Llega el final de temporada, de noches sin final, de verbenas, de fiestas, de calor y también de frío. Es la hora de hacer un balance. Son tantos resultados! Pero como lo prometido es deuda, ahí va el viajero con su alegato.

El primer alegato cuando finalizaban las fiestas de San 'Roqui' de Villarino, y el carrilano con el Templario De La Faya acuden a saborear la noche 'jariega' -aunque dicen que somos los de este lado del Tormes, por eso de La Jara- y con la plaza de Fermoselle y sus calles circundantes llenas a rebosar y saborear la exquisitez y variedad gastronómica sayaguesa, con el buen vino en la mesa, hete ahí que comienza a repicar -como en los encierros- la campana del Ayuntamiento.

Eran las 22.30 y estos comensales, que daban buena cuenta del churrasco de ternera sayaguesa y las costillas de lechazo, pensaron que tocaban a fuego, o a arrebato. Pero no, El Arrebato sonaba en un solitario cantante que animaba, en su rincón, la plaza, y que se supiera, humo sólo salía de alguien que buscaba aroma mental, como diría 'el alcalde' don Juan. No, es que los jariegos son especiales con sus tradiciones, y es tradición todas las noches, dicen, anunciar que las fiestas y los toros ya están aquí. Pero lo que más llamó la atención fueron los chispazos que hacían luz en la noche, del badajo cuando tocaba la campana... ¡Qué energía del campanero, señores! ¡Din don din don! y que no paraba... Cómo no, para la historia, que narraremos, del médico de Villarino que murió subido en su caballo a la entrada del pueblo... los 'machos' de antaño, carajo!

Javi Pikante

Otro alegato es para decir que Javi, conocido como Javi Pikante, sigue en sus escenarios haciendo vibrar, emocionar y divertir a las gentes que van y vienen en las noches de fiesta por esos pueblos de Dios. Sí, a pesar de ciertos comentarios interesados, que no son más que un bulo, Javi sigue adelante con su grupo. El grupo que cierra la gira, son los duendes de la noche que llegan con melodías y ritmos y risas y alegría y amistad...

Es que sin música la vida sería un error. Es el descanso del showman, del artista, del músico, del amigo... Javi Pikante. Cántame esa bella melodía, me deleito cuando lo haces, interprétala noche y día, hoy y mañana, pase lo que pase, como ese abuelo Vítor de emoción, de sentimiento y de dulzura. Suene 'La Campanera', Manolo Escobar, Mercury o Raphael, siempre invierte acordes para armonizar con sus palabras grandes verdades, y en pocos fraseos sintetiza la música que fluye a caudales... Y como el abuelo, el viajero "se ha sentado en la escalera a esperar el tibio sol de madrugada, la mirada clavada en la montaña, es su amiga más fiel nunca le engaña...".

Mientras todo fenece, busco acaso un encuentro que me ilumine el día, y no hallo más que puertas que niegan lo que esconden... soy esa absurda epidemia que sufren las aceras. Pero sin duda volverán los chispazos de las noches de verano, como un sueño 'shakespeariano', como las golondrinas a sus nidos en los balcones o las cigüeñas por San Blas.