Castilla y León envejece y pierde población y eso tiene su correlato en el mundo empresarial, que sufre el proceso en paralelo. Cada vez hay menos empresarios y con edades más avanzadas. Lo certifica la Agencia Tributaria, que pone de manifiesto que entre 2009 y 2019, Castilla y León perdió 32.801 empresarios, desde los 217.674 a los 184.873. Asimismo, la Comunidad contaba en 2019 con 76.691 empresarios con más de 55 años, lo que representa el 41,5 por ciento, cuando en 2009, su peso estaba en el 36,4 por ciento (79.188), es decir, más de cinco puntos avanza el grupo más envejecido.

La Estadística de rendimientos de actividades económicas de la Agencia Tributaria, que analiza la demografía empresarial de la Comunidad, recogida por Ical, pone de relieve que se perdieron tanto empresarios como empresarias, aunque con diferente intensidad. Los varones sumaron 122.786 empresarios durante 2019, con la pérdida de 27.719 efectivos, un 18,4 por ciento menos. La pérdida femenina fue muy inferior, ya que sumaban 62.087 personas, con 5.082 menos que en 2009, y una bajada porcentual del 7,6 por ciento. La presencia femenina en el mundo empresarial ganó peso durante los años de estudio, ya que si en 2009, representaban el 30,8 por ciento del colectivo, en 2019 alcanzaron el 33,5 por ciento.

Demografía empresarial en Castilla y León. ICAL

Otro dato relevante que pone de manifiesto el análisis de la Agencia Tributaria, es, al igual que ocurre a nivel poblacional, la cada vez mayor presencia de extranjeros trabajando y viviendo en la Comunidad. En concreto, el grupo de empresarios españoles se situó en 2019, en los 179.554, con una merma del 16 por ciento respecto a diez años antes, y 34.306 efectivos menos. Por el contrario, los foráneos, sumaban 5.319 empresarios, con un importante incremento en el periodo de estudio del 39,5 por ciento, conn1.505 más.

Un estudio pormenorizado de los grupos de edad, indica que si aumentó considerablemente el peso de los mayores de 55 años, los menores de 26 redujeron su presencia, y si en 2009 eran 4.016, el 1,8 por ciento del total; en 2019, ascendían a 2.823, un 1,5 por ciento. Lo mismo ocurre con el grupo de entre 26 y 35 años, que pasó de representar un 12,3 por ciento del total de empresarios, con 26.805, a suponer el 9,4 por ciento, con 17.433. El grupo de 36 a 45 años, también redujo su peso en la década, y evolucionó desde los 50.496, el 23,2 por ciento, a los 36.898, el 20 por ciento.

Por el contrario, junto a los mayores de 55 años, también avanzó en presencia, el grupo de los empresarios de 46 a 55 años, que si en 2009, aglutinaba a 57.169 activos, que suponía el 26,3 por ciento; en 2019, ascendían a 51.028, con un peso relativo sobre el total del 27,6 por ciento.

Cabe destacar asimismo, que se perdieron empresarios sin asalariados sobre todo, y con entre uno y cinco trabajadores, mientras que aumentaron en el periodo los de mayor número de asalariados. En concreto, el año 2019, había 147.868 empresarios sin trabajadores con 31.965 menos que en 2009, es decir, un 17,8 por ciento menos. Asimismo, había 22.105 con entre uno y dos asalariados; y 8.697, con entre tres y cinco, con descensos porcentuales respecto a 2009, del 9,9 y 2,8 pr ciento, respectivamente.

En el extremo opuesto, los empresarios con entre seis y nueve empleados, ascendieron en 2019, a 3.559, un 28,5 por ciento más que en 2009. Asimismo, había 2.143 empresarios con entre diez y 20 empleados; y 501, con más de 20, que suponen importantes aumentos en la década del 60,5 y 103,7 por ciento, en cada caso.

CEOE

CEOE Castilla y León entiende que los datos de envejecimiento y reducción de unidades productivas puede ser reflejo de un redimensionamiento de las empresas, y expone que “en la mayoría de las ocasiones, la consolidación de la actividad empresarial es fruto también de una trayectoria que se ha fraguado durante períodos de tiempo más amplios, bien por las propias características del propio producto o servicio, y bien también gracias al trabajo continuo apalancado en la innovación, el emprendimiento, la expansión y diversificación de mercados”.

La patronal aprecia que “esta mayoría de edad de los empresarios es reflejo de una adecuada salud del tejido empresarial, porque su permanencia en el mercado refleja su capacidad competitiva, de prosperar, de adaptación a los continuos cambios regulatorios y del entorno; esto es, responde a su gran capacidad de innovación y resiliencia”.

Es decir, este dato muestra “cómo las empresas adquieren una mayoría de edad pero lo cual no conlleva una fragilidad empresarial sino un avance, maduración y consolidación de las compañías”. CEOE comenta que muchas de estas empresas están inmersas en procesos de relevo generacional, proceso que no se alcanza de forma inmediata; sino que para que no sea traumático y dé continuidad a toda una trayectoria de esfuerzos y éxitos, “debe realizarse de forma pautada a la vez que pausada y reflexiva, con el foco en un futuro apasionante e incierto y con el ejercicio diario de un presente que avanza a una velocidad de vértigo, sustentado en una necesaria transformación digital y el alcance de un crecimiento competitivamente sostenible”.

CEOE Castilla y León apuesta, no obstante, por reforzar el fomento del espíritu emprendedor y poner en valor la figura del empresario, para que cada vez más jóvenes apuesten por sus propios negocios.