecto y que lo terminaron haciendo posible”.

En este punto, el joven universitario quiere señalar el vínculo creado con quienes han participado, desde el personal de las propias entidades colaboradoras (con especial mención a Nacho Vaquero, Francisco Javier Juanes Benéitez y José Daniel Pérez), hasta el alcalde (Enrique Bustos), pasando por todas las empresas y personas físicas que lo hicieron posible.

En las redes sociales



Muchas han sido las actividades desarrolladas, pero José Luis afirma que el punto fuerte fue, sin duda, la creación de un perfil público en Instagram del pueblo de Hospital de Órbigo (@aytohospitaldeorbigo). Conectó con la gente, joven y no tan joven, del pueblo y está sirviendo como gran elemento difusor de los innumerables atractivos con los que cuenta”.



El balance de la experiencia “ha sido genial, -explica-, al llevar a la práctica los conocimientos teóricos que vamos adquiriendo a lo largo de los años. Algo que, por diversos motivos, resulta casi imposible de hacer si alguien no te da la oportunidad para ello”.



También ha habido algún que otro ‘desengaño’ ya que, -según apunta-, “hasta la realización de este proyecto, tenía el convencimiento de que las empresas no progresaban porque nadie les había prestado la atención suficiente para ello o no habían conseguido tener suerte para aprovechar oportunidades. Hoy ya sé que no: la mayoría de inconvenientes tienen que ver con la actitud y la disposición de las personas para hacer cosas”.

En este sentido, el universitario explica que, “si encuentras a las personas adecuadas, puedes hacer auténticas maravillas y, con los medios necesarios, prácticamente cualquier cosa. Si no encuentras a la persona adecuada, ni aun teniendo todos los medios del mundo a tu disposición eres capaz de hacer algo verdaderamente provechoso. Ésta es, quizá, la enseñanza más valiosa de estos meses”.

Finalmente, y a modo de conclusión, José Luis señala que la idea de las becas RALBAR le ha parecido “fantástica y todo un acierto. Desde mi experiencia como participante en el proyecto, animo a la Fundación del Banco Sabadell y a la propia Universidad de León a seguir con él y dotarlo de continuidad, estabilidad y prestigio”.