Si algo estaba claro en la Educación de este país, hasta ahora, era que quien suspendía una asignatura tenía la posibilidad de recuperarla en los famosos exámenes de recuperación. El que había aprobado en su momento podía disfrutar y el que no había hecho los deberes pues le tocaba echar codos para una segunda oportunidad. Pues bien, con la reforma educativa del Gobierno de Pedro Sánchez y sus socios de Unidas Podemos ya no será necesario. Es decir, adiós a las recuperaciones.

El Consejo de Ministros aprobó el pasado martes el polémico Real Decreto de Evaluación, Promoción y Titulación que acoge el fin de estas pruebas desde este mismo curso y permite que los alumnos puedan obtener el título de Bachillerato con suspensos. Una medida que ha puesto de acuerdo a padres y profesores, la rechazan por completo. En su opinión, provoca un descenso del esfuerzo y la desmotivación. Seguramente que los únicos contentos sean unos alumnos que evitan tener que hacer las recuperaciones.

 Profesores: “Es todo lo contrario a la cultura del esfuerzo”

Los docentes lo tienen claro. Desde Anpe Castilla y León, el sindicato independiente de la enseñanza pública, mantiene su “absoluto desacuerdo” con que se obtenga un título como es el de Secundaria o Bachillerato, con alguna asignatura suspensa, “ni siquiera en los supuestos excepcionales que incluye la norma”.

 Valoran que esta medida envía un mensaje “contrario a la cultura del esfuerzo, del rigor, y del mérito en el que la ausencia de incentivos para lograr la excelencia académica resulta desmotivadora para el profesorado y el alumnado”.  El sindicato no cree que sea el camino y ofrece otras soluciones para luchar contra el fracaso escolar.

“Disminuir las repeticiones no pasa por establecer sistemas de promoción y titulación con materias suspensas, sino por evitar que esto suceda”, y eso pasa por “reducir el número de alumnos por aula, establecer desdobles y programas de refuerzo en los centros educativos, dotando de profesorado suficiente para llevarlo a cabo”. En esta situación destacan que en estos momentos se tienen las mismas ratios máximas de alumnos por aula que se establecieron hace más de 30 años con la LOGSE y que la LOMLOE no ha modificado.

Padres: “El niño aprueba por decreto”

En la misma dirección navegan los padres. Por ejemplo desde Confecampa, la confederación católica de federaciones madres y padres de Castilla y León, creen que aprobar un asunto tan importante por Real Decreto y sin cumplir el compromiso adquirido de palabra por la Ministra de no aplicarlo en este curso, “ya dice mucho de cómo se hacen las cosas en educación y, en general, en el país”, ya que en su opinión lo hacen “por imperativo legal y sin consenso”.

Su presidenta Ángela Melero lamenta que en lugar de incrementar la inversión en mejorar la educación, “se fomenta y premia la dejadez en detrimento del esfuerzo y la meritocracia”, ya que el niño “aprueba igualmente por decreto, sin tener en cuenta, su integridad o sus aprendizajes”.

“Evidentemente se evita la repetición, omitiéndose el problema latente y de fondo, una educación cada vez con menos calidad, que haga frente y busque soluciones para el niño en su conjunto, en su totalidad. No se mejora el sistema educativo, ni se invierte en recursos humanos, ni en profesores de apoyo… se trata de que el niño o adolescente se incorpore al curso siguiente o a la sociedad sin haber adquirido, en algunos casos, unos conocimientos mínimos. Mejoramos así el sistema educativo para las encuestas, escondiendo sus carencias”, argumenta la presidenta en declaraciones a EL ESPAÑOL Noticias Castilla y León.

Desde  Confecampa también ven en esta medida un daño para el profesorado, que pasa a estar “frustrado, carente de autoridad y sin otorgarle el respeto del que es merecedor”. Ante esto, “deberá hacer frente a una ignorancia que se irá acentuando con el paso de los años, repercutiendo en una sociedad de influyentes e influenciables, poco competitiva, simple, superficial, hedonista, maleable y sin expectativas que no generará riqueza ni pluralidad. Ni formamos al profesorado para hacer frente a nuevas dificultades de aprendizaje y retos de nuestros hijos, sino que favorecemos el cambio de curso, sin más, tendiéndose a un Carpe diem educativo”.

Por último, creen que esta medida sirve para “igualar a la baja, sin tener en cuenta, el esfuerzo, favorecerá una mayor brecha social, por encarecimiento y agravio comparativo”. En definitiva, “un aprobar por aprobar, por quitarnos de encima al niño o adolescente. Un todo vale en aras de una mal entendida igualdad. No educamos, dejamos pasar, disfrazamos y encubrimos los problemas reales. Como familias, no es lo que esperamos para el futuro de nuestros hijos”.

Alegría: “Es un paso más en los procesos de aprendizaje”

Pilar Alegría, titular de la cartera de Educación, defiende el Real Decreto aprobado. Lo califica de "integrador" porque pone en el foco "la evaluación continua". "Damos un paso más en reforzar la personalización de los procesos de aprendizaje. El sistema de evaluación debe hacer una detección temprana en adoptar medidas de refuerzo tan pronto como sea necesario", dijo en la rueda de prensa de presentación.

Las Comunidades Autónomas en las que Gobierna el Partido Popular también se han mostrado disconformes desde que se anunciaron estos cambios. Castilla y León, Andalucía, Galicia, Madrid y Murcia siempre han guardado reticencias con esta proposición.

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