Al igual que hiciera en 2017 cuando consiguió que se paralizara la emisión de Mi gitana, la polémica serie que se estrenó en marzo de 2012 sobre su vida, Isabel Pantoja ha pedido medidas cautelares para que Telecinco no emita este viernes 'Cantora: La herencia envenenada'.

Según han contado este jueves en Sálvame, la tonadillera quiere conocer el contenido que se va a dar en ese programa para que se suspenda el programa en su totalidad o una parte del mismo. Hay que recordar que su hijo Kiko Rivera participará en el mismo.

"Es la solicitud que hace un ciudadano en el que cuenta al juez que se va a emitir un contenido que va a lesionar su derecho a la intimidad. Técnicamente es posible, pero no es fácil porque es un personaje público porque la difusión de su herencia ya ha salido en los medios", ha dicho Montse Suárez.

"A mi juicio es que hay miedo, tratar de evitar que hay salga información y opiniones de peso que puedan agravar sus relaciones con su entorno. Ese auto podría llegar a Mediaset minutos antes de la emisión", añadía la abogada.

Como decimos, ésta no es la primera vez que la cantante intenta paralizar un contenido sobre su persona. Ya en 2012 denunció a Telecinco y a Producciones Mandarina por "intromisión ilegítima en el derecho a la intimidad y a la propia imagen" con la emisión de la serie Mi gitana, basada en su vida personal y profesional sin contar con su permiso.

Una serie que destrozaba a Pantoja

No sería hasta seis años después cuando e Tribunal de Primera Instancia de Alcobendas le daría la razón, lo que implicaba que Mediaset no pudiera volver a emitir el biopic, que lo retirra de su página web, y que dejara de comercializarlo en formato DVD.

En su denuncia, la tonadillera pedía 5 millones de euros a Mediaset, aunque finalmente Isabel Pantoja sería indemnizada con una cantidad de 10.000 euros, pero no se le reconocía la razón ni condenaba a ambas empresas por intromisión a la intimidad.

Como ya analizó este portal, Mi gitana destrozaba la imagen de Isabel Pantoja mostrando los aspectos más polémicos de su vida de Pantoja, como sus amistades con Encarna Sánchez o María del Monte, o su relación con Julián Muñoz.

Más que una serie, aquello era una sucesión de pinceladas de su vida en la que se le atacaba constantemente, dejándola de interesada, de pesetera, y hasta se burlaban de su aspecto; había frases de guion en la que se hacía hincapié, por ejemplo, en el vello facial del personaje y cómo algunos colores de trajes de faralaes que no le hacía bien por esto mismo.