Hoy se ha aprobado la nueva ley de vivienda en el Congreso de los Diputados. Son muchas las dudas que surgen ante una norma que la Junta de Castilla y León va a “cumplir” aunque reconoce que no es partidario de ella, en muchos aspectos, uno de los más destacados el de zonas tensionadas. En su opinión, el retirar viviendas del mercado en zonas tensionadas va a reducir la oferta y terminará subiendo los precios. Todo lo contrario de lo que se pretende para poder hacer que los jóvenes accedan a una vivienda.

La Junta es partidaria de otra fórmula. La de evitar que se produzcan “tensiones” inmobiliarias y que haya una disponibilidad que permita un acceso mejor de los ciudadanos.

Por este motivo, el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, ya ha anunciado que se estudiará y “veremos cómo queda”, al mismo tiempo que ha lamentado que “una vez más”el Gobierno central haya tomando una decisión sin consultar a las comunidades como ha ocurrido en otras tantas leyes. “Es un acuerdo con el que ha llegado con sus socios, ERC y Bildu”, ha recordado durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.

Tampoco está de acuerdo con la otra medida anunciada a bombo y platillo por el presidente Pedro Sánchez durante esta semana relacionada con la vivienda. El líder socialista ha prometido construir 20.000 viviendas públicas en suelos del Ministerio de Defensa. Carriedo ve en esta propuesta más de lo mismo. “El Gobierno lleva cinco años sin hacer nada y ahora en cinco días anuncia todo”, ha criticado.

Carriedo ha tirado de hemeroteca para recordar otras medidas de Sánchez, como la de movilizar 50.000 viviendas propiedad de la Sareb, si bien los cálculos de la Junta sólo contemplan 81 disponibles en la Comunidad. “A esas casas se unieron otras 45.000 nuevas a través de fondos europeos y, por último, otras 20.000 en terrenos de Defensa”. Para zanjar con “No se trata de buscar un titular para un momento dado”.

 

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