Son ya unos cuantos meses en los que el sector del transporte está lanzando un mensaje de socorro porque faltan trabajadores. Lo hizo un vallisoletano en este periódico con el problema surgido en Reino Unido. La patronal asegura que los conductores cobran en torno a 1.800 o 2.200 euros, pero según los sindicatos de Castilla y León, “estos salarios incluyen gastos o dietas, porque la manutención y los alojamientos corren a cargo del trabajador, por lo que el sueldo medio que finalmente percibe el conductor ronda los 1.300 euros en Castilla y León”.

Ante esta situación, el responsable del Sector de Carreteras, Urbanos y Logística de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT Castilla y León (FeSMC UGTCyL), Juan Antonio Martínez Salvadores, tiene claro que en la Comunidad: “No hace falta conductores, como denuncia la patronal, sino que faltan trabajadores que quieran ser esclavos". En la actualidad, la Junta cifra en 94.000 los conductores con carné de vehículos pesados en la Comunidad, incluidos entre ellos los autónomos. UGT estima en alrededor de 25.000 aquellos que son asalariados, muchos de ellos en estos momentos en desempleo o trabajando en otro sector.

En palabras del responsable del sector de transporte de UGT, “las patronales han optado por la tarifa plana. Es decir, te pagan lo mismo trabajes unas horas u otras porque su salario siempre va a ser el mismo. Son varios los Reales Decretos que regulan nuestra actividad profesional. Esos reales decretos especifican que podemos conducir un máximo de 90 horas cada dos semanas. Si un conductor trabaja esas 90 horas, al cabo de un año, un conductor puede llegar a trabajar 2150 horas de conducción anuales, más 20 horas de presencia (en tiempos de cargas y descarga) y añadir horas de otros trabajos relacionados con la actividad. Si firmamos en un convenio 1800 horas, el conductor deja de percibir una media de 700 horas anuales que tampoco cotiza para la seguridad social y el Estado deja de recaudar para sus arcas, por eso tampoco tenemos una jubilación digna”.

El carnet por 3.100 euros

Por su parte, el responsable del Sector de Carreteras, Urbanos y Logística que, además, es conductor profesional, ha querido comenzar agradeciendo su presencia a los medios asistentes para dar voz a los trabajadores del sector puesto que, hasta el momento, la mayoría de los medios solo se han hecho eco de las quejas de una patronal incapaz de encontrar trabajadores para sus empresas de transporte. De hecho, la patronal culpa al elevado coste que supone el carnet de conducir vehículos pesados. Sin embargo, el precio del curso que capacita a los maquinistas de Renfe ronda los 24.000 euros y las academias tienen listas de espera. También lo achacan a las condiciones laborales que tenemos los conductores. Sin embargo, en palabras de Martínez Salvadores, adolecen de “cierto cinismo porque delante de los micros aluden a las duras condiciones laborales, convirtiéndose en trabajadores, pero luego se niegan a negociarlas para mejorarlas y vuelven a ser empresarios”.

También ha acometido el problema del "desequilibrio territorial" que padece el sector en Castilla y León porque en esta comunidad existen 9 convenios sectoriales (uno por cada provincia). En cada provincia hay un sueldo y puede llegar a variar en torno a los 2500 euros anuales entre unas y otras. Burgos es la que recoge el sueldo más alto y León el segundo más bajo. Dentro de la comunidad, por tanto, existen empresas que se deslocalizan de una provincia a otra por este motivo.

En la misma línea, "los últimos contratos obligan a la carga y descarga a los conductores sin abonarlas aparte, lo que supone, al menos, un par de horas más de carga de trabajo. Esto sucede a menudo antes o después de 10 horas de conducción lo que supone un peligro para sus propias vidas y para el resto de conductores".

15 días fuera de casa

Asimismo, es conocida "la escasa o nula posibilidad de conciliación de vida laboral y vida personal de los trabajadores del sector". Un transportista internacional puede estar hasta 15 días fuera de casa y perderse momentos relevantes de su vida familiar. "Si a esta circunstancia le sumamos la soledad que supone vivir a largas temporadas en una cabina de un camión de 4 metros cuadrados, el deterioro de la salud mental es evidente. Tampoco la mayoría de las áreas y de las cabinas están adaptadas a las mujeres, lo que afecta directamente al desequilibrio de ocupación en el sector entre hombres y mujeres", recordó. 

Por último, Juan Antonio Martínez Salvadores ha querido denunciar que el conductor es el último eslabón en la cadena del transporte, lo que conlleva que, si llega a una hora en la que no pueden atenderte en la empresa o almacén de recepción, se ven obligados a esperar e, incluso, a pasar la noche aguardando a que vuelvan a su horario y puedan atenderles y descargar la mercancía.

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