La política internacional gira en torno a la situación que se está viviendo desde hace meses en la franja de Gaza. Las imágenes que están llegando son duras y atroces. Esto ha provocado que la comunidad internacional cargue contra la gestión que está realizando Benjamin Netanyahu, presidente de Israel, en este eterno conflicto que no tiene final.
Sin ir más lejos, las protestas se han incrementado esta pasada semana y se espera que continúen con la celebración de la Vuelta a España. En la ronda han encontrado los pro-palestinos el mejor escaparate para señalar al equipo de Israel, exigiendo su abandono.
Sin embargo, lo que eran manifestaciones pacíficas han terminado siendo graves altercados, detenciones y poner en juego la vida de los ciclistas. Un movimiento antisemita que ha llegado incluso a que Vox Castilla y León denuncie ante Fiscalía al portavoz de Unidas Podemos, Pablo Fernández, por delitos de odio.
De momento ha sido la prueba ciclista, pero ya se habla de que estas protestas y boicots contra Israel se pueden extender a otros ámbitos como Eurovisión o el comercio exterior, provocando un grave perjuicio para muchas empresas que mantienen negocios, en especial el sector farmacéutico en la Comunidad.
Un gran conocedor del mundo israelí es el alcalde de Castrillo Mota de Judíos, Lorenzo Rodríguez. Vive en un pueblo que está hermanado con el municipio de Kfar Vradim y que tuvo que retirar su nombre porque anteriormente era Castrillo de Matajudíos.
Pintada en la fachada del antiguo consistorio.
Rodríguez ha vuelto a denunciar la ola de antisemitismo que, en su opinión, se está expandiendo en España a raíz de la guerra en Gaza y de la posición política adoptada por el Gobierno de Pedro Sánchez. Eso sí, lo primero que hace es reconocer a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León que lo que está pasando en la franja "es un horror".
El regidor burgalés, conocido por su labor en la recuperación histórica y cultural de este municipio de apenas 60 habitantes vinculado a la memoria judía, considera que se está generando un “odio muy peligroso” contra la comunidad judía que ya se refleja en actos vandálicos y amenazas.
Hace apenas unas semanas, Rodríguez condenó las pintadas aparecidas en varias naves privadas y en el cartel de entrada al pueblo. Los mensajes, de carácter antisemita y político, incluían frases como “Hermanados con genocidas; viva Palestina libre”.
El alcalde denunció que los ataques “atentan contra patrimonio personal de varios vecinos” y reflejan un clima de tensión que afecta directamente a la localidad, símbolo de reconciliación tras recuperar en 2015 su nombre histórico, Castrillo Mota de Judíos, frente a la denominación franquista de Matajudíos.
Este pueblo mantiene vínculos importantes con Israel. Autoridades israelíes y comunidades judías han expresado reconocimiento por este municipio. Así, se han promovido proyectos de hermanamiento cultural y turístico entre Castrillo Mota de Judíos y entidades judías e israelíes.
Además cuentan con un centro de la Memoria Sefardí. El pueblo ha impulsado la creación de un centro para la investigación y difusión de la historia sefardí, buscando ser un punto de encuentro entre España e Israel.
Críticas a la posición del Gobierno
Rodríguez es especialmente duro con el Ejecutivo central, al que acusa de “alimentar un discurso de odio” contra Israel y el pueblo judío.
“El Gobierno está creando un antisemitismo que va a ser muy perjudicial para España”, afirma, en referencia a la decisión de Pedro Sánchez de encabezar un bloque diplomático de reconocimiento del Estado palestino y de crítica a la ofensiva israelí en Gaza.
El regidor considera que estas decisiones “responden más a una estrategia para tapar sus juicios y malas gestiones” que a una política exterior seria. Según él, “España no lidera nada, lo único que hace es blanquear a Hamás y a grupos terroristas”.
Las pintadas aparecidas en el municipio burgalés de Castrillo Mota de Judíos
Ante los hechos ocurridos en Castrillo Mota de Judíos, el Ayuntamiento estudia la posibilidad de presentar denuncias por delitos de odio. “Es lo que estamos viviendo: un odio hacia un pueblo entero”, explica Rodríguez, que lamentó la falta de contundencia del Gobierno frente a otros conflictos internacionales, como los de Rusia o Venezuela.
“Todos estamos de acuerdo en que el pueblo palestino sufre, pero la solución no puede ser condenar al pueblo judío”, remata.
El alcalde ha mostrado su preocupación por las consecuencias que esta tensión política y social está teniendo en el deporte internacional. En la edición de la Vuelta a España, varias protestas y polémicas rodearon al equipo Israel-Premier Tech, lo que, en opinión de Rodríguez, “ensucia la imagen del país y de las competiciones deportivas”.
“Hoy es la Vuelta, mañana será Eurovisión, luego cualquier evento internacional. Todo se está contaminando de odio”, lamenta, subrayando que la mayoría de ciclistas del equipo “ni siquiera son israelíes”, sino profesionales de distintos países que “solo quieren trabajar y mantener a sus familias”.
Rodríguez reconoce que la situación está afectando directamente a sus vecinos: “Hay gente que tiene miedo. Se está viviendo con preocupación porque nos pintaron hace poco en el pueblo. Nos señalan y amenazan sin tener nada que ver con esta guerra”.
Asegura que el ambiente recuerda a épocas pasadas y que ha hablado con personas judías en España e Israel que “evitan mostrar su identidad por miedo a represalias”. “En otros países, los judíos no pueden salir de casa con tranquilidad. No podemos permitir que eso llegue aquí”, advierte.
Rodríguez mantiene contacto con personas de Israel, importantes políticos, que muestran su preocupación por la deriva que está teniendo España en este caso.
Llamamiento al diálogo
El alcalde insiste en que la mayoría de los ciudadanos, “como él mismo”, están en contra de la guerra, pero pide separar el conflicto bélico del odio hacia un pueblo.
“La guerra debe terminar, pero eso no significa crear un odio hacia el pueblo judío”, señala, reclamando que sean las mesas de negociación internacionales las que busquen una salida al conflicto en Gaza.
Asimismo, recuerda que siguen existiendo rehenes israelíes en manos de Hamás y que “no se puede obviar el origen terrorista del ataque que desencadenó esta escalada”.
Más allá de la situación internacional, Rodríguez aprovecha para criticar el rumbo político nacional. Por eso señala que el Gobierno “vive de espaldas a los problemas reales de los españoles, que no llegan a fin de mes”, mientras se “asocia con independentistas y blanquea a antiguos terroristas”.
Tampoco ahorra reproches a la oposición, a la que acusó de “estar acomplejada y de no hacer nada para cambiar el rumbo del país”. De ahí que “al final surgen partidos nuevos porque los que hay son más de lo mismo”, concluye
