R. Travesí / ICAL

Las tablets y los dispositivos digitales han llegado a las aulas para quedarse y cada vez son más los centros que optan por su uso ya que permiten un aprendizaje adaptativo y personalizado como ocurre con la plataforma Snappet para Educación Primaria. Un sistema que ya utilizan más de 19.000 alumnos de 177 colegios de Castilla y León, que aprenden los contenidos de Lengua, Matemáticas e Inglés a través de una tableta, mientras que otro medio centenar de centros de la Comunidad realiza pruebas gratuitas, durante al menos dos meses, para que niños y profesores comprueben el funcionamiento de la aplicación.

Snappet es una metodología digital que personaliza el aprendizaje en los cursos de primero a sexto de Primaria a través del trabajo con tablet, ya que cada alumno cuenta con un dispositivo para realizar los ejercicios recogidos en el currículum oficial mientras que el docente comprueba, en tiempo real, los resultados de una manera sencilla a través de una leyenda de colores. De esta manera, el profesor puede realizar un seguimiento de cada alumno y del conjunto de la clase, lo que permite un aprendizaje adaptativo y personalizado para que todos los estudiantes progresen a su propio ritmo y nivel. No en vano, el docente puede detectar rápidamente las necesidades educativos de cada alumno y dedicar más tiempo a la enseñanza.

En la actualidad, Snappet tiene cargados contenidos de las tres asignaturas (Lengua, Matemáticas e Inglés), tanto propios como adaptados a los de las distintas editoriales. En concreto, son más de un millón y medio de actividades vinculadas a 1.200 métodos, además de permitir trabajar por proyectos y contar con contenidos propios. Es decir, se permite una libertad docente y pedagógica para implantarlo en cada curso, por lo que algunos profesores optarán por usarlo como complemento y afianzar conocimientos del libro físico o digital mientras que para otros será la base del currículo.

El sistema de aprendizaje se puso en marcha en Holanda en 2012 y un año más tarde llegó a España, donde hoy existen más de 2.200 centros que utilizan la plataforma, de los que 177 están en Castilla y León. Uno de esos usuarios es el Colegio Montessori de Salamanca, que asegura que Snappet es una herramienta “superpotente” para llegar a todos los alumnos y favorecer el aprendizaje.

El subdirector de Primaria del centro salmantino, Francisco Javier Vázquez de Prada, aseguró que Snappet es el complemento “perfecto” a la metodología que desea implantar el colegio. “Es el más adecuado al permitir al profesor saber lo que ha aprendido el alumno en cada hora de clase, tras la realización de muchos ejercicios”, subrayó. Valoró la motivación de los niños por lograr premios, lo que supone un estímulo por aprender.

En el mismo sentido, se pronunció la profesora de Inglés de Primaria del colegio Olga Vega, quien precisó que la aplicación anima a los alumnos a conseguir estrellas y premios cuando mejoran y aprenden los contenidos. Y es que el responsable de Snappet en España, Rafael Uguina, destacó a la Agencia Ical que una de las ventajas de la plataforma es la motivación de los estudiantes para aprender, gracias a la gamificación, el refuerzo y la interacción colaborativa. “Los chavales están supermotivados y trabajan muy bien con las tabletas por que se contagian unos a otros”, añadió.

El coordinador del proyecto Snappet en el Montessori, Ignacio Alberca, declaró que uno de los puntos fuerte de la aplicación es el aprendizaje adaptativo, ya que permite ajustarse al nivel real de cada alumno. También citó las ventajas para el docente ya que supone un ahorro de tiempo importante en la corrección de las tareas, sin olvidar el aprendizaje individualizado. “El profesor optimiza su tiempo, tanto desde el punto de vista teórico y práctico. Ya no tiene que estar generando actividades y problemas ni tampoco corregirlos. La propia plataforma lo va a poder hacer por él y así puede saber en qué áreas tiene que intervenir”, precisó.

En la actualidad, todas las provincias de la Comunidad cuentan con algún centro que se beneficia de Snappet. El número varía de los 35 de León y Valladolid y los 25 de Salamanca a los dos de Soria. Entre medias, están los 20 de Burgos y los 15 de Ávila, Palencia, Segovia y Zamora. Los propios centros son los encargados de decidir el número de cursos que trabaja los contenidos curriculares con las tabletas, aunque lo habitual es que se implante en todos los niveles. Uguina apuntó que, hasta ahora, la mayor parte de los colegios que utilizan la plataforma en España espúblico aunque declaró que en los últimos años se ha empezado a trabajar más con concertados y privados, ya sean religiosos o no.

Entre 50 y 80 euros por curso y alumno



El coste de la licencia de Snappet para las tres asignaturas asciende a 50 euros por alumno y curso, siempre y cuando se comparta la tableta, una cantidad que aumenta hasta los 80 euros en caso de que exista un dispositivo por cada niño. Eso sí, Snappet está reconocido institucionalmente a través del programa Releo. Además, la empresa puede facilitar en préstamo las tabletas, en caso de que el centro no cuente con ellas e incluso se encarga de mejorar la conectividad con routers y tarjetas 4G para tener los datos suficientes para trabajar.

Los dispositivos tienen una configuración especial con contenidos exclusivamente curriculares para cada curso y el profesor decide las páginas en que pueden entrar sus alumnos. “No hablamos de un ebook porque Snappet es completamente interactivo”, aseveró Rafael Uguina. En cuanto a la posibilidad de implantar la plataforma en Secundaria, manifestó que la política de la editorial holandesa es “hacer bien las cosas” y “completar” la oferta de Primaria para luego continuar con otras etapas, con el mismo nivel de satisfacción y optimización en la adaptabilidad y la personalización del aprendizaje. “Esto lleva un tiempo y una gran inversión en tiempo y recursos”, sentenció.

Además, el responsable de Snappet en España significó que la pandemia del COVID ha supuesto un antes y un después para este tipo de aprendizajes. “Lo digital se había abierto lentamente con un perfil bajo o medio bajo pero desde 2015 ha sido con más intensidad, algo que se ha disparado tras la pandemia, con la imposibilidad de lo presencial y la necesidad imperiosa de utilizar este medio la que ha dado el espaldarazo”, expuso. No en vano, recordó que significó una alternativa a lo presencial y la necesidad de darle un mayor impulso ante la tesitura de perder un curso.

Eso sí, Rafael Uguina reconoció que, ahora, no es el mejor momento para poner en marcha Snappet por la pandemia, con profesores “saturados” y centros “agobiados” con otros asuntos, que les impide meterse de lleno con otro frente administrativo. Pese a ello, augura un “boom” cuando se retome la normalidad con colegios que apuesten por la personalización del aprendizaje.