La industria es el sector clave para la competitividad de Castilla y León y pese a las dificultades por las que atraviesa (encarecimiento energético y de materias primas, así como el desabastecimiento) ya que en 2021 tiró con fuerza de la productividad autonómica.

De hecho, ha sido el único sector que superó el año pasado el nivel de productividad aparente (PIB entre ocupados a tiempo completo) del ejercicio prepandemia, cuando el resto siguió por debajo, y situó a Castilla y León en positivo en este indicador básico.

En concreto y según los datos que facilita la Junta, recogidos por Ical, la productividad industrial se situó en los 80.811 euros por ocupado a tiempo completo el año pasado, la más elevada entre los sectores productivos y un 11,7% por encima del dato de 2019, que se situó en los 72.377 euros.

La situación contrasta con la del sector primario cuya productividad aparente es prácticamente la mitad, 42.864 euros, que representan un descenso del 4,1% con respecto al año anterior al estallido de la Covid en la Comunidad.

El sector servicios tampoco creció respecto a 2019 y situó su productividad por ocupado en los 54.478 euros, con una merma respecto a 2019 del 0,7%. Asimismo, la construcción, con un dato de 50.560 euros registró una bajada del 1%. Con estas cifras, fue la industria la que permitió crecer a la productividad autonómica, que se situó en los 62.974 euros, con un tímido avance del 0,4%.

Los datos mejoran si se compara 2021 con el año que irrumpió la pandemia y detuvo la actividad durante muchos meses. La productividad global de la economía se elevó respecto a 2020 un 3,6% en Castilla y León, subió un 11,4% en la industria, un 11,1% en la construcción, y un 2,9% en los servicios. La agricultura, en un mal año, bajó un 13,8%.

CEOE califica el avance de "positivo"

La CEOE de Castilla y León considera "positivo" este avance en la productividad industrial, lo que "enfatiza la capacidad de resiliencia de la industria, en especial en este momento tan crítico", aunque lamenta que no acompañen el ritmo el resto de sectores. "Es muy importante que la actividad económica halle mejoras en términos de productividad puesto que viene a reflejar cómo el nivel de eficiencia alcanza un mejor rendimiento y, por tanto, el desempeño profesional y dotación tecnológica son más adecuadas y están más alineadas con las exigencias del mercado", indican responsables de la patronal a Ical.

Los empresarios entienden que el papel tractor de la industria es "muy importante" para el dinamismo económico de Castilla y León y explican que considerando que el peso de la manufacturera en los últimos cinco años ha mejorado casi dos puntos porcentuales, posicionándose en el 2020 con una aportación del 18,4% al VAB, "podemos ser más optimistas, en cuanto se puede estimar el alcance del 20% antes del 2030". 

CEOE también defiende que Castilla y León está ante "una importante y gran oportunidad para transformar de forma más acelerada la capacidad productiva de las compañías" con la llegada de fondos de la UE, a través de la transformación digital y ambiental.

En este momento en el que la economía está aún afectada por la pandemia, por el conflicto bélico en Ucrania, la espiral inflacionista que no cesa, y por todavía rupturas de ciertas cadenas de suministro, conviviendo además con un el evada deuda pública, "son más necesarios que nunca estos Fondos, pero que lleguen a la economía real para que puedan responder de forma efectiva y a tiempo a los objetivos y retos planteados".

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