La Comisión Autonómica de Homologación de Trofeos de Caza de Castilla y León se ha reunido el 2 de diciembre en su sede de Valladolid tras dos años de parón desde la última sesión de homologación de trofeos de caza en 2019 como consecuencia de la situación epidemiológica de la COVID-19. La Comisión vuelve con el reciente nombramiento de cuatro nuevos vocales en representación de las provincias de León, Salamanca, Segovia y Zamora, que se unen al nombramiento del nuevo presidente que se produjo en el último año antes de la pandemia.

En esta última sesión se han homologado 45 trofeos de caza y se ha acordado la elaboración y publicación del Catálogo Regional de Trofeos de Caza, en analogía y complemento al Catálogo Nacional de Trofeos de Caza cuya actualización y publicación es inminente.

La homologación de trofeos de caza de Castilla y León, cuya Comisión fue creada por Orden de 10 de enero de 1995, se encuentra regulada a través de la Orden MAM/1526/2010, de 3 de noviembre de 2010. La Comisión es un órgano colegiado adscrito a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente que da respuesta a la necesidad de establecer criterios objetivos para la valoración de las piezas de caza, tanto en el orden científico-biológico como en el aspecto lúdico de la actividad, rigiéndose por los criterios establecidos por la Junta Nacional de Homologación de Trofeos de Caza.

La trayectoria de la homologación de los trofeos de caza en España es ya histórica, puesto que la Junta Nacional de Homologación de Trofeos de Caza fue creada en 1962 y reorganizada en 1969, quedando adscrita al Servicio de Pesca Continental, Caza y Parques Nacionales. Desaparecido dicho servicio, y por Orden de 20 de Marzo de 1973, se otorga a la Junta Nacional la condición de órgano consultivo de la Dirección del Instituto Nacional  para la Conservación  de la Naturaleza (ICONA) y de los Servicios de ella dependientes, fijándose el reglamento de funcionamiento interno de la junta y promoviendo el nombramiento de vocales provinciales, lo que dio lugar a las actuales Comisiones Autonómicas de Homologación de Trofeos de Caza. Actualmente, la Orden AAA/1231/2013, de 1 de julio, por la que se regula la Junta Nacional de Homologación de Trofeos de Caza, adscribió este órgano nacional colegiado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Desde un punto de vista normativo tienen la consideración de trofeos de caza y, por tanto, susceptibles de homologación, las cuernas adheridas al cráneo del ciervo, corzo y gamo, los cuernos adheridos al cráneo del rebeco, de la cabra montés y del muflón, los colmillos y amoladeras del jabalí y el cráneo completo del lobo (Canis lupus).

La Comisión de Homologación de Trofeos de Caza de Castilla y León está a disposición de todos los cazadores que deseen medir y homologar, de modo ágil y rápido, sus trofeos de caza mayor, tanto si han sido obtenidos en cualquier terreno cinegético de la Comunidad de Castilla y León, como si provienen de cualquier otro terreno del Reino de España. Este órgano colegiado se reúne con una periodicidad trimestral y viene midiendo y expidiendo los certificados de homologación de entre 150 y 200 trofeos de caza por año.

Cualquier ciudadano, de forma totalmente gratuita, puede solicitar los servicios de valoración y homologación de los trofeos de caza ante la Comisión. De esta forma, dos miembros de la Comisión, siguiendo escrupulosamente las normas, fórmulas y baremos establecidos a nivel nacional, emitirán una hoja de homologación, que será elevada a la Comisión para su aprobación. Cuando se presuponga que un trofeo pueda ser considerado a priori como récord nacional, la medición será efectuada por al menos tres miembros de manera individual, obteniéndose los resultados con el promedio de las mediciones efectuadas, y se enviará igualmente a la Junta Nacional de Homologación de Trofeos de Caza para su verificación y ratificación. Una vez homologado el trofeo, se emite un certificado de homologación que, en caso de alcanzar los baremos correspondientes a oro, plata o bronce irá igualmente acompañado de una medalla conmemorativa.

Por otra parte, la Comisión Autonómica de Homologación de Trofeos de Caza de Castilla y León contribuye a la mejora del conocimiento científico y biológico de los macromamíferos ibéricos a través del seguimiento histórico y evolución de los parámetros vinculados con el crecimiento y edad de las especies cinegéticas, aportando un elenco de fichas de biometría al Catálogo Nacional de Trofeos de Caza, a disposición de la comunidad científica e investigadora de este país. Asimismo, la Comisión Autonómica tiene entre sus funciones informar a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente sobre temas relacionadas con la caza mayor, proponiendo medidas para el beneficio de la gestión de estas, así como prestar servicios de peritación, asesoramiento y emisión de informes técnicos en los aspectos vinculados con la caza mayor.

La riqueza cinegética de Castilla y León ha permitido que obtenga récords nacionales en terreno abierto para especies como el ciervo, el rebeco, el corzo y la cabra montés. De hecho, el récord nacional de macho montés, de 300,29 puntos, fue cazado en la Reserva Regional de Caza de Riaño, en la provincia de León, en el año 2012.