Publicada

Los juguetes son, en muchas casas, el primer anuncio de que llega la Navidad, entre sonrisas, nervios y listas de deseos escritas en una carta. Pero, en Alcampo, hay juguetes que van más allá del juego.

Cada peluche, muñeco, construcción o cada juego de mesa de su marca exclusiva One Two Fun lleva también un mensaje que trasciende el envoltorio: la solidaridad se puede regalar, y apoyar la investigación contra el cáncer infantil puede empezar, sencillamente, en el mismo lugar donde hacemos la compra semanal.

Este es el espíritu de la campaña que Alcampo mantiene activa hasta el 7 de enero de 2026 a modo de invitación para que niños y mayores se conviertan en héroes de la investigación con un gesto tan cotidiano como elegir entre las 800 referencias de juguetes de la marca exclusiva de Alcampo.

Durante este periodo, la compañía donará el 1% del valor de todos los juguetes One Two Fun y 2 euros por cada peluche Julio o Julia vendido.

Todo lo recaudado se destinará de forma íntegra a la Unidad CRIS de Terapias Avanzadas en Cáncer Infantil del Hospital Universitario La Paz, donde se atiende a niños y niñas que ya no responden a los tratamientos convencionales y necesitan vías de investigación capaces de abrirles una esperanza real.

En el corazón emocional de esta campaña están dos personajes que ya forman parte del imaginario navideño de muchas familias: Julio y Julia. Julio es un castor de peluche que lleva cuatro años siendo el símbolo de esta acción solidaria.

Este año, además, llega acompañado de Julia, una nueva heroína que invita a niños y adultos a sumarse a esta misión colectiva.

Ambos lucen capa y antifaz porque representan la idea central del proyecto: cualquiera puede convertirse en un héroe de la investigación. Basta con elegir uno de estos peluches para que dos euros viajen directamente hacia proyectos científicos que persiguen salvar vidas.

Alcampo donará, hasta el 7 de enero de 2026, el 1% de las ventas de juguetes de su marca exclusiva One Two Fun y 2 € por cada peluche Julio o Julia Cedida

La colaboración entre Alcampo y la Fundación CRIS Contra el Cáncer no es nueva. Es una alianza que lleva seis años creciendo en compromiso y profundidad. Desde 2019, la compañía ha donado más de 400.000 euros para apoyar proyectos de investigación contra el cáncer infantil.

Son aportaciones que han contribuido a que hoy existan terapias que hace solo unos años eran impensables y que, poco a poco, estén mejorando las opciones de supervivencia de los menores afectados por tumores complejos o agresivos.

Yolanda Fernández, directora de RSC, Comunicación y Relaciones Externas de Alcampo, resume el sentido de esta alianza: “Nuestra colaboración con CRIS Contra el Cáncer financia directamente la investigación, que es la única vía para luchar contra el cáncer y ofrecer tratamientos a los niños y niñas que no responden a las terapias convencionales. Cada juguete One Two Fun vendido contribuye a proyectos pioneros que buscan soluciones reales”.

La campaña de Navidad de Alcampo, en palabras de Fernández, tiene un valor que excede lo comercial: "No se trata solo de vender un juguete. Se trata de acompañar a las familias que están atravesando la batalla más difícil. De creer en la ciencia. De ayudar a que la investigación avance. Y de recordar que, en cada pequeño gesto, hay un impacto real".

Para comprender el alcance real de esta campaña de Alcampo, conviene detenerse en la labor que realiza la Fundación CRIS Contra el Cáncer, una organización independiente y sin ánimo de lucro que financia exclusivamente investigación de excelencia para desarrollar nuevos tratamientos contra el cáncer.

Su enfoque es llevar los avances del laboratorio al paciente lo antes posible, especialmente en áreas donde los tratamientos convencionales ya no funcionan.

“La investigación es tan vital como el aire que respiramos”

Uno de los expertos que mejor conoce esta realidad es el doctor Antonio Pérez Martínez, pediatra, jefe del Servicio de Onco-Hematología y Trasplante del Hospital Universitario La Paz y responsable de la Unidad CRIS de Terapias Avanzadas en Cáncer Infantil. Recuerda que hablamos de “cánceres” en plural, porque los tumores pediátricos son muy diversos y, además, de baja prevalencia: cada año se diagnostican 400.000 casos infantiles en el mundo, 35.000 en Europa y unos 1.500 en España.

A pesar de los avances, “el 20% de los niños sigue falleciendo por la enfermedad o por los efectos del tratamiento”. En Europa, esto supone cada año entre 6.000 y 7.000 muertes; en España, entre 200 y 300.

La buena noticia, subraya, es que los índices de supervivencia han mejorado: “En leucemia linfoblástica tipo B estamos muy cerca del 90% de curación”. Pero no todos los tumores avanzan al mismo ritmo. “Los sarcomas metastásicos, los tumores sólidos o los tumores cerebrales siguen siendo nuestro gran reto”, afirma.

Y para enfrentarlos hace falta más investigación: genética, inmunológica, bioinformática y terapias celulares innovadoras.

Ahí entra en juego CRIS Contra el Cáncer. La entidad financia proyectos pioneros que impulsan terapias avanzadas como las CAR-T académicas, desarrolladas dentro del propio hospital. “Somos uno de los pocos centros europeos que produce CAR-T de nueva generación para niños que ya no responden al CAR-T convencional”, explica Pérez Martínez.

Juguetes solidarios

La unidad ha tratado ya a más de 1.000 menores en casi diez años, muchos de ellos mediante protocolos experimentales o usos compasivos.

Para que estos avances lleguen antes a los pacientes, la unidad integra en su día a día a investigadores, biólogos, inmunólogos, genetistas, bioquímicos, matemáticos, para que trabajen codo con codo con el personal facultativo del hospital: “Nos interesa el tiempo. Si un niño no responde al tratamiento estándar, debemos identificar rápido alternativas y diseñar la estrategia más eficaz sin retrasos”. Por eso, reitera, “la investigación no es un lujo: es una necesidad tan vital como el aire que respiramos”.

La fuerza de las familias… y de las empresas

La directora de la Fundación, Marta Cardona, insiste en lo decisivo que es el papel de pacientes y familias -y también de empresas-. “El cáncer afectará a uno de cada dos hombres y a una de cada tres mujeres. Todos estamos tocados de cerca. Colaborar con CRIS es una forma directa de apoyar investigaciones que ya están cambiando el pronóstico de miles de personas”.

Cardona subraya que no todo el mundo puede investigar, pero sí puede realizar una donación, hacerse socio, impulsar retos solidarios, participar en carreras o conciertos, o “con acciones empresariales como la de Alcampo”.

La clave, afirma, es la constancia, porque la investigación exige tiempo, estabilidad y recursos sostenidos.