El presidente del Consejo de Cuentas, Mario Amilivia, ha dudado de si la adscripción de la Autoridad Independiente en materia de corrupción (Aiccyl) a la institución propia que preside, “es el encaje institucional más adecuado”.
Al respecto, ha recordado que el Consejo de Cuentas “adolece” de “competencia en materia de prevención de la corrupción” y el órgano de control externo “no tiene en su regulación, ningún tipo de competencia directa” en esa materia.
Amilivia ha apuntado como “solución más lógica” a la “ampliación competencial del Consejo de Cuentas en dicho ámbito o, en su defecto, a sensu contrario, la plena autonomía, también orgánica y presupuestaria, de la Aiccyl mediante la correspondiente modificación legislativa".
Y ha denunciado también las “dificultades” de la puesta en marcha de la Autoridad Independiente en materia de corrupción, que devienen de su adscripción presupuestaria a la institución propia que preside “que, en estos momentos, por distintas circunstancias, no dispone de una dotación específica para la Autoridad".
Mario Amilivia ha hecho estas reflexiones en un artículo que lleva como título "Una visión del modelo español de control externo y lucha contra el fraude. La experiencia en Castilla y León", que publica el número 85 de la revista Auditoría Pública.
El texto expone que la creación en Castilla y León, adscrita al Consejo de Cuentas, de la Autoridad Independiente en materia de corrupción “viene a poner luz ante un problema que, como acaba de publicar Transparencia Internacional, sigue muy presente”.