Horas después de que las Opas de Castilla y León y del resto de España hayan anunciado su salida de Aimcra (Asociación de Investigación para la Mejora del Cultivo de la Remolacha), Donaciano Dujo, presidente de Asaja en la Comunidad, asegura que esta decisión "perjudicará a los agricultores remolacheros".

Una decisión producto de un desencuentro fraguado desde hace más de dos años con la empresa Azucarera, filial de British Sugar y fuertemente vinculada a Aimcra, que nació como entidad privada hace casi sesenta años por iniciativa de esta industria y sin ánimo de lucro para mejorar los cultivos de la remolacha en España.

El abandono de Aimcra por parte de las Opas deja así a Azucarera como su "única gestora", según un comunicado emitido por la organización agraria que preside Dujo.

Durante años, Azucarera y las Opas han venido trabajando codo con codo en Aimcra para mejorar los rendimientos y el cultivo de la remolacha. Pero el peso que ha ido ganando la empresa, "ha ido desplazando el protagonismo que hasta hoy tenían las Opas hacia los agricultores de este sector".

"Para estar y no pintar nada, nos vamos"

¿Disgustados con la situación? Donaciano Dujo, presidente de Asaja en la Comunidad, se muestra tajante: "Asaja ha trabajado con mucha ilusión y ganas y Aimcra ha hecho mucho por este sector, y nos habría gustado seguir trabajando de forma conjunta, pero cuando un acuerdo es cosa de dos y uno no quiere, pues para estar y no pintar nada, nos vamos".

Este desenlace tiene su origen en 2020 cuando, tras los cinco años de vigencia reglamentaria, "Azucarera decidió unilateralmente no renovar el acuerdo marco de la Interprofesional remolachera, por lo que si no reconoce a las Opas y sí a los agricultores, nos apartamos y que sean ellos los que elijan a sus representantes", indica Dujo.

La decisión de abandonar Aimcra, asegura, "no se ha tomado ayer". Hace más de un año que las Opas decidieron que, "al no renovarse el acuerdo marco que nos otorgaba esa interlocución con los agricultores remolacheros, no tenía sentido seguir".

Se abrirá un proceso nuevo de elección

¿Perjudicará esta situación a los agricultores? Dujo cree que la salida de las Opas como interlocutores "supondrá dificultades de organización porque con nosotros ya estaban representados los agricultores y ahora se deberá abrir un proceso de selección de representantes en las fábricas que tiene Azucarera en España, tres de ellas en Castilla y León (La Bañeza, Toro y Miranda de Ebro), para elegir a los candidatos a representantes de los agricultores". 

Sin embargo, rechaza considerar la salida de las Opas como "una batalla perdida" y asegura que se trata tan sólo de "un cambio más en la vida porque todo evoluciona con los tiempos".

Fuentes a las que ha tenido acceso este periódico aseguran que, lejos de los pronósticos que apunta Asaja Castilla y León, "Aimcra fortalecerá sus vínculos con los agricultores al dar entrada en su Junta directiva, mediante un proceso electoral, a agricultores representativos de sus cuatro fábricas, de manera que puedan aportar una visión más real y actualizada de las necesidades de investigación de este cultivo".

A pesar de las buenas palabras de Dujo para reconocer el legado y los éxitos conseguidos por Aimcra que "tanto han beneficiado al sector remolachero", asegura en cualquier caso que "no tenemos por qué aguantar que nos haga ese vacío nadie".

Tensiones que vienen de lejos

Asaja cree que "el poder" que tiene AB Azucarera sobre Aimcra impide "garantizar la neutralidad" a la hora de pactar los acuerdos marco interprofesionales de este sector, a pesar de reconocer las mejoras agronómicas que se han producido en este cultivo en las últimas décadas, y del que Castilla y León es líder de producción en España a pesar de lo cual el país es deficitario en este cultivo.

Las tensiones entre la entidad y las Opas de Castilla y León vienen de lejos. El comunicado de Asaja vincula el origen del deterioro de esta relación al "incumplimiento por parte de AB Azucarera de las condiciones económicas del contrato de compraventa de remolacha durante la campaña 2019-2020", que un laudo arbitral falló en favor de la Opa.

En la actualidad, y según datos de la propia Asaja, la superficie cultivada de remolacha en Castilla y León es de aproximadamente 16.000 hectáreas, (lejos de las 30.000 que llegó a tener sembradas) en las que trabajan cerca de 1.600 agricultores.

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