COAG Castilla y León exige a la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, que agilice los 20 millones de euros que prometió para compensar los daños que ocasionara el lobo a los ganaderos de la Comunidad tras incluir al cánido en el listado de especies protegidas (Lespre), y eliminarlo del de especies cinegéticas.

Además, esta organización agraria profesional pide a la Consejería de Medio Ambiente liderada por Juan Carlos Suárez Quiñones, que "acorte los plazos de las ayudas contra los ataques del lobo que sufren los ganaderos del sur del Duero", dado que "hay resoluciones que llevan casi seis meses dormitando en los despachos de la Consejería".

Los ganaderos denuncian también que los ataques se han incrementado tras la entrada del lobo en el registro de especies protegidas. Tras el ataque del lobo a las reses, el titular de la explotación tiene 48 horas para comunicar a la Consejería de Medio Ambiente la incidencia. Posteriormente este departamento elabora un informe que es determinante para conocer la cuantía de la ayuda compensatoria y dentro del siguiente mes se solicita la prestación con un plazo de tres meses para que la Administración la resuelva.

COAG ha contactado con varios ganaderos afectados de la zona norte de Salamanca, próxima al pantano de Almendra, para conocer la situación. Un ganadero denunció un ataque en febrero, la resolución la recibió en abril y "todavía no ha llegado el dinero".

Esta organización añade otros ejemplos reales de retrasos en el cobro de estas ayudas, como el ocurrido a un ganadero de la misma zona que lleva cuatro meses esperando la ayuda; o el del titular de una explotación en Villaseco de los Reyes, Ángel Arnés, "cuya granja los lobos han frecuentado últimamente y que también lleva sufriendo un silencio administrativo de varias semanas tras la evaluación de los daños realizado por los técnicos de Medio Ambiente".

Una situación que, según COAG, contrasta con la operativa administrativa desarrollada en un ataque anterior, "cuando la Consejería a los 20 días ya se había manifestado". 

El granjero salmantino, que ha perdido 14 ovejas en los últimos dos años por ataques de lobo, asegura que "desde la entrada del lobo en el Lespre, los ataques son más comunes, se ven grupos mayores de lobos y si antes se producían ataques en solitario, ahora abundan los ataques en manadas".

COAG recuerda que hace ya cinco años, la propia Consejería logró reducir el plazo de los pagos compensatorios a 18 días de media, en una horquilla de entre 9 y 26. "A estas cifras se llegaba desde los once o doce meses que llegó a demorarse esta ayuda con anterioridad".

Más ataques tras el incendio de la Sierra de la Culebra

El pasado incendio en la Sierra de la Culebra, que devastó casi 25.000 hectáreas de terreno en esta zona zamorana, ha generado una situación más adversa aún para los ganaderos dado que las llamas acabaron también con los animales con los que se alimentaba el propio lobo, por lo que desde COAG alertan de un previsible "aumento de los ataques a las ganaderías de esa área".

Los ganaderos denuncian "la escasa implicación de las administraciones nacional y autonómica para mitigar los destrozos que genera el cánido en sus noches voraces". 

COAG Castilla y León denuncia que "el Gobierno regional tampoco asume su responsabilidad con los profesionales de la ganadería pues desoye nuestras peticiones de aplicar al lobo un estatus regulador similar al que ya aplica con las aves protegidas". Es decir, que disponga, con carácter retroactivo y de forma transitoria, ayudas específicas por daños en terrenos cinegéticos de su titularidad ocasionados por estas especies no cazables.

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